30 mayo, 2021
Costó más de lo debido
Peñarol venció 5-2 a Boston River en el Campeón del Siglo y obtuvo su primer triunfo en el torneo. El doblete del Canario, más los goles de Torres, Ceppelini y Trindade aseguraron una victoria que se vio innecesariamente amenazada entre el final del primer tiempo y el comienzo del segundo, en el que Boston remontó 2 goles.
La perlita de la noche fue la obscena omisión por parte de Christian Ferreyra de un escandaloso penal en la primera mitad en el área; un bloqueo de volleyball.
Peñarol dominó en gran parte del primer tiempo. Jesús Trindade y Pablo Ceppelini se adueñaron de la mitad de la cancha e hicieron que no se extrañara tanto a Walter Gargano.
A los 8’ de juego se dio la primera incidencia en el juego. Un remate potente de Ceppelini que Falcón despejó, y en el rebote, una mano clarísima que Ferreyra ni el línea marcaron. Escandaloso penal.
El equipo de Larriera insistió por la banda derecha con la sociedad Acosta – González. Éste último de muy buen rendimiento a lo largo de los primeros 30’ con llegadas al ataque. A los 21’ del encuentro, y tras una pelota que quedó boyando en el área, apareció Agustín “Canario” Álvarez para destapar el partido. Peñarol era mucho más que su rival y lo demostraba en los circuitos y el traslado con la pelota. Vale destacar el gran rendimiento del doble cinco en función al balance.
Minutos posteriores al primer gol, una gran jugada colectiva por el sector izquierdo. Desborde y centro-pase de Joaquín Piquerez, quien asistió a Facundo Torres y con una exquisita definición con el borde interno aumentó el marcador. A nada del cierre de la primera mitad, el Sastre descontó por parte de Agustín Nadruz tras un solitario cabezazo.
El complemento estuvo lleno de condimentos. La visita avisó en 2 oportunidades tras un Peñarol totalmente dormido. Un error defensivo de Fabricio Formiliano, llevó a que Rubén Bentancurt igualara el encuentro antes de los 10’ de la segunda etapa.
El partido se volvió de ida y vuelta. El nerviosismo aumentó en cada minuto del encuentro. Tras un claro agarrón en el área, Ferreyra sancionó penal que Ceppelini cambió por gol. Con la entrada de Cristian Olivera se observó un Peñarol más dinámico en el rol ofensivo. Luego de un enganche en el área por parte de Kike, Ferreyra cobró nuevamente penal, quien marró Agustin Canobbio.
Con un Boston River buscando el empate, y dejando espacios en el fondo, llegó el cuarto y quinto gol. El Canario no perdonó y puso su segundo gol en el encuentro tras una magnífica recepción con el pecho y una mejor definición sobre el arco defendido por Falcón. Para sellar el marcador final, Jesús Trindade, coronó un gran partido con un remate rasante desde afuera del área para poner cifras finales al partido.
La noticia negativa de la jornada fue la salida por lesión de Joaquín Piquerez. El lateral izquierdo se fue muy cabizbajo de la cancha, sabiendo que además se le venía su gran oportinidad con la Selección. Esperemos que no sea nada.
El miércoles a las 18:00 hs nos pondremos al día con el calendario cuando recibamos a Plaza Colonia en el Campeón del Siglo. Mientras tanto, el martes conoceremos a nuestro rival de Copa Sudamericana.
Si bien esta correcto remarcar la falla de ferreira en el penal q no cobro también hay q hacer mención q el segundo penal nuestro no fue…. seamos honestos. Arriba Peñarol y ojalá q hoy a las 13 hs en el sorteo salga como rival nuestro la gallina, hay q pasarlos x arriba!
Con esta defensa es imposible ganar algo importante, Kagelmacher flojisimo y Formiliano peor aun, con los años que llevan de fútbol todavía no saben marcar. Y hay gente que se enojo cuando Formiliano dijo que se quería ir de Peñarol porque era un siclo cumplido; Que se vaya de una vez por favor, Abascal también y Kagelmacher que los siga, necesitamos una defensa nueva.
Sufrimos un poco pero creo que se ganó con justicia. La verdad que los ví jugar con dinamica y con intensidad, cosa que no se había visto con los Peruanos. Los defensas centrales mal y a Dawson le cuesta mucho salir a cortar. Otra cosa que precisamos son ejecutores de penales. No puede un cuadro no tener 3 o 4 tipos que sepan tirar penales. Espero que no tengamos que definir series así porque Dawson tampoco ataja penales. A Canobbio lo critican pero yo creo que es un jugador importante. Comete errores como todos, pero también aporta mucho en juego, dinamica y compromiso. Ayuda mucho en la marca. Me gustó Olivera y Ceppelini y Trindade, ni que hablar el Canario y Torres. Increible éstos jueces. Hasta con los ojos cerrados tenían que haber visto el penal que no cobraron.
Viendo los comentarios, esta claro que el bajo nivel de comprensión y razonamiento que vienen detectando las pruebas PISA desde hace años, también se verifican en la forma que los nuevos hinchas entienden este deporte.
Lo lamentable, es que los jugadores que entran a la cancha, también son de esta generación joven, y tienen , además de las limitaciones en el manejo de la pelota ( porque si muestras talento inmediatamente son transferidos) , una falta de inteligencia que los lleva a complicarse la vida, y tirar a la basura todo lo bueno que hace el equipo. Me refiero a la defensa.
En el primer gol, el rival, no es siquiera molestado para cabecear, un centro al área chica, que antiguamente, decíamos que era zona del arquero; el arquero saltaba y le metía la rodilla en las costillas a cualquiera que osara ir a disputarle la pelota en esa zona. Un solo choque, y se le pasaba el aviso a todos de que ahí mandaba el golkeeper. En el segundo gol que se come Peñarol, regalan una pelota en la salida. Y no es la primera, ni la segunda, es algo que se repite. Es además, tremendamente desmoralizador para todo el equipo, ver como , todo el esfuerzo, la energía, las ganas, las patadas recibidas buscando el gol en el arco rival, se desperdician por tus compañeros del fondo. Así, le perdés toda confianza a los del fondo, y con el tiempo, se destruye el espíritu del equipo, sobre todo, teniendo en cuenta, que los del fondo, son los más experimentados, y chambonean como principiantes. Dawson, sacaó algunas muy buenas, y también se mandó alguna de las suyas, como cuando en un corner salió a buscar la pelota y sele paso entre las manos, tuvimos suerte que nadie la empujara para dentro del arco. Son errores repetidos y garrafales, marcan, hasta donde llegan las condiciones de estos jugadores, que claramente, dos por tres, repiten estos bloopers. Por eso Peñarol no logra tranquilidad ni la paz que debería tener cualquier equipo que gana y convierte cinco goles, maneja 70 % de posesión, domina en casi todos los aspectos del juego; pero un pelotazo al boleo que pueda caer en su area, genera un nerviosismo exagerado, pero a la vez , justificado por los antecedentes previos.