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Insólito penal no cobrado. Uno de los tantos despojos.

El fin de semana pasado, Peñarol y Defensor jugaron por la tercera fecha del Torneo Apertura en Divisiones Juveniles. El resultado fue adverso para el Campeón del Siglo, ganando en Quinta y Sexta, y perdiendo en Cuarta, Sub 16 y Séptima. Para quienes asistimos a ambas jornadas de sábado y domingo, sabemos que si los árbitros hubieran tenido una labor correcta, sin beneficiar al rival, el resultado hubiera sido otro, de eso no hay dudas.

Uno intenta encontrarle motivos para el despojo sufrido el pasado fin de semana y honestamente es difícil encontrarlos. Para arbitrar en Divisiones Juveniles, hay ciertas ventajas con respecto a la Primera División: en primer lugar, la presión es muy poca, pues no hay grandes hinchadas que puedan incidir en el juicio objetivo de los referís. Tampoco hay jugadores referentes de gran trayectoria en los clubes que, usando su experiencia, puedan presionar a la terna arbitral. Además, no hay repeticiones de las jugadas en el momento de las mismas. Eso implica que las famosas polémicas del arbitraje jamás son revisadas por quienes entrenan a los árbitros y muchos “horrores” quedan sin corrección alguna. Esto último se transforma en algo muy peligroso ya que, con el paso del tiempo, lo que antes eran errores arbitrales de a poco se van transformando en costumbre.

Quienes asistimos al fútbol de menores, tenemos claro que el reclamo es totalmente justificado. Peñarol fue el pionero en transmitir en directo a sus Divisiones Juveniles. ¿Por qué los encargados de formar jueces no hacen lo mismo? A la brevedad se va a estar presentando material al Colegio de Árbitros de los partidos de sábado y domingo, pero no para obtener beneficios ni embarrar la cancha, sino para mejorar este mal creciente que aqueja al fútbol uruguayo en todos sus órdenes. Muchísimo trabajo le espera de aquí al futuro a quienes entrenan a los referís. Todos sabemos que si en nuestro trabajo cometemos errores, debemos lidiar con las consecuencias y más aún, si cometemos el mismo error en reiteradas ocasiones, es muy posible que nos despidan. Por qué no puede suceder lo mismo con elreferato? Como en todos los órdenes de la vida, hay quienes simplemente no cumplen las expectativas. El arbitraje no debe escapar a ello.

Los protagonistas son los jugadores, eso debemos entenderlo todos, y en este caso, muchos de los “pibes” se juegan su futuro día a día frente a adversidades de todo tipo. No les pongamos una piedra más en un ya difícil camino al éxito.