Peñarol no pudo en la final de la Copa Libertadores de Fútbol Sala con Cascavel de Brasil. El carbonero fue la revelación del torneo dejando una grata impresión en la disciplina.

El camino en la copa fue más que digno, el aurinegro integró el grupo de la muerte del certamen, eliminó en la última fecha a Boca Juniors, pasó en octavos derrotando a Barracas Central y venció en semifinales a Cerro Porteño.

En la final se midió ante Cascavel, campeón de Brasil y favorito para ganar el torneo desde el primer momento. En la fase de grupos ya se había dado este enfrentamiento, ganando los brasileños por 2 a 1.

Peñarol fue quien comenzó ganando en la final con gol de Nicolás Ordoqui desde el tiro penal. Pocos minutos antes de ir al descanso Cascavel igualó el marcador.

En la segunda parte comenzó a pesar en lo físico lo aguerrido que fueron los encuentros anteriores, donde incluso Peñarol jugó un alargue. Fue en el complemento donde el equipo brasileño mostró su superioridad y convirtió 2 tantos en momentos claves para ganar el partido.

Si bien no se pudo conseguir el título, lo hecho por el carbonero en tierras argentinas es histórico no solo para la institución atlética más grande del país, sino que para el deporte uruguayo.

Los dirigidos por Ignacio Cabral volverán a Uruguay en la próxima jornada, pensando en conseguir el tetracampeonato en la competencia doméstica.