30 noviembre, 2019
Un caso clínico
La fecha 15 del Torneo Clausura fue suspendida, luego de que ingresaran a robar en la casa del presidente de la Gremial de Árbitros y dejaran inscripta la palabra «bolso» en una de las paredes. Todo eso trajo aparejado un montón de conspiraciones por parte de los hinchas del Club Nacional de Football, adjudicándole la responsabilidad a Peñarol y a su pensada estrategia para postergar el campeonato y recuperar jugadores lesionados. Terapia y ayuda profesional precisamos todos en algún punto de nuestras vidas, y el hincha promedio tricolor la está necesitando con urgencia. Entre todos deberíamos averiguar cuáles patologías presentan, y a qué se debe.
Todo comenzó en mayo de 1899, cuando un grupo de jóvenes decidió formar un nuevo club en respuesta a aquellos fundados por ingleses que dominaban en el país, como era el caso de Peñarol (C.U.R.C.C. por ese entonces). Desde el inicio su historia estaría basada en intentar opacar la de Peñarol, y ya no habría vuelta atrás. Ya por aquellos años, ofrendarían regalos, trabajos y remuneraciones monetarias a futbolistas de otros equipos para atraerlos a formar parte de Nacional, en algo conocido como el amateurismo marrón, con el objetivo de intentar superar a Peñarol, en donde los jugadores simplemente competían por amor y fidelidad a la máxima institución deportiva de este país.
La envidia es la tristeza o pesar del bien ajeno y la emulación, deseo de algo que no se posee. Cuando una persona se obsesiona y deja de vivir por estar pendiente de tu vida o en este caso en la vida de su adversario, de su entorno, y entre otras cosas siente agobio por cada uno de sus triunfos. Aparte de mostrar signos graves de inferioridad, te muestra que estás tratando con una persona psiquiátricamente enferma.
Años más tarde, promediando la década de 1920, propusieron y lideraron una votación para expulsar a Peñarol de la Asociación Uruguaya de Football, cuando el aurinegro lideraba la tabla de posiciones del Campeonato Uruguayo de 1922. Nacional logró el objetivo, y no sólo terminó ganando aquel torneo, sino que también los dos siguientes, con Peñarol compitiendo en la Federación Uruguaya de Football. A fines de 1925, se unieron ambas asociaciones en una fusión integral. Sin embargo, los tricolores pretenden contabilizar únicamente los títulos logrados por ellos mismos, dejando de lado el obtenido por Peñarol en 1924, y el conquistado en 1926 luego de la reunificación. Una dualidad de criterios que asusta.
El delirio es un estado de alteración mental, generalmente provocado por una enfermedad o un trastorno, en el que se produce una gran excitación e intranquilidad, desorden de las ideas y alucinaciones.
Sin embargo, su mayor demostración de que algo no les funciona bien internamente, es la cuestión del decanato. Es difícil precisar cuándo comenzó este cuestionamiento, y más difícil aún determinar cuándo fue adoptado por el global de los hinchas tricolores. Los primeros reclamos surgieron en 1938, con el primer tetracampeonato aurinegro recién consumado. Personalmente, creo que lo más acertado es ubicar sus primeras voces fuertes en la década de 1960, cuando Peñarol conquistó 3 Copas Libertadores, 2 Copas Intercontinentales, 1 Supercopa de Campeones Intercontinentales y 1 Quinquenio, mientras que Nacional se contentaría con salir subcampeón del máximo torneo continental en 3 ocasiones. El tema se instalaría definitivamente en 1991, al cumplir el aurinegro sus primeros 100 años de vida y alcanzaría sus máximos momentos de delirio durante el Segundo Quinquenio de Oro, que terminaría de destruir psicológicamente a los hinchas albos.
Los mentirosos patológicos falsean la realidad como vía de escape, para obtener atención e incluso admiración, y entran en un círculo vicioso que les acaba dejando solos en el laberinto de sus mentiras.
Luego de consumado el Quinquenio, ya no habría solución. Al contrario, parece aumentar cada día más ese trastorno donde absolutamente todos están en su contra, y todo lo logrado por ellos es «de verdad», en claro cuestionamiento a logros y realidades de los demás clubes. Es triste ver cómo los parciales de un club tricampeón de América y del Mundo, se comportan de esa manera. También es entendible que no debe ser fácil vivir a la sombra de Peñarol, un club notoriamente de mayor importancia y gloria que el suyo.
Un trauma es un choque o impresión emocional muy intensos causados por algún hecho o acontecimiento negativo que produce en el subconsciente de una persona una huella duradera que no puede o tarda en superar.
La escalera descendente ya no tendría retorno. En los últimos años podemos reconocer los siguientes delirios y/o trastornos: el «truchenio» (en referencia al Quinquenio de Peñarol), las 21 o 22 copas internacionales, los jueces de CONMEBOL vestidos de amarillo y negro, el famoso «sistema» donde árbitros, justicia y dirigentes operan en su contra, la bandera gigante aurinegra supuestamente financiada por los dirigentes, la IFFHS que nombró Campeón del Siglo a Peñarol no es confiable, la cantidad de socios aurinegros no es real pero la cantidad de socios de Nacional sí, los cuadros chicos los llevan a sus canchas porque están complotados con Peñarol, la FIFA reconoce el decanato de Peñarol únicamente porque Damiani estaba en la Comisión de Ética, y así podríamos seguir una tarde entera. Incluso, hace algunos años, una agrupación nueva venció en los comicios tricolores por el simple motivo de que proponía declararle la guerra a Peñarol en todo. No es necesario recordar como terminó eso.
El trastorno paranoide de la personalidad se caracteriza por un patrón generalizado de desconfianza injustificada y sospecha de los demás que implica la interpretación de sus motivos como maliciosos. Los pacientes con trastorno de personalidad paranoide desconfían de los demás y asumen que los demás tienen la intención de perjudicarlos o engañarlos, incluso cuando tienen una justificación escasa o nula para estos sentimientos.
Ni los 15 años de ventaja que dio Peñarol parecen haber mejorado la situación. Al contrario, la posiblidad de lograr un tricampeonato parece haber profundizado heridas aún no cicatrizadas. Esta temporada ha sido un cúmulo de declaraciones, actitudes y posturas patéticas por parte de Nacional, en absolutamente todos los estratos. Hinchas, dirigentes, jugadores, periodistas partidarios y empleados del club, nadie se salva de caer en los llantos conspirativos.
Venimos de unas semanas complicadas en ese sentido, donde mandaron más comunicados que las Copas Libertadores que brillan en sus vitrinas, y con lo ocurrido en el día de ayer, parece haber explotado todo definitivamente. Nacional venció con muchísimo trabajo a un club descendido y que hizo 7 puntos en 14 fechas, pero realmente creen en una conspiración que involucra a Peñarol, la AUF y AUDAF, donde hinchas carboneros o el propio Marcelo De León (víctima de la vandalización de su vivienda) grafiteó su propio hogar para responsabilizar a los parciales tricolores y así no solo lograr la suspensión del campeonato, sino también que se le adjudique la culpa a Nacional. Recordemos que además de los continuos comunicados, hubo una incitación a esperar a los jueces afuera del Frazini por parte de un periodista partidario, el Gerente Deportivo tricolor insultó a los árbitros, y el Twitter oficial no para de dar manija con el supuesto despojo y que Nacional juega «contra todos». No es muy complicado determinar quiénes fueron los que generaron toda esta lamentable situación.
Al parecer el beneficio que obtendría Peñarol de jugar el próximo fin de semana en lugar de éste, es la recuperación de Walter Gargano (6 meses afuera), Cristian Rodríguez y Kevin Dawson (desgarrados, 15 días afuera). Se expresaron en las redes a favor de esta postura: Martín Sarthou, el Community Manager de Nacional y por lo tanto el vocero del club; Mathías Cardaccio, volante tricolor, Agustín Viana – en verdad no sé, pero nunca pierde oportunidad -, y por supuesto todos los hinchas tricolores, incluyendo una teoría de que en mayo también habían grafiteado el auto del árbitro Gustavo Tejera, y que haya sido con el mismo color de aerosol es una prueba irrefutable de que algo raro está pasando. No es joda.
Ya no es gracioso, y entre todos deberíamos poder determinar qué tipo de enfermedad es la que afecta a los tricolores. Es la única manera de que el fútbol uruguayo vuelva a valer la pena, como pasó en algún momento.
Listo. Hasta acá.
Como trabajador en el área de la psicología podría diagnosticarlos con paranoia querellante. Es un tipo de paranoia reivindicativa donde creen que todo el tiempo están siendo perjudicados , que no están teniendo lo que se merecen y guardan muchísimo rencor y odio por eso. Además como se conoce, la paranoia es una psicopatología contagiosa, es decir el paranoico tiene mucha capacidad de convencer a los demás de sus delirios. En esta situación hemos visto al señor Javier Moreira viendo fantasmas por todos lados expresando su furia y hasta pidiendo a su audiencia venganza contra los jueces, logrando así convencerlos y retroalimentar dicho delirio.
Ese es el principal problema de los hinchas de nuestro tradicional adversario. A mi me dan un poco de lástima porque realmente sufren.
COMO DECIA EL CONTADOR DAMIANI
SUFREN DE PEÑAROLITIS !!!!!!
LOS MANYAS VIVIMOS HABLANDO DE PEÑAROL y LOS DEMAS PASAN EL DIA PENDIENTES DEL MANYA
Muy buena nota, irrefutable resumen de una historia en la que sobran los ejemplos acerca de quienes han sido en muchos ámbitos, los segundones. Me parece una buena idea poner estas cosas sobre la mesa y recordarlas, porque el bombardeo por parte de grandes sectores de la prensa suele ser tal, y casi siempre en contra de Peñarol, que se busca aquello de que «una mentira repetida cien veces se transforma en verdad». Hay una clara condescendencia con los del club sin Acta, más que nada en hechos en los que se incita o se concretan actos de violencia. Y es cierto, es histórico, siempre fueron llorones. En la década del 60, recuerdo perfectamente al dirigente albo Nasim Ache Echart, buscar fantasmas por todos lados y tratar de ensombrecer los triunfos de Peñarol, que en esa época eran demoledores. A tal punto, que esa década se cerró con 3 Libertadores, 2 Intercontinentales y una Supercopa de Campeones para Peñarol, y ninguna para Nacional. Pero siempre la palabra repetida y favorita de los segundones, era y sigue siendo «confabulación»…
RECORDAR Y TENER EN CUENTA: el mismo día que tuvo lugar el ataque a la vivienda del árbitro De León se realizó una asamblea general en el club sin acta de fundación. En la misma debía informarse y discutirse el tema de las auditorías (una referida al P central y otra a las finanzas en general) Además debía tratarse la solicitud de expulsión de los padrones sociales del anterior presidente de ese club, el connotado Puma Rodríguez.
Hay baches por todos lados, grandes como un océano. El déficit -dicen los que se quejan- supera largamente los 4o millones de U$S. Agréguese que hace cuatro minutos que decidieron «recomenzar» las obras en el P Central. Con qué plata si los fondos pagos x los dueños de los palcos fueron gastados en????
Hay un enorme escándalo financiero y de tapaderas denunciado desde hace varios años por socios del mencionado club.
Están haciendo lo posible por embarrar la cancha tirando las culpas a Peñarol. Lo único que suavizaría -poquito poquito- la debacle futura de toda la dirigencia, la actual y la que se fue, sería ganar el campeonato arrebatándole al aurinegro el tri.
Si pierden lanzarán a sus «comunicadores» -el 80 % de estos y de las empresas- alegando que Peñarol habrá triunfado en malas lides.
No tienen billetes para armar un plantel para el 2020. No tienen guita para pagar deudas multimillonarias. No saben cómo explicar el destino de las finanzas por parte de la directiva anterior.
Y justo, exacto, el día de la asamblea (que se realizó y hubo líos entre ellos) unos desconocidos vandalizaron el hogar del árbitro De león. NINGUNO de los canales informó de la realización de la asamblea ni lo sucedido en esta. QUË CURIOSO!!!!
EXCELENTE NOTA O EDITORIAL, LOS DIRIGENTES DE NACIONAL, SE DESMARCAN DE SU FRACASO COLGANDOSE DEL ALAMBRE COMO HINCHAS Y AZUZANDO A MAS DE UN TARADO, CON EL VERSO DE QUE SIEMPRE ESTAN ROBADOS…. NADA DICEN DEL PENAL QUE NO LE COBRARON A WANDERS Y A PLAZA CONTRA NACIONAL EN ESTE MISMO CAMPEONATO NO? AHI NO LOS ESCUCHE LLORAR. QUE CUADRO POCO DIGNO POR FAVOR, PERO NO TE DUERMAS CATINO- BARRERA SINO EN LAS FINALES DIRIGE GUSTAVO MENDEZ
EXCELENTE INFORME DE BRUNO MAZZA!!! EL PROBLEMA ES QUE EN ESTE PAÍS HAY MUCHO PERIODISTA HINCHA DE PEÑAROL, QUE TIENE LA HIPOCRECÍA DE QUERER QUEDAR BIEN CON «DIOS Y CON EL DIABLO» (para ganar más guita), MIENTRAS QUE, DEBIDO A TODAS LAS PATOLOGÍAS ANTEDICHAS POR EL ARTÍCULO, LOS PERIODISTAS HINCHAS DE NACIÓ MAL NO PUEDEN DEJAR DE HABLAR DE LAS PARANOIAS TRICOLORES…
Ignominia: es una ofensa pública que sufre el honor o la dignidad de una persona o grupo social; descrédito de quién ha perdido el respeto de los demás a causa de una probable acción indigna o vergonzosa.
En el paisanaje del siglo 20, era muy común decirle “gallina” al gaucho cobarde que no se animaba a enfrentar un contendor en un “mano a mano”.
Había un gauchito, que solía vestirse de blanco plumaje. A comienzos de siglo no se presentó a la batalla previamente acordada, en nada más ni nada menos que en 4 oportunidades: 29/07/1906, 07/10/1906, 01/11/1908 y 26/12/1926. Como si eso fuese poco, además de ello, se retiró en plena batalla en dos oportunidades más: 09/10/1949 (se fueron por el túnel y no volvieron más) y 06/02/1971 (simularon una lesión para quedar en inferioridad numérica y retirarse). Ver fuente PyD: http://historia.padreydecano.com/paternidad.html
Su bien ganado mote de gallina no podrá sacárselo nadie.
Su manera de ver las cosas no le permite comprender que el mal está dentro de sí misma y no en los demás. A sus ojos, esta gallina sufre en forma sistemática de injurias, vergüenza, oprobio, infamia, afrenta. Todos estos males, y otros, hieren su alma de una manera indigna, vil, ruin, infame.
El único consuelo para aliviar tamaña ofensa es arruinar a su rival, demolerlo de manera cruel, para hacer desaparecer la causa inconfundible de tanto sufrimiento.
Como no lo puede destrozar con armas legales, después de intentarlo muchas veces, entonces hay que buscar todos los argumentos, por muy falaces que puedan parecer, para alcanzar su enceguecido objetivo: la destrucción total de su archienemigo.
El paso del tiempo y ver que ese enemigo, lejos de amilanarse, cada vez se agiganta más, más y más, hace que sus pesares también vayan in crescendo en consonancia a tan penosa circunstancia…
En síntesis, esa es una causa de tan cruel enfermedad.
CARBONEROS SALUDOS!!!
gran verdad…los periodistas hinchas de Peñarol, no se porque pero se pasan para el otro lado…mientras que los Da Silveira, Charquero, Buysan, Mas, Mauro y Tito Bernardo, defienden a Nacional mejor que sus dirigentes….
mi respuesta era para el comentario de rogelio ramirez
La imagen de la gallina, le resta seriedad a la nota. La nota de por sí, es demoledora no se necesitaba esa imagen que no deja de ser un provocación.
¡para que? No hay nada mejor que la sutileza y los buenos modales para hundir y hacer polvo dialécticamente a un adversario.
de acuerdo
LA otra si un enfermo de nacional pone B🔲L50 para culpar a Peñarol eso sería posible , conociendo toda la pobreza intelectual de algunos ,esto da para cualquier interpretación , inclusive lo podría haber hecho un hincha de Agapito fc…….me da igual que se vayan !!
El asunto es claro, si no te dan garantía ,si te sentís robado, váyanse con sus pañuelosa llorar , a otra parte ,no son el ombligo del mundo ,?todo mal , todo robo , pero cuando afanamaron ellos , los hinchas se vanagloriaron , cuando asesinaron , el club ,los directivos al principio negaron y al final no le quedó otra que reconocer , pero siguieron metiendo cizaña por las audiciones radiales !!!! es una directiva de mierda y mala gente , no hablo del club , hablo de sus representantes de su directiva , váyanse ,tengan huevos , VÁYANSE !!!!