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Pablo Hohberg estuvo vinculado a Peñarol prácticamente toda su vida. Su padre fue uno de los jugadores más grandes de la historia y su hijo hizo las formativas en el club. Radicado en Perú, habló con padredecano.com sobre los mirasoles y el rival en el debut de la Copa Libertadores de América.

El hijo del Verdugo es Director Deportivo de Municipal de Lima, es encargado de la totalidad de las Formativas y Reserva del club. Está en la captación y en el proyecto de profesionalización en las fuerzas básicas de la institución incaica.

«Las diferencias más grandes entre los juveniles de Uruguay y Perú están en la parte reglamentaria. Hay muy buenos elementos pero el discurso de los entrenadores es diferente, quiero agregarle la rebeldía que hay en Uruguay. Es difícil pero soy de hablar con los jugadores, cuando me preguntaban a quién yo respetaba en una cancha de fútbol, les explicaba que a nadie, hay que ganar», explicó Hohberg.

La frase de cabecera del ex funcionario mirasol es «si me vas a perseguir por lo que pienso, empezá a entrenar», toda una declaración de principios. «El gran cambio en Peñarol es que se cortó con eso de que debías estar vinculado al club para trabajar en él(…) Raúl Möller cambió el sistema, luego vino Víctor Púa con su ojo clínico junto a Nestor Goncalves (hijo), y mucha gente de captación. De ahí apareció la generación de Federico Valverde y Diego Rossi», explicó el ex funcionario carbonero.

Sobre el rival de Peñarol en el debut de la Copa Libertadores, Hohberg comentó que «es un equipo serio que ha ganado cosas importantes, tiene a un referente como Jorge Cazulo, además de Lobatón y otros buenos jugadores. El entrenador nuevo ha traído otros referentes (…) a Sporting Cristal se le está viniendo encima la responsabilidad y se le complica ganar de local», dijo Hohberg

Finalmente Pablo nos contó una de sus mejores anécdotas sobre su padre en los clásicos: «antes del primer clásico de la máquina del 49, Obdulio le preguntó a mi padre si sabía contra quién iban a jugar». El viejo le contó que sí pero el Negro jefe contestó que «usted todavía no sabe lo que es ser jugador de Peñarol«. El día del clásico el viejo capitán le comentó que el marcador Esusebio Ramon Tejera de Juan Eduardo Hohberg lo iba a «probar» con una entrada dura. Por eso Obdulio en ese encuentro hizo que el Verdugo también se hiciera sentir. «Jacinto le dijo que era el momento de hacerse respetar y el viejo lo hizo», contó Pablo. Más tarde el cordobés convirtió el primero de sus 19 goles clásicos, transformándose en una leyenda dentro del Decano.

Finalmente Hohberg fue muy claro sobre lo que representa el club aurinegro para él y su familia. «Peñarol es mi vida, soy socio desde el 9 de noviembre de 1957, mis cuatro hijos socios de nacimiento, mi esposa que es la peruana más manya, hasta mi perro. Me dio identidad, hizo que el apellido Hohberg sea grande, reconocido. Nos dio mucho y creo que mi padre dio todo por la institución. Nosotros no pudimos brindarle al club todo lo que queríamos».

Hohberg es un apellido ilustre en el fútbol sudamericano pero sobre todo en Peñarol, donde Pablo trabajó casi 15 años. Ayudó en el proceso que cambió las formativas del Campeón del Siglo.

Escrito por Wilson Méndez