El 9 de octubre de 1949 se vivió un hecho único e irrepetible en la historia del clásico uruguayo. Uno de los tantos hinchas aurinegros que estuvo esa tarde lo recuerda en Padre y Decano.

1949, otro Uruguay, otro mundo, otro fútbol. Los partidos o se veían en la cancha o se escuchan por radio. Los jugadores jugaban largos años en su fútbol local y rara vez eran vendidos. El Río de la Plata dominaba el fútbol sudamericano y la selección veía un nuevo título mundial en el horizonte.

Jorge <Trucce>, uno de los hinchas de Peñarol que se encontraban en el Estadio Centenario la tarde del 9 de octubre de 1949, cuenta a padreydecano.com lo que recuerda del clásico de la fuga.

Partido: «Yo fui al partido, tenía 14 años, era un guacho. Ese año mi vieja me hizo socio de Peñarol, en la vieja sede de Maldonado. Toda mi familia era de Peñarol menos mi padre, justo a este clásico fui con él. Jugaba la gran delantera: Ghiggia, Hohberg, Míguez, Schiaffino y Vidal, si me acordaré. El primer tiempo llovió, nos mojamos todo, después cuando estos no salieron (entre risas), salió el sol a festejar, fuimos campeones además».

Rendimiento: «El primer tiempo lo aplastó Peñarol, ellos estaban todos locos porque la veían venir, era muy superior el cuadro de Peñarol. Primero echaron a Tejera y después echaron a su ídolo, a Walter Gómez. Gómez era un fenómeno, aunque fuera bolso. Cuando lo echaron se asustaron y no quisieron jugar más. Como Walter Gómez agredió al juez, quedó suspendido y poco menos que no podía jugar más en el Uruguay. Entonces se fue para la Argentina y fue ídolo, le dedicaron un dicho. Aún así, imaginate lo que eran nuestros jugadores que fuimos notoriamente superiores».

Tribuna: «Era otra época, en la tribuna estábamos todos entreverados, los de Peñarol y los de Nacional, no como ahora con la separación de hinchadas, ahí había respeto».

Momento de la suspención: «Todos estábamos esperando que saliera Nacional, pero ta (entre risas). Se corre la voz de que Nacional no se iba a presentar a jugar el segundo tiempo. Me acuerdo de los jueces en la mitad de la cancha esperando».

La reacción en el abandono: «Unos dedicaron silbidos y los otros se aliviaron, casi festejando. Entre los hinchas de Peñarol estábamos calientes porque le íbamos a hacer 10 goles, entre los otros algunos se fueron porque se veían venir una goleada espantosa, se fugaban antes de su equipo. Reacciones distintas».

Prensa: «Por ese entonces no había tanta prensa blanca, viste, la prensa era más parcial. Lo relajaron todo a Nacional, que era una vergüenza, le dieron palo, merecido».

Los hinchas del rival: «(Después de una pícara risa) Los hinchas de Nacional como mi viejo no lo podían creer, no me acuerdo lo que me decía exactamente pero sí que quería evitar el tema. No creo que nadie supere lo que fue ese día. Ningún cuadro en el mundo puede repetir lo sucedido, ni algo parecido, no creo».

El equipo: «La delantera de Peñarol fue la delantera campeón del mundo al año siguiente, un nivel increíble. Fuimos muy superiores. Schiaffino se fue a jugar a Italia y fue dios. En esa época, ¡qué Pelé ni Maradona!, para que los tanos se llevaran a alguien en el 50 imaginate… por favor».

74 años: «74 años ya, una locura el tiempo que pasó y seguimos esperando».