El decano del fútbol uruguayo viene atravesando pésimas temporadas a nivel deportivo. Elevar la vara y exigir al nivel de Peñarol es fundamental para volver a posicionarnos donde debemos estar.

Hace muchos años que Peñarol no está donde la grandeza de su historia marca que debería estar, y es que el equipo de los obreros del ferrocarril desde sus inicios significó trabajo y sudor, campeonando desde el primer torneo y siendo el máximo ganador de nuestro país.

A nivel internacional también exigimos y fuimos los primeros, tanto a nivel dirigencial desarollando la Copa de Campeones de América (hoy Copa Libertadores) como disputando el partido desempate en la primer semifinal de la historia del trofeo ante San Lorenzo en Montevideo por negociaciones, como a nivel del enorme plantel de jugadores que hicieron historia se exigió, desde la primera Libertadores el hincha exigió ganarla, y al año siguiente se exigió el bicampeonato.

Los años pasaron y se siguió exigiendo. Los hinchas colmaron siempre donde le tocara jugar a Peñarol, apareciendo en cada ocasión y colocando al equipo carbonero en 8 partidos de los 10 con más asistencia de público en la historia del fútbol uruguayo, y teniendo el récord y el segundo lugar de asistencia fuera del Estadio Centenerio.

Exigir es parte de la historia de Peñarol, el más grande tiene la mayor responsabilidad de seguir siendo lo que fue. Lamentablemente venimos de décadas nefastas en comparación con la historia del Club, no se compite a nivel internacional y se volvió más difícil de lo habitual conquistar el título de Campeonato Uruguayo.

Hoy el hincha posee herramientas que en épocas anteriores no existían, las redes sociales, la globalización de todo ámbito y el nuevo mundo hicieron que hoy en día el hincha tenga una cercanía a la dirigencia y a los jugadores como nunca antes. Exigir a los dirigentes que trabajen para el bien del Club, a los jugadores disciplina y dedicación por la camiseta y a todo lo que rodea a la institución que esté a la altura del escudo es parte de lo que debe hacer el hincha aurinegro.

El pasado 21 de diciembre se cumplió un nuevo aniversario de lo que significó el Campeonato Uruguayo número 38, el mismo se cosechó luego de igualar 0 a 0 ante Sud América. El equipo venía de ganar la Copa Libertadores y de levantar la Copa Intercontinental 9 días antes y aún así el hincha reclamó no ganar un partido que sin embargo alcanzó para lograr el título. Al año siguiente, el plantel de Bagnulo (uno de los entrenadores más importantes en la historia del decano) se fue silbado luego de una derrota frente a Defensor en el medio de su conquista de Copa Libertadores y en la previa de afrontar otra final de Copa.

Hoy por hoy, Peñarol viene de participar de la Libertadores por última vez en 2022, ganando apenas 2 partidos y quedando último en su grupo integrado junto a Colón de Santa Fe, Olimpia y Cerro Porteño. Al año siguiente no se clasificó a la Libertadores y disputó la Copa Sudamericana, quedando eliminado sin conseguir siquiera una unidad cayendo en todos sus partidos ante América MG, Millonarios y Defensa y Justicia. La realidad deportiva es totalmente diferente, y la exigencia también.

No puede molestar la crítica del presente, Peñarol sigue sin volver a donde debería estar. Los errores dirigenciales que se han cometido se han vuelto a repetir y hay que marcarlos, también la llegada de jugadores y funcionarios que no han estado a la altura del Club y que no lo respetan faltando a su labor.

Siempre que sea con fundamentos y respeto, el hincha tiene la libertad y de exigir y de exigirse para que Peñarol vuelva a ser Peñarol.