El Clásico de la Gallina Inflable

Dicen que todos los clásicos son distintos, que todos se recuerdan por algo, y este no es la excepción. El 11 de mayo de 2008 derrotamos 4 a 2 al tradicional rival, plasmando en la cancha una superioridad notoria sobre ellos. En el Día de la Madre, ganó Peñarol. Los golazos del “Pollo” Olivera, el talento del Tony Pacheco y las expulsiones de los albos provocadas por Carlos Bueno quedarán en el recuerdo, pero tal vez opacadas por la protagonista de la tarde: la gallina inflable.

Fue un partido donde Peñarol comenzó ganando de arranque con un golazo de tiro libre del Tony Pacheco sobre el arco de la Tribuna Amsterdam. El Pollo Olivera tuvo una tarde espectacular y marcó el segundo con una jugada personal en el área dejando varios rivales por el camino. Posteriormente nos descontaron con un error de distracción del arquero Salgueiro pero Carlos Bueno metió el tercero para mantener la distancia. Al final del primer tiempo volvieron a descontar, dejando el resultado parcial de 3 a 2.

Al comenzar el segundo tiempo el “Pollo” hizo su segundo gol para sellar el marcador de 4 a 2; nuevamente fue una obra de arte. En el equipo de enfrente se fueron expulsados 3 jugadores, 2 gracias a la picardía de Carlos Bueno. Cuando quedamos 11 contra 8, el equipo bajó la pelota al piso y simplemente hizo el toqueteo de balón para que todo el Estadio Centenario delire con el “ole ole”.

Para aquel clásico, y como siempre, la Ámsterdam se agotó en unas horas y la Olímpica fue 3/4 nuestra. La tribuna estuvo copada por globos amarillos y negros, pero la vedette de la tarde fue la gallina gigante inflable que estuvo en la tribuna para dejar mudos a los de enfrente.

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Primera parte|1VPzDnz3f6A
Segunda parte|3CpuNkNa30k
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Ficha del partido

PEÑAROL: Gonzalo Salgueiro; Matías Aguirregaray, Gerardo Alcoba, Darío Rodríguez, Maximiliano Arias; Mario Alvarez (73′ José María Franco), Omar Pérez, Antonio Pacheco, Ruben Olivera (59′ Marcel Román); Fabián Estoyanoff y Carlos Bueno (79′ Diego Rodríguez). Director técnico: Mario Saralegui. Suplentes: Guillermo Reyes, Matías Manrique, Julio Mozzo y Fernando Correa.

Nacional: Alexis Viera; Pablo Caballero (55′ Mathías Cardaccio), Mauricio Victorino, Deivis Barone, Adrián Romero; Nicolás Bertolo, Oscar Javier Morales, Diego Arismendi; Martín Ligüera (75′ Pablo Melo); Bruno Fornaroli y Richard Morales. Director técnico: Gerardo Pelusso. Suplentes: Leonardo Burián, Gastón Filgueira, Roberto Brum, Diego Vera y Sergio Blanco.

GOLES: 5′ Antonio Pacheco (P), 20′ Ruben Olivera (P), 26′ Bruno Fornaroli (N), 43′ Carlos Bueno (P), 45′ Nicolás Bertolo (N), 46′ Ruben Olivera (P).

Expulsados: 65′ Adrián Romero (N), 69′ Mathías Cardaccio (N), 76′ Bruno Fornaroli (N).

La historia de la Gallina Inflable

Boceto de la gallina

La Gallina Inflable nació por idea de un miembro de manyacapo.com y del grupo de Los Pibes del Palacio radicado en el exterior del país. Cuando propuso la idea enseguida todos se enloquecieron y arrancó la creación del plumífero.

Toda la movida fue organizada por el grupo como también por hinchas del exterior, sin apoyo de nadie de otros clubes, ni dirigentes, ni jugadores, sólo los hinchas. En su momento mucha gente quiso figurar o ser parte de la movida, pero esto fue hecho 100 % por los hinchas. La Gallina se mandó a hacer a Argentina y se compró con plata de gente del grupo (Los Pibes del Palacio y Los Manyas del Exterior) y también una parte fue con el aporte de la gente en el colectivo de Abitab Nº7663.

Al principio, la idea era de llenarla con helio, pero solamente el helio nos costaba $25.000 (pesos). Entonces, se decidió que la inflaríamos con un compresor de aire y se llevaría entre la gente sobre sus cabezas.

El domingo en horas de la mañana estábamos presentes en el estadio para intentar ingresarla. Pasaban las horas y cada vez se complicaba más la entrada del inflable. Gracias a una avivada de un hincha se pudo entrar todo. Él mismo cuenta como la entró en la película Manyas.

Clausura 2008 – Clásico

20 minutos antes de que comenzara el partido, la comenzamos a inflar gracias a los cables de la luz, los cuales se encontraban arriba del baño de damas y sirvieron para hacer funcionar el compresor. Demoró alrededor de media hora para inflarse.

Y ahí nació ella, a los 15 minutos más o menos del primer tiempo fue donde se hizo conocer ante todos. Cuando entró la Amsterdam no paraba de alentar, festejar y reírse al mismo tiempo. En la tribuna del frente era todo silencio (como casi siempre) y también se dijo que mucho llanto se veía en una Tribuna Colombes, la cual tampoco estaba llena, cosa que no nos sorprende ya que es común que no llenen una popular.

Ultimas Noticias el 12 de mayo del 2008 remarcó la victoria carbonera en la cancha y la goleada en las tribunas, y habló sobre la Gallina Inflable de la siguiente manera: «sobre el cuarto de hora del primer tiempo, el ingenio popular se hizo una vez más presente. Una enorme estructura de goma, tipo pelota de playa pero a la enésima potencia, ingresó a la cabecera «mirasol» en forma de gallina tricolor. En el cogote del plumífero podía leerse claramente la palabra «hijos». ¿Cómo hicieron para entrar ese armatoste? Seguramente que desinflado y por eso pasaron 15′ para exhibirlo».

Esa gallina pasó a la historia. Tuvo una gran repercusión mundial ya que en muchos diarios del mundo hablaron de ella. Como anécdota queda una del día que Uruguay enfrenta a Noruega en Oslo. Ese mismo día a todos los jugadores de Uruguay le dan una revista deportiva noruega que cuando explicaba cómo era el fútbol uruguayo, solo hablaba de Peñarol y de la hinchada, con una foto de la Gallina Inflable. Además explicaba la cargada de nuestra hinchada al sobrenombre que tiene nuestro rival de todas las horas. También el portal de FIFA subió la noticia.

La gallina después de este clásico también se hizo presente en el «Día del Niño Carbonero”, en el partido revancha de la Copa Libertadores contra el DIM, viajó a España para estar presente en el duelo del siglo entre Peñarol y el Real Madrid, estuvo recorriendo el interior del país junto a las Peñas del Club y acompañó a la hinchada en Avellaneda en la Copa Libertadores 2011.

Tiene que quedar claro que esto forma parte del folclore del fútbol y queda en eso, en simplemente una cargada al tradicional rival.