Una nueva perla se suma al collar del bendito/maldito fútbol uruguayo. A 24 horas del partido de Peñarol ante Rampla Juniors, surgió un comunicado de que por motivos de seguridad no se puede jugar el partido en dicha ciudad. Supuestamente la policía autorizó pero el Ministerio del Interior no. Si bien es una desprolijidad increíble, ya no puede asombrarnos. El fútbol uruguayo que tan bien está haciendo las cosas a nivel de la selección parece tener un manual distinto puertas hacia adentro. Ahora lo fijaron para el lunes a las 15 horas, cuando la gran mayoría de los hinchas trabajamos y estudiamos.

La delegación picapiedra ya estaba en Flores, los hinchas montevideanos de Peñarol planificaron el viaje hacia Trinidad y sacaron pasaje de ómnibus, y los hinchas carboneros del interior del país ya habían sacado las entradas.

Es el mismo fútbol que suspendió un partido de futbol y lo hizo jugar 90 días después. Es el mismo fútbol donde hacen un gol de penal y te cobran corner. Es el mismo futbol donde las finales se juegan un día entresemana a las 4 de la tarde. Una desprolijidad total.

¿Quién va a indemnizar a los hinchas que compraron sus pasajes a Flores? ¿Cómo hacen los hinchas de Flores que por primera vez iban a poder ver a Peñarol en su ciudad y ya sacaron entrada? ¿Quién es el responsable de habilitar la venta cuando todavía no estaba autorizado a jugarse el partido? ¿Quién va a dar la cara por todo este mamarracho? A los hinchas nos piden buen comportamiento en las tribunas y la no violencia. Ustedes encárguense de organizar un espectáculo.

Debatí esta nota en el foro »