15 junio, 2022
El mejor recibimiento de la historia
Un día como hoy pero de 2011, Peñarol recibía a Santos de Brasil en el Estadio Centenario, por la ida de la final de la Copa Libertadores de América, realizando el mejor recibimiento de la historia.
A lo largo de la Copa Libertadores 2011, siempre que el decano jugó de local se llevaron a cabo increíbles recibimientos para el equipo. Los parciales aurinegros colmaron las tribunas en los 7 encuentros como locales (más varias ‘copadas’ en el exterior), agotando las localidades y haciéndose presente en la lista de los 10 partidos con más entradas vendidas en competiciones Conmebol durante el año, con los 7 encuentros en el Centenario.
Ya en el cierre de la fase de grupos ante Independiente, se vio el despliegue de La Bandera Más Grande del Mundo, que emocionó a todo el pueblo carbonero y enseñó mundialmente la pasión del hincha mirasol. Siguieron los partidos, con las agónicas clasificaciones y cada vez se veía más humo, más papel picado, más fuegos artificiales y cada vez se escuchaba más fuerte el grito en la tribuna. No solo por copa, en cada partido por el campeonato local, una vez se finalizaba el encuentro la hinchada le dejaba en claro al equipo la necesidad de ganar internacionalmente. En más de una ocasión, una vez finalizado un choque local, la hinchada se quedaba cantando en la tribuna pidiendo por la copa.
El 15 de junio del 2011, fue el día más especial. En la mañana, el hincha fue a su trabajo, al liceo o a la escuela, como los días anteriores, pero esta vez existía una distracción muy importante. Se miraba el reloj constantemente y la charla en el recreo o descanso no era otra que el partido. Desde muy temprano en la tarde, apenas pasado el mediodía, ya había gente en los alrededores del mítico Centenario, con la camiseta de Peñarol puesta, su entrada bien guardada y lo que sea para colaborar con el recibimiento.
A varios kilómetros del recinto donde se jugaría el partido, mientras el plantel concentraba por última vez, grandes grupos de hinchas aurinegros despedían al equipo en Los Aromos, algunos formaron una «Caravana» hacia Parque Batlle, otros acompañaban hasta donde pudieran, y varios otros salían de su casa para ver el recorrido en vivo y cantar, aunque fuera por segundos. Arriba del ómnibus, los jugadores tambien cantaban y comentaban sobre lo que iban observando del hincha.
Considerables horas antes de iniciarse el partido se abrieron las puertas del estadio. Algunos hinchas ingresaron apenas abiertas, para fijar su lugar y repetir las cábalas de partidos anteriores. Otros esperaban en las inmediaciones del Parque Batlle, cantando y compartiendo el momento entre hinchas, y esperando la llegada del ómnibus con los jugadores, los cuales salieron más de una hora antes y fueron trancados en más de una oportunidad debido a la cantidad de gente que acompañaba a la par.
Con miles de hinchas dentro del estadio, cuando todavía faltaba para el encuentro, ya se empezaba a prender humo y diferentes fuegos artificiales, probando un poco lo que se vendría. De repente, tanto en la Ámsterdam como en la América se ve a los hinchas juntándose en su respectivo costando, donde ambas tribunas se conectan, mientras se escuchaban sirenas de fondo: llegaba el plantel al estadio. El canto de la hinchada no cesaba, «Volveremos volveremos, volveremos otra vez» y «Esta noche cueste lo que cueste» se escuchaba con mucho furor. Iban pasando de a uno todos los integrantes del plantel mientras eran brevemente ovacionados antes de ingresar al vestuario.
La hora anterior al partido fue la hora más lenta en la vida de muchos. Los que estaban en el estadio, ansiosos, cantaban, o iban de aquí para allá, encontrándose con un conocido para acelerar el momento o simplemente perdiéndose en la mirada al resto de la gente. En ese momento, se empiezan a entregar globos, amarillos y negros, dependiendo dónde estés el color que te tocaría.
Faltan minutos, ya no se mira el reloj, ¿para qué? El tiempo corre de la misma manera sin controlarlo. El estadio lleno, tribunas populares, Olímpica, plateas, talúes, todo lleno. En los palcos, diferentes figuras y autoridades del país, pero robó totalmente la atención la presencia de Diego Forlán, junto a varios compañeros de la selección que conquistarían América próximamente.
De repente, se encienden los humos en las tribunas. De a poquito se va perdiendo la visión, no se ve lo que está adelante. De pronto se ven luces entre el humo, sumado a los globos. Las autoridades dan una orden, demoran la salida de los equipos por la poca visualidad en el terreno de juego. Sale el rival a la cancha, ni ellos ocultaron lo que sintieron al entrar, no podían hacerlo. Cada vez iba aumentando el colorido, el canto cada vez era más fuerte, hasta que, finalmente, Darío Rodríguez encabezando la fila declara la salida de Peñarol por el túnel local. En ese momento, la hinchada hizo su trabajo.
«Y dale alegría, alegría a mi corazón, la Copa Libertadores es mi obsesión», la canción que tanto se cantó en el año, sonaba con más fuerza que nunca. El humo invadió el campo, el cielo era testigo de las explosiones de los fuegos artificiales, las bengalas cubrían la visibilidad, al hincha aurinegro lo rodeó un colorido encierro, perdiendo por momentos la orientación, apenas se veía al parcial de al lado y poco más. El papel picado iba cayendo por la tribuna y los globos aurinegros comenzaban su viaje con el viento. ¿Cómo se puede explicar ese momento en un texto? No se puede, es imposible. De a poco se iba recuperando la visibilidad, se observaba el resto de la tribuna, colmada de emoción, pasión y folclore, mezclado con nerviosismo y ansiedad. Padres con hijos en sus hombros, ancianos de bastón parados para no perderse nada, más de un adolescente con amigos, una que otra pareja compartiendo su cariño, miles de ojos con lágrimas y voces roncas, y de seguro mucho más para ver tapó ese humo amarillo.
Los jugadores salieron, saludaron a todo el público presente y se ubicaron en sus puestos mientras se hacía el sorteo de la cancha. Todos calentaban mirando a la tribuna, algunos más disimulados que otros, pero ninguno pudo resistirse. Los árbitros charlaban de lo que veían, era imposible no hacerlo, ¡cómo iban a ignorar ser rodeados por la mística del hincha! Los comentaristas de televisión fueron sinceros, se sensibilizaron con el recibimiento y quisieron compartirlo con el resto del continente, hasta reflexionaron con lo que el fútbol significa, juntando a todas las clases bajo el fanatismo con el Club. El mundo era testigo de un recibimiento nunca antes visto, inolvidable para cada carbonero presente, e igual de emocionante para el que por cualquier razón no pudo estar.
El resto de la historia ya es más que conocida, se igualó en Montevideo y no se pudo ganar en Brasil. Después de tanta fiesta, no se pudo brindar con la copa deseada. De igual manera, fue una edición muy especial para más de una generación, con más de una historia para destacar.
Se comparó con cenizas volcánicas, con el infierno mismo, pero simplemente fue, la hinchada de Peñarol realizando el mejor recibimiento de la historia. Un día como hoy pero de 2011. Vale la pena recordarlo.
No ganamos la copa ese año, pero en nuestros corazones tenemos el trofeo brillando, ese año tuve la suerte de ir a todos los partidos de local menos el de católica y Santos, pero un año mágico ni con la selección me generó tanto por la asaña con ínter en Brasil lo de Vélez en liniers con católica tmb el gol en la hora del lolo, impresionante no hay palabras para describir lo que fue por que todos los días no paraba de cantar «y ya verás… La copa libertadores vamo a ganar».. Estaba pasando un año personal malo y peñarol me regalaba una sonrisa y me tocaba la espalda y me decía vamo arriba papa adelante. Gracias a todos lo que lograron eso jugadores y todo.
Falso. El más grande recibimiento de la historia fue en la semifinal contra Vélez, no en la final. En la final buena parte de la barra Ámsterdam no pudo entrar al estadio por no tener entradas. Las entradas las compraron los amigos de los dueños de los Abitabs, no el grueso popular de la hinchada que te puede ganar un partido. Las tribunas se llenaron de parciales de Peñarol que alguna poca vez o nunca habían ido al estadio, ni siquiera las letras de las canciones se sabían. Esa fue la realidad. El principal responsable de no haber levantado la copa ese año fue la propia directiva de Peñarol. Era para tirarles el estadio abajo, los del Santos entraron muertos de miedo y enseguida se dieron cuenta que estaban en una kermés familiar.
Lindo…miy bueno. Pero somos grandes y denominado Campeón del siglo por los TÍTULOS!!!
Antes festejabamos conquistas…en fin.
Jajajaj que tendra que ver, somos Peñarol porque un tano vino de Italia. Mira vos, que bueno che !
Que gran verdad somos pocos los de SOMOS LOS MISMOS DE SIEMPRE, aca siempre tirando para atras cuando ivamos sin escuchar a nadie despues querian figurar todos, si huvieramos estados los hinchas de verdad que fuimos toda la campaña y no gente que no fue nunca, era otra la historia contra velez todavia rujiamos……
Uno de los momentos más emocionantes de mi vida, vi a Peñarol 2 veces campeón de América pero ese día fue impresionante por el tiempo que hacía que no llegábamos a una final. Hay que hacer fuerza porque se puede, hay que poner inteligencia y mucho trabajo pero se puede. Vamos Peñarol!!!!!!
Todo bien, es un recuerdo.
Ahora de acuerdo con uno de los 3 millones y 1987: en 1973- alguien me puede hacer memoria- cuando Peñarol y ellos jugaban por ser campeones de america que yo recuerde nunca vi titulares de diario o machacones de radio con.un quinquenio de nacional( si ganaban en 1973 lo lograrian), ni tampoco lo de decano como si fuera ser mas grande, la hinchada nuestra siempre fue señalada como la.que estaba cuando perdiamos, la mas fiel ( por eso.Morena se colgaba del tejidode la Amsterdam, lo del porton fue en 1981 a su regreso, ya no habia tejido), PERO.ERAMOS HINCHAS DE PEÑAROL NUNCA HINCHAS DE LA HINCHADA.
Bueno de 1960 a 1971 Peñarol y ellos jugamos 10 finales de america!
del 80 al 89 nosotros y ellos jugamos 5 finales de america!
Jamas en mi vida escuche decirle gallina al.otro.cuadro.muy ingenuamente eramos manyas y.bolsos
Porque se apuntaba a cosas grandes
Ahora, se igual diria Minguito
Ahora es esta tristeza que solo con.mentalidad que se puede como.en 2011 se volvera a ser lo.que fuimos
Estuve ahi y en San Pablo. No quiero ni recordarlo.
A nada de la gloria y por esa patada de Neymar no pudimos, o quien sabe..
El partido de mi vida fue con Velez allá.
Ojalá podamos ganar una Copa para verla con nuestros padres, pronto.
Todo eso no se puede perder , hay que recordarlo siempre , ….pero hay que revivirlo en el presente ,,,,y la manera es poner cabeza para armar un buen cuadro y no hacer y traer por compromiso , por intereses particulares , si todos los socios e hinchas colaboramos se puede armar un equipo competitivo y sostenerlo por dos años , y no andar mal vendiendo jugadores para pagar a exjugadores ,roperos argentinos , o desconocidos colombianos ,paraguayos o chilenos
Canario coincido con usted en el razonamiento. Ahora más que el recibimiento del 2011, hay que recordar las palabras de Damiani ese año, cuando lleguemos a 50000 socios vamos a poder armar un cuadro para pelear la libertadores. Pasamos los 50000 socios, vendimos por 50 millones de dólares, y vienen y nos dicen que tenemos que salir a vender las copas y las medallas porque no tenemos un peso, ni siquiera pudimos retener al único jugador probado que tenía Peñarol en el plantel por unos pesos. Nuestros juveniles estrellas se van sin ganar ni una copa bimbo. Y ya pasaron 10 años 3 presidentes y todos nos meten el mismo verso. Los socios estamos podridos, al menos con quienes hablo yo, de que nos tomen por imbéciles. Y pasan los dirigentes y periotruchos partidarios llorando por los jueces, y nosotros pagando para fumarnos muertos como canobbio, formiliano, y trindade. Todo tiene un límite.
No hay que ser tan críticos. El artículo trata de recordar hechos que definen la identidad y son parte de la historia del Club .
Estuve presente en varias finales de Libertadores, pero presenciar el recibimiento de 2011 a 10.500 kilómetros de distancia por televisión me conmovió profundamente.
En modo alguno implica bajar el listón, nadie puede, mientras ruede una pelota de fútbol los hinchas de Peñarol reclamarán todo lo que el Club dispute. Es parte de su cultura y condición. Y es parte de su destino , porque tiene la adhesión de más de medio país .
Todo bien, muy emocionante. . . pero la esencia no está ahí, ni somos grandes en el mundo por la hinchada: somos (o fuimos) los más grandes por lo ganado adentro de la cancha. En esa misma copa extendimos la bandera más grande del mundo. Por supuesto, yo estuve allí y se me caían las lágrimas, eso no se discute. Pero ese día perdimos con Independiente, perdimos con ellos acá y en Avellaneda, pese a que los rojos salieron cuartos en el grupo.
Capaz que uno se pone en viejo de mierda. . . pero yo soy de la generación que vio a Peñarol ganar todo, y en buena parte de esas conquistas la enorme mayoría de los hinchas no iban vestidos con la camiseta ni llevaban banderas más grandes que de 2 x 2.
El mejor comentario sobre este momento fue el que hizo Neymar: «El infierno esta ahí». No quiero sonar como el Maestro con todo esa cháchara de el camino es la recompensa, pero rememorar una semi final considerando lo que somos ahora no esta tan mal… Ojalá algún día podamos acercarnos algo a eso que fuimos.
Ya entramos a conmemorar cualquier cosa, dentro de poco vamos a empezar con, hoy se cumplen 5 años de la venta de tal o cual jugador que ahora es ídolo en tal o cual cuadro, y que en Peñarol no ganó ningún título. Cada vez más chiquitos, cada vez más parecidos a un Liverpool, Plaza Colonia. Lo peor que muchos hinchas naturalicen este tipo de cosas.
Festejamos recibimientos !! Bienvenidos a la era de los hinchas de la hinchada, en la que no ganamos nada.
Estuve ahí… varios minutos antes de que saliera el equipo, con lo que se vivía en las tribunas, se me cayeron un par de lágrimas…
…y me duele hasta el día de hoy el no haber podido levantarla.
Yo lo viví !!!
Yo tengo la mejor anécdota nunca antes contada, tendria que haber salido en la película! Hicimos 400km para llegar, se que muchos hicieron bastante mas, cuando llegamos a XXX, nos bajamos el omnibus, luego fuimos a una plaza aue está bien cerca, los de montevideo sabrá bien, yo hasta el día de hoy no tengo ni idea de donde estaba parado jaja, pero ese no es el punto.. lo que padó fue que le comento a un amigo.. «che, loco, vos trajiste la entrada no? Porque vos sos medio boludo jaja» me responde «jaja no traje no..» en tono de burla, acto seguido empieza a buscar entre la ropa y cambia la cara y me dice.. «no traje no», le digo «me estás jodiendo jaja?», me responde «no no, no traje la entrada» da para escribir un libro, pero les cuento que al final entramos todos y este entró sin la entrada!!! Fue uno de los dias mas emosianantes de mi vida, agradezco poder haberlo vivido
Los que fuimos jamás volveremos a vivir algo igual..
Un noche de locos !!! INOLVIDABLE!!! ARRIBA EL GLORIOSO PEÑAROL NOMAS!!!
Inolvidable.
El estadio parecia en llamas.
Si Aguirre hacia antes los cambios creo que ganabamos.