Uno de los jugadores que viajó con la delegación aurinegra rumbo a Brasil para disputar la Copa Ipiranga Sub 20 fue Rodrigo Piñeiro. Antes de partir el atacante habló con padreydecano sobre la Copa, sus sueños cumplidos y los referentes del plantel.

Expectativas del viaje: «Todos viajamos con el mismo objetivo, vamos con ganas y para disfrutar esta experiencia que para algunos es nueva; para mí lo es. Vamos para tener una buena participación y traer algo a casa. Me tocó viajar fuera del país con el primer equipo pero no tuve minutos, esto va a ser muy importante».

Rivales del grupo: «Son rivales fuertes pero nosotros también lo somos. Peñarol es un nombre fuerte para cualquier rival, es un club grande y tiene un buen equipo. La camiseta y la historia juega en estas copas».

Importancia de la competencia: «Para los objetivos individuales de cada uno es muy importante, para mostrarse y tener minutos. En mi caso me va a ayudar mucho porque puedo tener más rodaje y siendo a nivel internacional y fuera del país va a ser una linda oportunidad para mostrarme. Desde que llegué estoy luchando por un lugar en el plantel principal, estoy con muchas ganas de que llegue la oportunidad».

Observación internacional: «Entrás motivado porque te ven de varios equipos importantes, pero ya teniendo puesta la camiseta de Peñarol entrás con muchas ganas y dejándolo todo».

Compañeros: «El grupo es muy unido, desde el primer equipo hasta las juveniles, tiramos todo para el mismo lado. Cuando el primer equipo visitó Las Acacias para ir a ver al tercer equipo reflejó la unión, a mí no me tocó jugar y lo ví con el resto del plantel. Ahí se notó mucho la unión que tenemos, somos todos Peñarol».

Clásico de verano y asistencia: «Fue soñado. Fue mi segundo partido en Peñarol, estaba muy nervioso y logré algo soñado e inexplicable. El pase a Gabriel Fernández es la primera pelota que toqué en el partido, en la primera pelota uno intenta jugar fácil para agarrar confianza pero justo me tocó salir con el contraataque, fue muy difícil controlar los nervios. La pelota me queda un poco atrás pero logro controlarla y hacerle el pase al ‘Toro’ para que convierta. Todos me dijeron que juegue tranquilo, que la responsabilidad era de los ‘grandes’. A cada juvenil que entra le dicen lo mismo y eso te da tranquilidad para entrar menos nervioso. Los referentes te hacen saber que la responsabilidad es de ellos».

Estar adentro: «Siempre quise saber cómo se sentía ver todo desde adentro. Yo lo sigo viviendo como hincha, cuando estoy en el banco y escucho las canciones las canto, al ‘Lolo’ le pasa igual; una vez le pregunté y me dijo que hacía lo mismo que hago yo. Eso es porque sos hincha de Peñarol y amas al club».

Fabián Estoyanoff: «Me siento reflejado con el ‘Lolo’, por algunas cosas que pasó él también. Él me aconseja y me habla mucho, no solamente en el fútbol sino también afuera de la cancha, me llama por teléfono y anda todo el día atrás mío».

Referentes del plantel: «Con ellos hablo mucho. Me reuno con el ‘Cebolla’, por suerte el resto de los juveniles y yo tenemos a un capitán que se preocupa y se encarga de nosotros, siempre está apoyándonos. Cuando tenemos errores lo corregimos con los referentes, eso es lo más lindo porque capaz uno es chico y no se da cuenta, pero ahí ellos te ayudan y te corrigen».

El roce con el hincha: «Ver que me piden me pone contento pero también me hace pensar que le debo algo al hincha. Yo quiero jugar y demostrar, no sé si que la gente te pida te juega en contra o no, pero me da más ansiedad y nervios de no querer equivocarme a la hora de entrar. Cuando voy por la calle y me apoyan es genial, nunca me había pasado. Cuando me pedían fotos por primera vez iba nervioso pero con ganas, ahora un poco me acostumbré, tampoco tanto (entre risas), el hincha viene y me dice ‘vamos Peñarol’ y eso hace que esté más suelto y no tenga más nervios».

Entrenar con primera y tercera: «Hay muchas diferencias porque la primera y la tercera no juegan a lo mismo. Eso se tendría que hablar para que se juegue a lo mismo en ambas divisionales, hoy en día se juega muy diferente».

Copa Libertadores: «Ilusiona bastante, es algo que Peñarol le debe al hincha y obviamente se la queremos dar por nosotros y por toda la gente. Pienso que la doble competencia puede darle más minutos a los juveniles por la rotación».

Copa Campeonato Uruguayo en las manos: «Fue lo que siempre soñé, vestir la camiseta y levantar una Copa con Peñarol, ya había levantado la Supercopa y la copa de verano que ganamos y las levanté con muchas ganas y alegría. Desde chiquito soñé con todo esto y hoy en día que lo vivo desde adentro es inexplicable, es el sueño de mucha gente. Todo puede llegar, nunca hay que rendirse -con voz emocionada-«.

Rodrigo Piñeiro de niño: «Para ir a la cancha a veces me escapaba, yo quería ir a la tribuna con mis amigos. A los 13 me hice el tatuaje porque mis amigos del barrio, con los que iba a la cancha tenían tatuajes de Peñarol, yo era muy chico y no me dejaban. Nosotros siempre estábamos, siempre acompañamos, entonces me lo hice porque sentía eso, pero cuando llegué a casa me ligue una paliza -entre risas-«.

Tribuna: «Iba a la Ámsterdam, pero cuando no podía porque no tenía plata conseguía que mi padrino me consiguiera otra».

Familia: «En mi familia por suerte somos todos de Peñarol. Cuando nos enteramos que iba a ser jugador de Peñarol fue tremendo, yo estaba con mis padres que vivo con ellos y cuando nos enteramos no se cuál de los 3 estaba más nervioso y feliz. Esperábamos la noticia real porque nos enteramos primero por las redes sociales, nos pusimos ansiosos porque no sabíamos si era real o no. Fue una alegría enorme, mis padres se emocionaron tanto que se pusieron a llorar, estábamos pasando un momento muy duro en mi casa y se me dio de poder cumplir mi sueño de toda la vida».

Primer entrenamiento: «La primera vez que entrené con Peñarol fue en Colonia, un día antes de viajar a Colonia me escribe Ramón Arias diciéndome que me estaban esperando, ahí no pude aguantar más, incluso me daba miedo ir -entre risas-. Cuando llegué me esperaban Fabián Estoyanoff, Marcel Novick y el ‘Cachila’ que fue el que me mandó el mensaje, me hablaron y me aconsejaron, me dieron mucha tranquilidad. Me explicaron lo que era Peñarol y me ayudaron a adaptarme».

Objetivos: «Uno de mis objetivos era la selección Sub 20, desgraciadamente hoy en día no estoy siendo tenido en cuenta, estoy dolido por eso pero hay que seguir adelante. Ahora mi meta es jugar en Peñarol, pensar solo en tener minutos y aprovechar las oportunidades que me den.»

Irse a préstamo a sumar minutos: «Nunca se me pasaría por la cabeza irme, no me importa si me aseguran jugar más afuera, me quedo en Peñarol. Yo quiero tener minutos y jugar acá».

Supercopa: «Vamos de a poquito, tenemos que disfrutar las vacaciones, por suerte se nos están dando los clásicos y cuando llegue la hora del clásico de verano ahí sí se va a pensar».

Cargadas a amigos del rival: «Eso es tremendo, en los clásicos siempre hay joda y yo siempre a calladito aguantando, me gastaban y el día que le ganamos desaparecieron, no me hablaron por días -entre risas-, pero hablando en serio, no importa si tus amigos son de Nacional o no, lo importante es disfrutar el clásico y vivirlo tranquilo».