Agustín «Canario» Álvarez Martínez, actual delantero y figura de Peñarol, dialogó en exclusiva con Padre y Decano sobre su historia en el Club, y su muy buen presente.

Inicios: «Llegué en AUFI a Peñarol, a los 12 años, jugué un par de años y ya después arranqué en la 7ma haciendo todas las Formativas. Antes jugué en el baby de Vida Nueva de San Bautista, y después pasé a River Plate de Montevideo. Con Vida Nueva de San Bautista me acuerdo que hice 60 goles en un campeonato; creo que todavía tengo el récord. En principio viajaba, me traían mis padres. Viajé hasta la sub 16, y cuando me mudé para Pinamar ya no viajé más, hasta ahora que vivo en Solymar».

Llamado a Primera: «Nosotros fuimos con la Tercera de Peñarol a hacer fútbol contra la Primera en Los Aromos, y ahí Peñarol tenía pocos delanteros; estaba Luis Acevedo, porque Britos estaba lesionado y Xisco no estaba tampoco. Forlán me vio esa práctica y al tener pocos delanteros me subió y al otro día ya empecé a entrenar con ellos. No veía mucho la chance de jugar cuando me subió Forlán, pero yo entrenaba al máximo, por si me metía algún minuto tenía que estar preparado. Yo estaba entrenando con Primera pero jugaba en la Tercera. Por el parate de la pandemia, la Tercera también se había suspendido. Fue ahí cuando Forlán me bajó de nuevo para Tercera y quedé allí definitivamente entrenando. Ahí jugué el clásico contra Nacional en el Charrúa, en el que empatamos 2 a 2 y convertí los dos goles. Llegó al Club como entrenador Mario Saralegui, y a la semana ya me subió y debuté con Torque».

Reconocimiento de la gente: «Todavía me estoy acostumbrando a eso. Pero es lindo que la gente te vaya conociendo y te vea en la calle y te salude, te dé un aliento o te pida una foto. Eso para el jugador está bueno. Te motiva. Y lógicamente es más lindo cuando se gana. Si el equipo no está bien, ya la pensás un poco más si salir, si hacer los mandados».

Redes sociales: «Cuando jugaba los primeros partidos leía, y como la gente también no me conocía mucho, siempre hay críticas como en todos lados. Y me afectaba un poco sí. Fui con mi psicóloga y empezamos a hablar y después dejé de darle importancia. Ahora a lo que me está yendo más o menos bien, y estoy haciendo goles, hay menos críticas. Pero tampoco le doy la misma importancia que le daba antes, ahora leo pero no me afecta. Tuve un cambio que es para bien».

Apodo: «Ya cuando jugaba en River Plate de AUFI me decían así, por el acento mío. Mis compañeros no estaban acostumbrados de tan chicos y les llamó la atención mi acento. Desde allí ya me quedó el apodo “Canario”».

Número de camiseta: «Yo debuté con la 15 que era la que estaba libre en ese momento. La 19 la estaba usando Urreta hasta que sufrió la lesión, y después la empezó a usar Piquerez. Y después por Campeonato Uruguayo la 15 ya no me convencía a mí, y Joaquín por el Uruguayo usaba la 22, entonces le pedí por si estaba libre la 19. El número 9 es el que me gusta a mí y el 19 al tener el número 9 me convencía. En la Copa Libertadores jugaba con la 34 hasta que, lamentablemente, quedamos afuera. Después con la lista de la Sudamericana ya con los números nuevos, pude elegir la 19».

Camiseta 9 libre: «Por suerte me está yendo bien con la 19 (risas), así que no pienso cambiar».

Adaptación a Primera: «Cuesta la adaptación. El ritmo es distinto y los espacios son menores. También en Primera, al haber jugadores con más experiencia, te tiran la experiencia y el físico arriba. Por eso uno tiene que estar fuerte física y mentalmente. Hasta el día de hoy sigo tratando de estar cada día más fuerte, para que esos rivales no te ganen con la carpeta. A nivel internacional no se usa tanto esa carpeta, esa experiencia de la que hablo. El fútbol es más rápido porque, por ejemplo, los equipos brasileños te marcan el ritmo del partido como pasó siempre. Pero no hay tanto desgaste físico sino que es más con pelota y trabajo táctico para tapar espacios».

De 9, ¿solo o acompañado?: «Me puedo adaptar a las dos formas. Si me das a elegir yo prefiero jugar con otro punta al lado e ir intercambiando los roles. Por ejemplo, uno va a la pelota larga y el otro va a buscarla más atrás. Jugás más liberado. Al jugar solo de 9 tenés que cumplir esa función, porque no tenés al otro compañero que te haga el otro trabajo. Cuando jugué con Britos, yo sabía que podía salir del área y jugar, porque llegaba el centro y sabía que él iba a estar. Hoy en día al jugar solo, siempre tengo que estar en el área. No puedo retroceder, abrir la pelota hacia una banda y que tiren el centro y no llegar, porque ahí tengo que estar yo. A veces soy impaciente, quiero que me llegue la pelota y me pongo nervioso al no tener contacto».

Referentes en el puesto: «No tengo ninguno en especial. Al que miraba mucho cuando yo estaba en Formativas era a Lucas Viatri, que hacía muy buenos movimientos».

Mirar sus partidos: «Me gusta ver los partidos cuando hago goles, y cuando no, también. Me gusta mirar mucho en lo individual, para ver bien qué hice bien y qué hice mal, y mejorar individualmente. Ver errores para no volver a cometerlos o situaciones en las que podría haber hecho más».

Partidos sin chances de gol: «Me estaba sintiendo medio solo en ofensiva. Mauricio está poniendo al lado mío a Ceppelini que no es tan delantero, es más mediocampista. Y me tuve que adaptar a estar un poco más solo arriba, y no estar más acompañado como habitualmente.  Pero tengo que tener paciencia, esperar el momento y, si llega a quedar una, estar ahí para hacer el gol y ayudar en la marca, que hoy en día es fundamental».

Pedido de Larriera: «Cuando juego de 9 solo, él siempre me dice que esté amenazante. Que esté amenazante para picar a las espaldas o ir a jugar, y que la jugada no me agarre parado. También estar en el área cuando llega una jugada por fuera».

Penales y tiros libres: «Hoy en día el encargado es Pablo, que convirtió contra Boston River y que maneja muy bien la pelota quieta. Pero si él no está yo soy la segunda opción. Si se cobraba el penal contra Plaza Colonia lo tenía que patear yo. Los tiros libres entrenamos mucho en la semana. Hay que confiar en el trabajo de la semana. Nos quedamos varios a practicar. Después del partido contra Progreso no habían quedado tantos tiros libres cerca del área pero nos vamos hablando. Hay que respetar que otro jugador se sienta cómodo para ejecutar dependiendo el lugar. Pero en el partido contra Deportivo Maldonado, me hicieron la falta y yo me sentí con la confianza. Sentí la necesidad de ir a buscar la pelota, estaba la confianza y por suerte salió bien. El entrenarlo es fundamental. Lo que hacemos en pelota quieta está todo entrenado, y en Formativas yo hacía goles de tiro libre, por eso también estaba esa confianza».

Dedicatoria: «La victoria entera fue dedica al Bola. Fue una noticia que nos impactó a todos. Los goles y la victoria grupal fue toda para él. En el primer gol lo busqué al Gabi (Cedrés), porque ya hacía varios partidos que no convertía y la cabeza ya empezaba a funcionar distinto. El Gabi sabe lo que es jugar arriba, conoce el puesto. Es un fenómeno y me ayudó mucho. Me habló y se quedaba en las prácticas después de cada entrenamiento a entrenar definición conmigo, sí bien no era un tema de definición, sino que no había tenido chances».

Partido y gol preferido: «El partido que más disfruté fue el clásico que ganamos en el Campeón del Siglo. Fue el primer clásico que gané sumado a que fue el primero ganado en nuestra casa. Por más de los nervios pero siempre se disfruta. Y con respecto a los goles, he hecho goles lindos, pero me quedo con este último de tiro libre contra Deportivo Maldonado. El segundo fue lindo gol, pero goles de tiro libre no se ven muchos. Antes me quedaba con el que le hice a Progreso, pero este me gustó más por la distancia y por la rosca que hizo la pelota».

Futuro en Sudamericana y Apertura: «Jugar contra Nacional, yo como jugador e hincha de Peñarol, me encanta. Cuanto más partidos juguemos contra Nacional mejor. Es algo muy lindo, vamos a dar todo de nosotros y estamos preparados. Además es por un torneo internacional, que Peñarol todo lo que juega está obligado a ganarlo, así que no solo son los clásicos sino también es el pasaje a Cuartos de Final, para poder seguir peleando por ganar la Copa. Con respecto al Apertura, nos pusimos a tiro. Desde un principio fue nuestro objetivo, y hay que seguir como venimos trabajando. No somos de cambiar nada, ni cuando nos va mal ni cuando nos va bien. Como dice la frase: ‘No somos los peores cuando perdemos, ni los mejores cuando ganamos’. No renunciamos a la forma de juego que tenemos y así mismo es cómo vamos a ir para tratar de ganar todo lo que juguemos».

Desafíos: «Mi primera meta era debutar en la Primera de Peñarol y la cumplí. Ahora quiero jugar con gente y ganar cosas. Hoy en día estoy metido solamente en Peñarol. Obviamente el jugador de fútbol siempre quiere jugar a un máximo nivel. Me gustaría jugar en Europa, y también poder estar en la Selección».