Día 2: El día del partido por fin llegó.  Fuimos caminando ida y vuelta a la cancha al igual que en Iquique. El Estadio Calvo y Bascuñán es un escenario nuevo, está lindo. La policía como siempre acá es exigente en los ingresos. Tras terminado el partido y haber alentado los 90 minutos sin parar, llegamos al hotel para poder descansar. Con el saber del deber cumplido de haber dejado todo en la tribuna, la garganta ronca y las palmas hinchadas de aplaudir cada canción.

Es reconfortante recibir los mensajes de Montevideo diciendo que a cada momento nos hicimos sentir por la tele. Nosotros lo sentimos en la tribuna ya que constantemente el público local nos silbaba en cada canción que sonaba en el Bascuñán. Los recortes de los diarios locales también elogian a nuestra hinchada.

Más de 200 hinchas hicieron alrededor de 3 mil kilómetros para alentar al Decano del Fútbol Uruguayo, hecho que sólo la hinchada de Peñarol puede realizar en Uruguay y seguramente en toda América. Dentro del grupo hubo 100 hinchas que viajaron en ómnibus. Luego de miles de inconvenientes y más de 3 días de viaje, lograron llegar al partido y entrar a los 5 minutos del segundo tiempo. Una avería en el vehículo y el cierre de fronteras por la nieve no impidieron que estuvieran con nosotros en la tribuna.

La noche fue tranquila, no hubo mucho para festejar. Cenamos en el hotel y dimos una vuelta para recorrer algún que otro boliche de la ciudad. Se volvió temprano al hotel ya que el cansancio por el partido era muy grande pero todavía tenemos más días para disfrutar de la ciudad y su noche.

Día 3: El viernes nos levantamos bastante tarde, necesitábamos recuperarnos para poder disfrutar 100% algún paseo y las caminatas por la ciudad. Antes de ir a almorzar pasamos por una casa de cambio para conseguir pesos chilenos. El destino fue el Mercado Central de Antofagasta. En Chile todas las ciudades tienen un mercado donde se vende carne, pescado, frutas y verduras, y donde también hay una plaza de comidas. Algunos degustamos unas cazuelas de mariscos y otros fueron por algo más clásico como carne con fritas.

“Panza llena, corazón contento“  y arrancamos a caminar un poco por la ciudad. Gracias a la web hicimos amigos chilenos (Manurinho y Hugo) que nos hicieron de guías en Antofagasta y constantemente nos ayudan en todo lo que necesitamos en la ciudad. Son unos fenómenos. Nos llevaron a “La Portada”, un lugar que hizo famosa a la ciudad de Antofagasta. Se trata de un arco de piedra natural que se encuentra dentro del mar y está declarado “Monumento Natural”. Lógicamente es visitada por miles de turistas. Peñarol plantó bandera.

Gonzalo