La novela de nunca acabar escribió un nuevo capítulo en estos días. Transcribimos a continuación los fragmentos más importantes de los artículos de prensa con las negritas por Padre y Decano:

31/07 – El Observador:

IMM da visto bueno para estadio de Peñarol frente a Zonamerica: La intendenta Olivera pidió a la Junta que habilite la construcción.

El Club Atlético Peñarol busca construir su escenario deportivo en la zona de Villa García, localidad ubicada al noreste de Montevideo y próxima al complejo empresarial Zonamerica. La institución ya comenzó las gestiones con la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM) para tramitar la habilitación y el gobierno departamental le dio el visto bueno a la propuesta.

La intendenta Ana Olivera envió el jueves (26 de julio) un proyecto a la Junta Departamental de Montevideo que cambia de rural a urbano la denominación de tres terrenos en esa zona para que Peñarol pueda construir allí su escenario deportivo. El pedido de la jefa comunal ya ingresó a la Junta y será estudiado por la comisión de Planeamiento Urbano del Parlamento montevideano.

La IMM deberá avalar con un estudio de impacto ambiental y otro  territorial la habilitación definitiva de la construcción del estadio. Además el proyecto deberá ser aprobado primero por la comisión de Planeamiento Urbano de la Junta Departamental y luego por el plenario del legislativo comunal.

Si bien ahora la Intendencia pidió el cambio de denominación de terrenos en esa zona para habilitar la construcción del estadio, desde hace 10 años un emprendimiento de barrio privado cercano a Zonamerica, denominado Jacksonville, solicitó el mismo permiso. Esa habilitación fue negada definitivamente  el año pasado, también bajo la administración de Olivera.

02/08 – El Observador:

IMM saltea estudio de impacto ambiental en estadio de Peñarol: El análisis vendrá después porque el club ya firmó boleto de reserva

La IMM pide rapidez a la Junta Departamental para pronunciarse a favor del estadio del Club Atlético Peñarol frente a Zonamerica por dos motivos. El primero es que el club tiene compromisos de boletos de reserva del predio con “plazos exiguos”. El segundo es que el financiamiento de la obra será a través de la venta de palcos y butacas. Como la urgencia de estos plazos chocarían con el tiempo que insume un estudio de impacto territorial integral, necesario para la aprobación, la Unidad del Plan de Ordenamiento Territorial de la IMM permite que el análisis referido a los impactos económicos, ambientales, de tránsito y paisajísticos del área vengan después de la autorización. Para fundar esa decisión explican que la autorización es precaria y revocable.

La premura de la IMM, más el antecedente de que la comuna negó un permiso igual al que ahora pide Peñarol –la recalificación de ese suelo de rural a urbano– para un emprendimiento de Jacksonville, genera polémica en torno a la discusión que se dará en la Junta. La oposición planteó que la IMM se mueve aquí por una aversión ideológica a los barrios privados. De hecho, bastarán los votos de los ediles frenteamplistas –que aún no fijaron posición– para su aprobación.

El anteproyecto presentado a la IMM describe un estadio con capacidad para 40 mil espectadores, ampliable a 55 mil para el año 2030, en el caso de que se celebre la Copa del Mundo. Se trata de un recinto con cuatro tribunas, cuatro torres de iluminación, una pantalla gigante, 13 accesos para el público y cuatro accesos a la tribuna y edificio de palco. Esto totaliza 16.235 metros cuadrados. El área del campo de juego es de 11.400 metros cuadrados. Además, se prevé incorporar 1.130 plazas de estacionamiento.

En el predio también funcionará la sede del club, un museo y un área gastronómica y de servicios para los días de partido. El complejo ha sido diseñado para albergar otros espectáculos recreativos. Según la memoria descriptiva del proyecto, el lugar fue elegido por su proximidad con el aeropuerto de Carrasco, por su conectividad con el oeste de Montevideo y la presencia de buenos espacios para la práctica de delegaciones deportivas. La Unidad del Plan de Ordenamiento Territorial indica como “positiva” la ubicación elegida, al este de Montevideo.

La Unidad del Plan de Ordenamiento Territorial considera la recalificación del suelo como un hecho imprescindible para la viabilidad el proyecto. La normativa no establece límites para un emprendimiento de gran porte y admite que pueda usarse para actividades deportivas. El anteproyecto destaca que se trata de una zona sin viviendas, y descarta la contaminación acústica y lumínica, así como la congestión vehicular los días de partido, puesto que las vías cercanas pueden absorber ese mayor flujo de tránsito.

02/08 – Subrayado

Peñarol defiende nueva ubicación del estadio y pide no politizar: El club pretendía reserva pero trascendió y generó polémica entre la oposición y la Intendencia del Frente Amplio, que cambiará categoría del suelo para habilitarlo (…) El vicepresidente de Peñarol, Edgard Welker, dijo a Subrayado que el club hubiera preferido que todo este proyecto, y sobre todo la nueva locación elegida, se mantuviera en reserva. Recordó que la anterior zona donde el club propuso construir su estadio (en el Parque Roosevelt) fracasó porque la discusión «se politizó» (…) Subrayado informó este martes que la Intendencia estaba decidida a realizar este cambio siempre y cuando Peñarol cumpla con los estudios de impacto ambiental y de tránsito, entre otros. Así lo dijo a Subrayado el secretario general de la comuna, Ricardo Prato.

De inmediato provocó la reacción de legisladores y ediles de la oposición que, sin oponerse al estadio de Peñarol, cuestionaron a la Intendencia por tener, dijeron, dualidad de criterio. Esto porque el gobierno departamental negó tiempo atrás la construcción en esa misma zona de un barrio privado argumentando que se trataba de suelo rural y no urbano.

El senador del Partido Nacional, Gustavo Penadés, dijo a Subrayado este jueves que la Intendencia del Frente Amplio no tiene un criterio fijo y que si se habilita un estadio bien puede permitirse la construcción de un barrio en una zona venida a menos.