Se cumplen 100 años del nacimiento de uno de los futbolistas más grandes en la historia del fútbol mundial, Obdulio Jacinto Varela, capitán de Peñarol y de la Selección Uruguaya, símbolo del país.

Padreydecano.com repasa en este especial 100 frases del inigualable Negro Jefe.

1. «Qué jugador!!! Ese sí que mandaba, mandaba más que Artigas”, sobre Lorenzo Fernández ex jugador de Peñarol y la Selección Uruguaya.

2. “El casamiento es encerrarse; le cortan a uno las alas y no se puede volar mucho”

3. “Los hijos son cosa seria, hay que ayudarlos a volar”

4. “La banca siempre gana. Le pagan con la mano y recogen con rastrillo”, sobre el casino donde trabajó.

5. “Nací en La Teja, después de un barrio a otro hasta que caí en La Comercial, ahí sí fútbol todo el día”

6. “En la Intermedia de antes se jugaba a muerte. Nadie quería perder. Nos agarrábamos a trompada limpia y minga de policía”

7. “Antes el padre laburaba y aguantaba a toda la familia… Hoy tienen que laburar todos, el viejo, la mujer, los hijos y entonces los pibes no pueden darle a la pelota”

8. “Antes éramos todos atorrantes… ¿A quién le gusta trabajar? Era más lindo pegarle a la pelota que ir al yugo”

9. “Antes un club de Primera era dueño y señor… Estábamos en la época de los esclavos. Venía un dirigente y decía: Preciso a aquel ganado… ¿Cómo es la canción? No podía ser, conmigo esas cosas no iban. Me revelé y chau!!! Me puse duro!!!»

10. “La vieja no lo quería creer. Se fue a la comisaría a averiguar si había afanado a alguno. Así empecé en Wanderers”

11. «Es mentira que el fútbol no se enseña. Siempre hay secretos. Uno termina y sigue sin saber la mitad de las cosas”

12. “¿Sabe lo que era la Celeste? Uno se ahogaba. Pesaban los recuerdos. Atrás estaba la gloria de Nasazzi y Lorenzo, no se podía perder. Un negrito pobre como yo que recién empezaba, escuchaba hablar a los mayores de la celeste y el pasado, se me erizaba la piel”

13. “Arreglé bien con Peñarol… Esa noche me tomé unas copas para festejar… Siempre me gustaron”

14. “Me quedé en Peñarol. Si fracasaba quedaba en la vía, pero en la vida siempre hay que arriesgar. Siempre fui hincha de Peñarol. Era manya”

15. “Nunca fui caudillo. A mí lo único que me gustaba era jugar al fútbol; mandar un poco, ordenar un poco y nada más. Se nace para mandar, soy una persona como cualquier otra, lo único que me queda es la satisfacción de haber cumplido”

16. “Algunos angelitos se creen que el Mundial es una fiesta deportiva. Son mentiras!!! Ahí hay que hacer lo que venga. Si usted puede jugar con un cuchillo en la cintura, agarre viaje».

17. “Nosotros ganamos la final de 1950 porque no nos achicamos”

18. “Dicen que jugábamos cuatro veces la final y que nos ganaban las cuatro. Yo decía que no. Adentro de la cancha les dije que los de afuera son de palo”

19. “Aquí no estamos para discutir actitudes pasadas. Aquí estamos para ser campeones del mundo. Los orientales nunca toman solos”, antes de jugar el Mundial de 1950 cuando había rispideces por la huelga de 1948.

20. “Cumplidos solo si somos campeones”, luego de que los dirigentes insinuaran que se cumplía perdiendo por poco ante Brasil en 1950.

21. “Cuando pedí pase para Peñarol, me hicieron como siete homenajes en una semana y rechacé como diez más. Parecía que me casaba”

22. “O $250 o $500 para todos por igual. No podía admitir distinción que no correspondía. Los once dieron todo por el triunfo, el esfuerzo es colectivo y no de la voluntad de un solo jugador”; cuando se le quiso pagar el doble de premio que a sus compañeros por un partido. Todos cobraron $500.

23. “Le diré que a la prensa la respeté siempre. Es gente que trabaja. Todos los deportistas necesitan de su influencia. Un señor periodista creyó que tenía la verdad en su puño, quedaba mal que hiciera justicia por mano propia, entonces tomé la determinación de no salir en las fotos del equipo. Le dije a un dirigente de Peñarol que me habían contratado para jugar al fútbol y para defender honestamente la camiseta, no para vedette”

24. “Una vez un encumbrado dirigente de Wanderers me sugirió como quien ordena salir a empatar. A mí empatar!!! Como jugador, técnico o hincha siempre salí a ganar”

25. «¿Por qué no vienen a practicar al Estadio? Este negrito se llama Obdulio Varela y del Uruguay no se mueve”, cuando un dirigente de Boca quiso que practicara en Buenos Aires antes de contratarlo.

26. “Se reunían en delegación aurinegros para hacerme ver que Peñarol era historia, continuidad de glorias y no un grupo de hombres. Me sabían peñarolense… No soy rencoroso soy cabrero con las injusticias. Fue el arma principal para que depusiera mi enojo y volviera a servir a la querida causa”

27. “Este es el país de los vivos y el fútbol es un escalón muy importante para el logro de ciertas aspiraciones”

28. “Después del mundial del cincuenta, no había un solo dirigente que queriendo no tuviera una medalla del suceso… Y eso dolía mucho”

29. “El húngaro era un hombre despierto y vivo como una liebre, sabía mucho de preparación física y se preocupaba a fondo de conocer a los contrarios”, sobre el entrenador de la Máquina de 1949, Emerico Hirsch.

30. “Yo tomaba mucho entonces no tuve más remedio que internarme, me hicieron un tratamiento especial”

31. “Mire, usted jugó bien ante los cuadros chicos y en la reserva de un clásico, pero eso en Peñarol no es suficiente. Al hincha hay que demostrarle que se sirve en los partidos como el de hoy”, a Juan Eduardo Hohberg antes de su primer clásico. Hizo un gol.

32. “Jugábamos descansados, usted daba la pelota para adelante y quedese tranquilo que demoraba en volver”, sobre la delantera compuesta por Ghiggia, Hohberg, Miguez, Schiaffino y Vidal.

33. «Era un fútbol ganador, de fuerza y de potencia… Eso era Peñarol de 1949”

34. “Cuando el jugador es bueno, hay que prepararlo bien en lo físico y de esa forma queda habilitado para ganar en cualquier lado y cualquier partido”

35. “De lo que estoy seguro es que le pegué con alma y vida”, sobre su gol a España en el Mundial de 1950.

36. “Siempre pensé que el dirigente bien ubicado es quien debe aconsejarle al jugador joven… Es difícil la mentalidad de muchachitos que saben pegarle bien a la pelota y nada más”

37. “Había muchachos con una conciencia y un equilibrio que daba gusto, que sabían lo que representaban, valoraban los consejos que los veteranos les hacíamos llegar”

38. “Dije que si jugábamos la final de 1950 cien veces perdíamos cien. Lo dije después, antes no”.

39. “Los partidos se ganan dentro y se pierden dentro de la cancha, y hasta que se jugara, no se podía saber”, sobre la final de 1950.

40. “Yo era el capitán y algo tenía que hacer para enfriar el partido y se me ocurrió eso”, cuando tomó el balón debajo del brazo en 1950.

41. “Me tuve que enfrentar a fenómenos del fútbol mundial pero como aquel equipo brasilero de 1950, tan completo, créame jamás vi ninguno”

42. “Hay que aceptar desafíos para demostrar que somos los mejores del mundo”

43. “En un partido en Buenos Aires nos habían tratado muy mal en la cancha y el público. En Montevideo querían que saliéramos ambos equipos juntos. No contaron conmigo, cuando a mi me daban en la mejilla, no ponía la otra ni loco”

44. “En un partido jugué yo y cuatro hermanos. Eramos cinco, estaba la cancha llena de negritos”

45. “Vivió humilde y calladamente con su valija compañera, y lo dio todo por el fútbol y sus jugadores. Estuvo siempre presente, menos en el reparto de la gloria”, menciona a Matucho Fígoli, masajista presente en Colombes 1924, Amsterdam 1928, Montevideo 1930 y Maracaná 1950.

46. «A Bigode y Barboza se les complicó la existencia barbáricamente, les hicieron la vida imposible”, dos brasileños rivales en 1950.

47. “Al otro día de la final había una recepción importantísima en la embajada… No fui, era una fiesta de amistad distinguida, de copas finas y de confraternidad de alta escuela”

48. “Cosas de delegados y directivos… los mismos que nos pedían que perdiéramos por cuatro goles y cuando llegaron a Montevideo pidieron sus bien ganadas medallas de oro”

49. “Salí a festejar solo después de la final, los brasileños me reconocieron y me invitaron a cenar»

50. “A vos no te lo vendo, a vos te lo regalo”, a un juvenil que quiso comprale su viejo auto.

51. “Son grandiosos los brasileños, todavía me quieren ayudar”, luego de que le ofrecieran radicarse en el país norteño.

52. “Si voy a Suiza es para jugar. Si no estoy en condiciones me quedo en casa”, previo al Mundial de 1954,

53. “Aquel triunfo fue obra de todos, nadie aflojó y todos dieron lo que tenían”, sobre el Mundial de 1950.

54. «Era intransigente con la puntualidad, y te hacía parar desnudo en el gimnasio todos los días para ver qué habías hecho la noche anterior”, omentando la rigurosidad del entrenador húngaro de 1949.

55. “En 1954 se había puesto lindo, ganamos los tres partidos, hicimos siete goles, recibimos tres. Una lástima, se juntaron las lesiones y los dirigentes”

56. “Siempre pensé que sin dirigentes ese partido hasta ganar se pudo”, dijo sobre la semifinal de 1954.

57. “A la cancha hay que entrar mirando de frente a todo el mundo. Siempre hay que entrar ganando, porque el que entra perdiendo, pierde”

58. “Me costó muchas lagrimas aquel partido contra los húngaros, porque se podía repetir lo de cuatro años atrás”

59. “Jugué mi último partido en el Brasil contra el América. Había llegado la hora de abandonar el fútbol y yo lo sabía”

60. «Se da cuenta lo que es saberlo? Nunca más Peñarol ni la celeste”

61. “Uno ve la jugada como siempre la vio, mal o bien, pero siempre la vio. Son las piernas las que no responden al llamado de la mente”

62. “Usted paga un whisky y nosotros tomamos café. La diferencia la volcamos a favor de la cruzada del Doctor Caritat”, una vez que un dirigente ofreció invitar con whisky a la delegación que jugaba a beneficio de los necesitados.

63. “Cuando me puse la Celeste, fue como que me transformara, ahí entendí lo que era la patria”

64. «En la cancha me sentí responsable de la alegría o tristeza de los demás. Pero también me sentí libre”

65. “Nunca le di la mano a ningún juez, para que se dieran cuenta de que de este lado había alguien”

66. “La mayoría de los jugadores son buena gente, salvo excepciones. Muchos salimos de la pobreza, como yo, que abandoné la escuela demasiado pronto”

67. “¿Los dirigentes? Me resulta difícil encontrar destacados, Don César Batlle Pacheco y dos o tres más”

68. “¡¡¡La Asociación por Dios!!! Lo único que hicieron fue venir a ver qué cuadros se podían llevar al museo. ¡¡¡Déjese de embromar!!!”

69. «¿Al final de cuentas qué tiene el jugador de fútbol? Su momento y nada más. Nunca tendrá otra oportunidad”

70. “Todo palabrería, como si se pudiera comer con la fama. No conozco el puchero de fama”

71. “Yo no tomo, me lo prohibieron después de dos paros cardíacos. Me aguanto bien pero no le voy a mentir, se siente la falta de un buen vino”

72. “Se me impuso el ejemplo del Gallego Lorenzo Fernández, le tomé el gusto a jugar hablando, hacerme sentir. Un cuadro sin caudillo es como un país sin caudillo. Ganará el desorden”

73. “Una vez íbamos al velorio de un conocido, paramos a tomar unas copas y se nos fue la mano. Terminamos en el velorio equivocado y saludando a otra viuda”

74. “Siempre fui un enamorado del entrenamiento, un físico bien trabajado puede mejorar el rendimiento”

75. “Peñarol fue muy importante en mi vida, llegué en el 43 y me fui en el 55. Doce años de emociones vividos a pleno, dejando el alma”

76. “Este pobre negro estaba al frente, se desgasta mucho, me ponía el equipo al hombro”

77. “A mí los dirigentes me crucificaron desde el primer momento, decían que era el cabecilla de la huelga”

78. “Estuvimos a punto de no viajar al Mundial de 1950, había un gran desconcierto”

79. “Yo sentí el peso de las glorias pasadas y de la historia, lo que teníamos entre manos”

80. “Antes del Mundial dije que volvíamos campeones o no volvíamos. Ese fue mi juramento de honor”

81. “En las delegaciones algunos siempre pierden la chaveta, pero si hay buena madera se soluciona”

82. “A veces había que utilizar lo aprendido en la calle, cosas de negrito pícaro”

83. “Yo estaba orgulloso de mí país a mi manera, estaba orgulloso de vestir la camiseta de Nasazzi y el Gallego Lorenzo Fernández”

84. “Yo era un veterano, un hombre grande, no me comía cualquier manzana y saqué del vestuario a ese japonés”, se refiere al dirigente que dijo que se cumplía perdiendo por cuatro goles ante Brasil.

85. “A mí me ayudó mucho todo lo que aprendí en la calle, las batallas en la Intermedia, no sabíamos perder”

86. “El Maracaná era un infierno, cosa seria. Pero nosotros salimos con la cabeza en alto, despacio, como sobrándolos”

87. “Cuando metimos el segundo gol, psicológicamente no hubo rival”, refiriéndose al gol de Ghiggia.

88. “Nos pasamos hablando de la hazaña y todos esos versos de los periodistas y los dirigentes. Nos perdimos la oportunidad de aprender la lección”

89. “Mi concepto de la patria se basaba en la alegría de la gente humilde con un partido de fútbol”

90. “En un momento me llegó la tristeza y desolación por todo lo que vivió el pueblo brasilero, arruinamos su fiesta”

91. “Brasil es un ejemplo, de aquella derrota lograron mejorar mucho, creo que la valoraron más que nosotros”

92. «¡¡¡Pobre viejo!!! Casi le tuve que sacar la copa de las manos. Igual no nos íbamos a entender, si yo solo hablo español y bastante mal”

93. “Se habló mucho de que el equipo del 54 era mejor que el del 50. Pavadas, eran años y situaciones diferentes, además uno ganó y el otro no”

94. “Cuando uno se quiere acordar chau, no hay más fútbol. Las oportunidades de hacer un peso son pocas”

95. “Me molesta eso de la leyenda, el mito. No lo voy a entender, no me interesa. Conozco a muchos que creyeron tocar el cielo con las manos”

96. “No hay mejor película cómica que el mundo. Una cosa increíble para matarse de risa”

97. “En el fútbol hay una sola verdad: al contrario, hay que mojarle la oreja»

98. “Aquí y en Argentina se tuvo el mejor fútbol del mundo”

99. “Yo había jugado un millón de partidos en canchas sin alambrados a merced del público y siempre había salido sanito, ¿cómo me iba a asustar en Maracaná?”

100. “El partido se gana con los huevos en la punta de los botines”

Escrito por Wilson Méndez