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Imagen: Ecuavisa

En las últimas horas se dio a conocer la noticia de que varios jugadores de Emelec e integrantes del cuerpo técnico sufrieron problemas estomacales, los cuales la prensa uruguaya y ecuatoriana calificó como intoxicación.

El entrenador del conjunto eléctrico, Quinteros, hizo declaraciones en la radio donde dijo que “amanecimos con problemas estomacales serios. Todo el tiempo estamos yendo al baño. (…) Encima petardos, en la puerta del hotel. Demuestra que tienen miedo. Esto hay que hacerlo público porque no puede suceder. Para mí esto no es casualidad”.

Por su parte, la encargada de Relaciones Públicas del Hotel Sheraton afirmó que “tenemos pruebas de que la comida estaba en buen estado. Se está comunicando que hay intoxicación y no es así. Si hay malestar, hay que revisar a cada uno. No se hizo una queja oficial. No hubo pedido de cambio de dieta. Es raro. Hay algo que no cierra”.

Lo más triste de todo es que se quiera decir entrelíneas que existe un involucramiento por parte de Peñarol para sacar una ventaja deportiva. Tampoco tenemos que defender al hotel Sheraton, pero una cadena hotelera de tal prestigio no se prestaría a semejante viveza criolla.

El club ecuatoriano lanzó un comunicado oficial donde afirma que  fue una «extraña coincidencia de la intoxicación de varios jugadores de su plantilla por la ingesta de alimentos» y que rechazan «que lo sucedido sea una casualidad». Por si fuera poco, cerraron el comunicado diciendo que su equipo «saldrá al campo de juego con la consigna de vencer (…) a estas adversidades extra deportivas que empañan la esencia del juego limpio».

La cuenta de twitter @GolazoEcuador publicó ciertos comentarios lamentables: “El juego sucio en la Copa Libertadores se aplicó a los jugadores del Emelec, que han sido intoxicados con la cena del hotel anoche”, “los jugadores afectados con malestares estomacales producidos por la ingesta de alimentos sobrecondimento, algo que se aleja del Fairplay” o “Desgraciadamente no se podría demostrar la implicación del club al que se enfrentará esta tarde”. 

No tenemos que ir muy lejos. Acá en Uruguay la prensa también jugó su papel. El periodista Martín Charquero, que ni siquiera está en Uruguay porque se fue a México a cubrir a su equipo, twitteó hace unos minutos: “La intoxicación es colectiva,jugadores y cuerpo técnico. Responsables del hotel desconocen motivos. Hay q agregarle la pirotecnia en la noche”. Uno se pregunta por qué habría que agregar la pirotecnia si son dos hechos completamente diferentes. Por cierto, a Peñarol en Iquique también lo despertaron en la noche con fuegos artificiales y la delegación no protestó, no dijo nada. Tampoco la prensa uruguaya armó tanto revuelo como lo está haciendo ahora.

Seamos sinceros, Peñarol es demasiado grande para envenenar comida. En la cancha seremos 11 contra 11 y que gane el mejor.