Diego Forlán habló esta mañana en A Fondo (1010 AM) donde contó “su verdad” de por qué no llegó a Peñarol. El jugador se mostró muy molesto con la situación. A continuación resumimos las partes más importantes:

“Hoy soy el villano, el malo de la película, en una situación que en ningún momento provoqué. Como jugador de fútbol que soy, estuve trabajando previo a la situación de Peñarol ofertas que tenía y las desestimamos por Peñarol. Era algo que para nosotros en su momento estaba cerrado pero me empezaron a llamar, el caso de Leo, de compañeros y Jorge, con la ilusión de volver y ponerme la camiseta de Peñarol. Era algo que quería hacer, tomé la decisión de querer hacerlo. Pero después de la nada se terminó originando una situación inentendible. Uno no la provocó. Lamentablemente cuando todo comienza, mi hermano me dice que tiene miedo de que sea un manejo político. Yo dije que no creía eso, que las elecciones ya habían pasado y que el presidente estaba electo. Si hubiera sido antes, capaz que le daba la razón. Él me dijo que era su teoría y que lo iba a ir viendo a medida que se fueran dando las reuniones. Cuando se pacta la reunión es para mí donde Jorge comete el error. Por querer hacer una política inclusiva, diferente a la de Juan Pedro, incluyendo a las demás agrupaciones, a formar parte del manejo del contrato. Previo a todo eso nos reunimos con mi hermano para manejar una estrategia de marketing donde el club no tenía que poner nada. Nosotros entendíamos lo que está pasando y lo que vivieron los jugadores este año, con las deudas. Entendía la situación del club. Lo que menos quería era crear un problema más del que había”.

“Le íbamos a proponer al club una estrategia de marketing donde trabajáramos los dos a la par pero el club no tuviera que sacar dinero para tener que pagar el contrato. Esa era nuestra idea al principio. Mi hermano se sienta con los dirigentes. Le hacen una oferta. No estamos hablando del dinero, sino de las formas. Se sienta a escuchar y ve que su teoría tenía la razón. Se da cuenta que no me querían a mí. Era un problema político. Después yo me vengo a enterar que había varios personajes de esa reunión que dijeron que a Forlán no lo querían en Peñarol. De ahí viene lo de las formas. Esa situación lleva a mi hermano a decir que entendía la situación del club y dijo que ‘Diego no va a ser el jugador que iba a marcar un parámetro ni tabular los contratos de los jugadores referentes en el futbol uruguayo’”.

“Hoy paso a ser el villano de la película porque capaz que la gente piensa que yo vengo a cobrar mucha plata. Está mal, no es así. Pero si uno quisiera cobrar, es el derecho de cada trabajador. Todo el mundo trabaja y cobra. No tendría que ser mal visto”.

“Esto fue un tema político, que no me querían a mí. Un manejo para ensuciar la imagen del presidente que está entrando en ejercicio. Me utilizaron a mí, yo no la vi venir lamentablemente. Quede expuesto. Como todo jugador queremos jugar y cobrar”.

“Es complicado que la gente entienda. Hoy tengo espalda, no por el nombre que tengo, sino por la persona que soy, porque trato de caminar por la vida con la verdad. Estoy tranquilo conmigo mismo. Errores tenemos todos. Mi error es haberme puesto a disposición de ellos. Acá cambiaron los lugares, pero las caras, los personajes, son los mismos que se criticaban hace un mes atrás. Sino que se pongan en una lista única y sean todos por Peñarol. El tiempo pone las cosas en su lugar”.

“Peñarol no iba a poner un peso más. Lo que no queríamos crear es este conflicto que se está creando. Nosotros no nos dimos cuenta de la mala intención que tiene la gente. Me utilizaron a mí, como conejillo de indias, porque tienen un problema con el presidente electo. Ahí es donde Jorge para mí le erra y queriendo darle participación a todos, que Juan Pedro no lo había hecho, quedamos expuestos todos. En ningún momento fuimos a hablar de plata”.

“También quiero aclarar que las cifras que se hablaron de mi otro pasaje es todo mentira, cuando vine, resigné y tenía ofertas de Japón e India. Yo quería venir a Peñarol y vine. No me arrepiento”.

“Leo me llamó para volver. Se portó bárbaro. Me llamó en los momentos justos. La última vez empecé a analizarlo y qué más lindo de poder retirarme en este equipo, acá con mi familia. Me ilusionó y me dieron ganas. Mi hermano me dijo que quería ver las caras de cada uno cuando le hablaran. Por eso no es plata, son formas. Cuando dijeron el monto, él se dio cuenta automáticamente que no me querían”.

“Yo quería llegar a Peñarol para aportar. No me interesaba si era titular, si iba a jugar. Quería estar ahí, quería ayudar. El equipo viene de hacer un gran año, la gente está contenta y hay un presidente nuevo. Obviamente que como profesional y competitivo, yo iba a pelear para ser titular. Pero iba de otra manera, con los jugadores de calidad que hay, ayudar más. Tenía la ilusión. El entrenador fue criticado todo el año y yo me acuerdo cuando dijo que esto a fin de año iba a ser diferente, en un partido del Intermedio, que lo querían echar. Fue un entrenador que me pidió luego de un año sin estar jugando. Obvio que quería estar. Y más con la camiseta que yo más quiero. ¿Qué más lindo? Si los jugadores que están hoy ganan 10 o 15 veces más que yo, los aplaudo y me parece bárbaro. Yo quería arreglar mi situación, e implicaba no tocar las arcas del Club Atlético Peñarol. Con marketing, se hacía. Sino pregúntenle a los grandes clubes del mundo o algún especialista, cómo le pagan a los jugadores. No le pagan con la plata de los socios. Que no se confunda la gente, no sean inocentes, no sean ingenuos. Es el marketing el que paga.  Peñarol no me iba a dar la paga. Íbamos a trabajar conjuntamente, los dos nos íbamos a beneficiar, y yo no iba a perjudicar al club. Yo sabía perfectamente que lo que no podíamos hacer en este momento de crisis del club, que no le íbamos a crear un problema. Quería ser una solución más de las que ya hay en el plantel”.

“Lamentablemente lastimaron. Lo único que tengo para pedir es perdón de la situación que se creó. No puedo pedir perdón por algo que yo no cree. Capaz que fui ingenuo y me puse a merced de una situación que fue más política que otra cosa. Hoy queda Forlán expuesto y Barrera expuesto, porque como presidente, la primera pulseada que tiene, no la termina ganando. Fue un manejo político. Uno lo siente por todo lo que se creó y lo que se manejó en la opinión pública. Lo que uno menos quería era provocar y crear un problema”.