Peñarol quedó nuevamente eliminado de la Copa Libertadores en la fase de grupos. El Decano no clasifica a los octavos de final de la copa mas importante del continente hace 11 años.

El primer campeón, el segundo campeón, el penta campeón de América que cuenta con los 3 máximos goleadores de la competencia, la máxima goleada y se encuentra en el top de tantos récords del trofeo continental más importante, nuevamente fracasa en este siglo en la competencia.

Si hablamos del Peñarol del Siglo 20 y del Peñarol del Siglo 21 parecen dos clubes totalmente diferentes.

El primero un equipo top de América, con los mejores jugadores del continente en sus filas, arrasador de local y de visitante, siempre presente en las fases finales de la Copa y siendo el equipo al cual todos los rivales querían evitar.

El segundo es lo opuesto por donde se lo mire. Un equipo que incluso se ausentó en ediciones de la Copa, por varios años seguidos, que es el más goleado de lo que va del siglo, le cuesta una enormidad ganar de visitante, solamente pasó en 2 oportunidades la fase de grupos y se perdió ese miedo de enfrentar al carbonero en una competencia sumamente representativa para la historia del Club.

Un equipo que en 41 años ganó 5 ediciones de Copa, culminó segundo en 4 oportunidades y llegó a las semifinales del torneo en otras 10 ediciones (llegando a octavos y cuartos en 7 ocasiones más) pasó a en 21 años superar la fase de grupos en 2 oportunidades, no clasificar a la copa en 6 temporadas, perdió la clasificación en prelibertadores en 2 y quedó último del grupo en 3 oportunidades. En las restantes participaciones culminó en la tercera posición. De las 2 veces que superó la fase de grupos, Peñarol llegó a cuartos de final cayendo ante San Caetano en 2002 y perdiendo la final de la Copa Libertadores ante Santos en 2011.

Además, en más de una oportunidad el equipo llegó (como en la presente edición) a la última fecha del grupo sin chances de clasificarse a la siguiente ronda.

Años difíciles para la institución en el ámbito internacional. Año tras año el plantel sufre la presión de clasificar a la siguiente fase y se va acumulando, así sea otro plantel, entrenador e incluso directiva, la presión es cada vez más, al igual que la desilusión del hincha que quiere ver al Club donde se merece estar.

Un equipo tan acostumbrado a no ser lo que alguna vez fue, un equipo copero del continente que todos querían evitar y que siempre se metía en las fases definitorias.