Bien temprano partimos rumbo a la ciudad de Rivera para acompañar a los pibes carboneros. No importaron los 500 kms de distancia ni que no jugara el plantel principal, mientras esté la gloriosa en la cancha hay que ir a alentar. También tuvimos que pagar las entradas populares más caras, a Peñarol le pusieron la popular a $150 mientras que a la gallina se la dejaron a $ 100. Además hay que sumarle que no televisaron en vivo el partido de Peñarol, o sea el hincha carbonero sí o sí tenía que estar presente en Rivera para ver el partido y a una entrada más cara que el resto de los partidos.

Partimos en el ómnibus con todos los pibes a las 5 de la mañana. La idea era llegar temprano para pasar el día en el Lago Batuva en Santana do Livramento. Así fue que al mediodía llegamos a Rivera y cantando le fuimos dando color a la fiesta que iba a vivir la ciudad por la visita de Peñarol. Paramos en la Plaza Internacional y aprovechamos para almorzar en los carritos ubicados en la plaza principal de la frontera. El menú más pedido sin dudas fue el Baurú, comida característica del país vecino.

Luego del almuerzo volvimos al micro y tomamos camino rumbo al Lago Batuva. Pudimos disfrutar una hermosa tarde de sol, donde colgamos todas las banderas y pasamos una tarde agradable entre todos los manyas que viajamos juntos. La parada sirvió para refrescarse en el lago, dormir una siesta, tomar y comer algo. Hubo un altercado con unos brasileros que quisieron hacerse lo vivos y terminaron mal al intentar hacerlo. Una lástima porque estábamos pasando muy bien. Cerca de las 19 hs nos retiramos del lugar.

Volvimos a la Plaza Internacional para esperar la hora del partido. Pasamos a saludar a los jugadores al Hotel El Portal y les dimos el aliento y apoyo antes de que partieran al Estadio Paiva Olivera. Ya a las 20:30 hs partimos a la cancha. Se veían muchas camisetas de Peñarol, aunque un poco menos que en ocasiones anteriores que hemos ido. Al jugar con los pibes el interés no fue tan grande como en otros años.

Entramos a la tribuna y comenzamos con el ritual de colgar los trapos, todos juntos ayudándonos para colgar los trapos de unos y otros, hasta de algún amigo que no pudo ir por motivos económicos. Se podía ver a la gente de las Peñas carboneras, además de la Peña de Rivera “El Profe” Pablo Javier Bengoechea también se hicieron presentes la Peña de Artigas “Artigas todo Manya” y la Peña de Tacuarembó “Tacuarembó Pueblo Carbonero, Tabaré González”. Todas estas peñas se encontraban presentes con gran cantidad de integrantes, banderas y hasta bombos.

Dentro de la cancha pudimos ver un gran partido de los pibes. Nos dejaron contentos y muy ilusionados con el futuro que tenemos. Vimos un golazo de Guichón que lo gritó a morir de cara a toda la hinchada carbonera. También se lucieron Siles y Gelpi en el arco. Los pibes le regalaron una alegría a la gente de Rivera y le dedicaron la victoria a todos los hinchas que nos hicimos presentes para acompañarnos.

Luego de finalizar el partido, cenamos y otra vez a recorrer 500 kms para volver a Montevideo y ya comenzar la jornada laboral del día lunes. Cuesta mucho pero por Peñarol vale la pena todo esfuerzo. Además gracias al trabajo uno puede darse el lujo de viajar y acompañar a Peñarol.

Este miércoles vamos a ir a alentarlos a San José como lo hicimos en Rivera porque siempre que esté presente la camiseta ahí estará la hinchada de Peñarol.