Un día como hoy, 14 de  diciembre, el eterno rival festeja la mayor diferencia de goles en un clásico. Sin dudas es un gran logro y no hay que dejar de admitirlo, pero a través de la historia los clásicos nos han mostrado hechos que marcarán la diferencia entre un club y el otro, y en cómo saber ganar y perder.

Uno sabe que la mayor cantidad de goles en un clásico los hizo Peñarol cuando les hicimos 7 goles en su propia cancha; les ganamos 7 a 3 en el Parque Central. Por otro lado, la mayor diferencia (6 a 0) la tienen ellos, pero les voy a contar por qué ellos tienen la mayor diferencia, más allá que esa victoria la lograron cuando cocinaban partidos en la peluquería y en esos partidos había jugadores que eran comprados.

La historia ha marcado que Nacional es la gallina del Uruguay, ya que cada vez que Peñarol pudo golearlo y superar esta diferencia, ellos prefirieron pasar vergüenza y ser humilladas antes que recibir muchos goles.

Peñarol tiene en su historia un clásico con victoria 5 a 0 que data del 25 de octubre de 1953 por el Campeonato Uruguayo. También tiene un 5 a 1 en 1976 y 7 goleadas por 4 a 0. Todos estos resultados son grandes victorias, pero no dejan de ser números sobre victorias importantes dentro de la cancha. Hay cosas peores que estas goleadas y son los caminos que el tradicional utilizó en varias ocasiones para evitar la goleada.

Dejamos afuera los 4 W.O. (1906 dos veces, 1918 y 1926) ya que eso lo hicieron directamente para no enfrentarnos, evitando de esa forma pasar vergüenza y dejando claro que son gallinas.

Pero lo que quedará para siempre en la historia marcado a fuego es el clásico de la fuga de 1949. Un país entero vio en 1949 cómo cuando se disputó el clásico por el Campeonato Uruguayo, el tradicional rival se fugaba en el entretiempo luego de ir perdiendo 2 a 0 y sabiendo que se venía la goleada más grande de la historia, porque enfrente tenían a «La escuadrilla de la muerte».

Luego de este acto, el deshonor le pesará para siempre. Este fue un hecho inédito en los clásicos del fútbol uruguayo pero años después sucedió algo similar. El 6 de febrero de 1971, se vivió otra fuga del tradicional rival, esta vez por la Copa Montevideo. La Fuga de la Copa Montevideo es el nombre que le pusimos los hinchas de Peñarol y también quedará marcada a fuego en las gallinas. Ese día también al ir perdiendo 2 a 0 y estar con 7 jugadores contra 10 de Peñarol, el técnico Etchamendy, técnico del tradicional rival, manda hacerse expulsar a J.C. Blanco para quedar con una cantidad antireglamentaria de jugadores, suspender el partido y evitar la goleada histórica.

Leemos 7 contra 10 y a todos nos viene a la mente el 8 contra 11 de Peñarol. Vimos cómo Peñarol se burló de las matemáticas y 8 fueron más que 11. Es que esos ocho eran leones y los 11 restantes gallinas. Misma diferencia de jugadores, distinta actitud de un club y el otro.

Pero la historia no termina acá, porque hay más maneras de evitar una goleada. Otra manera de evitar una goleada es cuando vas perdiendo 4 a 1 y hacés que un comisario entre al campo de juego en medio del partido para llevarse detenido a un jugador de Peñarol. Eso pasó el 8 de diciembre de 1946 y quedará para la historia por ser El Clásico del Comisario. El partido terminó 4 a 3; no sólo evitaron la goleada sino que a raíz de eso casi lo empatan.

La historia y el presente marcan que Peñarol es el Padre del Fútbol Uruguayo. Hoy en día les llevamos 23 clásicos en el historial, pero por siempre quedarán estos clásicos especiales en el corazón del hincha carbonero y en la vergüenza de las gallinas.

Esos 23 clásicos muestran un historial que es más que importante sin dudas, pero hay hechos que marcan más que ganar la mayoría de los mano a mano. Lo que es más importante es que en la cancha vos podés perder o ganar, pero lo que nunca vos podés hacer es arrugar y abandonar.