Nicolás Ordoqui, capitán y goleador histórico de Peñarol fútbol sala, dialogó con Padre y Decano sobre el crecimiento del deporte en Uruguay, la responsabilidad que conlleva ser referente en Peñarol y los objetivos de cara a un futuro a nivel grupal.

¿Cómo fueron tus inicios en el club y qué significa Peñarol en tu vida?

«Este es mi año número once en el club. A lo primero arranqué jugando en Malvín y desde el primer momento que me dijeron para venir a Peñarol no lo dudé. A lo largo de los años recibí diferentes propuestas para ir a jugar a otros países; Argentina, España, pero también, por el trabajo que tengo acá (negocio familiar) se me complicaba, aunque jugar en Peñarol siempre tiró más que todo lo demás. Para mí jugar en el club de tus amores es lo más lindo que le puede pasar a alguien que es hincha. Más allá de lo económico que puede afectar, dentro de 20 años vas a decir “jugué en Peñarol” y creo que eso no hay plata que lo pague.»

¿Qué enseñanzas y aprendizajes te ha dejado a lo largo de estos años?

«Mucho. Tuve la suerte de tener entrenadores muy buenos, de jugar con los mejores jugadores que tiene este deporte, y siempre se aprende. Es un deporte que cambia mucho. No es el mismo que cuando empecé. Hoy en día cambió y se juega de otra manera. Es todo mucho más físico y creo que día a día uno va aprendiendo. No hay un punto que digas “ya lo aprendí todo”. Siempre se va mejorando poco a poco y eso es lo lindo que tiene este deporte. Sea jugándolo o mirándolo te termina gustando.»

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Foto: Fútbol Sala Peñarol – Paulo Petkoff

¿Crees que el fútbol sala evolucionó? ¿Pensás que ha transcendido en los últimos años?

«Yo creo que en general creció mucho el Fútbol Sala en Uruguay. Cuando empecé a jugar era un campeonato entre dos o tres equipos. A veces perdías un partido o el clásico en uno de los torneos (Apertura o Clausura) y era muy difícil de remontar. Hoy en día hay 10 equipos en la liga y son todos parejos. Tal vez, el que está un poquito más débil se hace fuerte de local y hace que el campeonato sea más activo, más competitivo.»

¿Cuál son tus objetivos de cara a un futuro?

«Yo creo que el objetivo que se nos viene haciendo cuesta arriba estos últimos años es volver a salir campeón, ya que hace 4 años no lo logramos. Éste tiene que ser el punto de quiebre para volver a lo que fuimos. Tuvimos una racha que de 5 años ganamos 4, entonces mal o bien te acostumbras a ganar que es el objetivo que tiene Peñarol año tras año. Estos últimos años se nos estuvo escapando, pero creo que este año vamos bien. Tuvimos la suerte de ganar el clásico el otro día y quedar 3 puntos arriba. Es como ganar la tabla anual digamos, te da la ventaja que si en los Play-Offs no te va muy bien, tenés una ventaja extra en las finales.»

¿Qué espacio ocupa Peñarol hoy en día en tu vida?

«Mucho y creo que después de tantos años más todavía. Es algo que voy a valorar más el día que deje de jugar que hoy en día, porque ahora lo tomo como algo normal. Jugar en Peñarol con la responsabilidad que merece, pero como algo de todos los días. No es tan fácil permanecer tanto en un mismo equipo y menos que sea Peñarol, que es el cuadro del que uno es hincha.»

Capitán, figura y símbolo de Peñarol. ¿Cómo tomas el rol de referente en el equipo?

«Creo que hay muy buenos jugadores, pero es un deporte de equipo. Lo de referente lo tomo como una responsabilidad linda. Hay muchos juveniles que van subiendo. Antes de lo deportivo, quiero que valoren otras cosas. Por ejemplo, yo no soy nunca de faltar a practicar, siempre trato de estar a la orden. Creo que con que agarren un poquito de eso ya cumpliría esa parte.»

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Homenaje y reconocimiento a Nicolás Ordoqui por los 400 goles oficiales. Foto de Victor Bedrossian

La escuelita de Fútbol Sala de Peñarol es una de las actividades que tiene el club para los más chicos, ¿qué consejos o qué experiencias podes transmitirle a ellos?

«Creo que la mayor responsabilidad es la de estar en Peñarol. Es la mejor motivación que pueden tener. Es un deporte menor y no te va a salvar económicamente. Entonces dentro de unos años lo que te va a quedar es la alegría de haber jugado en Peñarol y eso es lo que tienen que disfrutar y aprovechar. La responsabilidad siempre es ganar los clásicos y salir campeón, pero básicamente disfrutar el estar en Peñarol, tomarlo con la responsabilidad que se merece y aprovecharlo porque uno no sabe cuántos años podrá jugar. Tengo la suerte de estar hace 11 años en el club y no me arrepiento de nada. Ojalá puedan ser muchos más pero no depende sólo de mí.»

Mathias Tilve