Antigua sede del club, ubicada en la calle Maldonado

Este fin de semana se juega la última fecha del Apertura; y dependemos de otros resultados para poder dar la vuelta olímpica. Primero, el sábado debemos ganar nuestro partido frente a Cerrito, que precisa los puntos por estar complicado en la zona de descenso, y luego, esperar a que el domingo Danubio deje puntos frente a Bella Vista y que el tradicional rival empate (para llegar a una final) o pierda (para salir campeón este mismo fin de semana) su partido frente a Liverpool.

Es una situación complicada; pero para nada imposible como lo hace ver el periodismo de nuestro país, que prácticamente da como campeón al club sin acta de la Avda. 8 de octubre y olvidándose que el que espera acechando, es nada más y nada menos que Peñarol, el dueño de las hazañas, el que no se rinde hasta que esté todo realmente perdido.

Una situación similar ya se dio en el pasado. Cito a continuación lo escrito por Alfredo Etchandy en su libro “Memorias de la Pelota”:

Un hecho insólito…

PEÑAROL DIO LA VUELTA EN SU SEDE

Aurinegros y tricolores lucharon hasta el final para definir el título del Uruguayo de 1951. Terminó el año y el certamen no había finalizado ya que faltaba cumplir con un compromiso. Tenían que jugar Nacional y Central que se enfrentaron en enero de 1952.

Los palermitanos se quedaron con la victoria por dos a uno y con ese resultado determinaron que los carboneros se convirtieran en los campeones de la competencia.

Peñarol estaba esperando con gran expectativa la definición del cotejo y se vio favorecido por el desenlace. Al finalizar el encuentro, el plantel dio la tradicional vuelta olímpica en su sede de la calle Maldonado.

La actividad de Peñarol terminó en diciembre y tuvo que esperar hasta enero para saber cual era su suerte, pero valió la pena porque festejó la consagración; aunque la vuelta olímpica no la dio en el campo de juego, la tuvo que dar en la sede.

EQUIPO QUE GANÓ EL CAMPEONATO DE 1951 - Arriba: Emérico Hirsch (DT), Obdulio Varela, Juan C. González, Joel Romero, Héctor Uzal, Roque Máspoli, Casimiro Yancoviez y Dante Cocito (K). Abajo: Alcides E. Ghiggia, Juan E. Hohberg, Julio C. Abbadie, Juan A. Schiaffino y Hugo Villamide.

Por eso a los que hablan de más, olvidándose que todavía resta jugar una fecha del campeonato y puede pasar cualquier cosa; les recuerdo lo que dijo una vez un periodista de la revista argentina “El Gráfico” hablando de la quinta conquista continental de nuestro club:

«Repaso lo ocurrido, vuelvo a vivirlo y reafirmo el concepto inicial: el fútbol es único. Pero a la sentencia le falta un cierre que la perfeccione y le otorgue justicia: Peñarol también es único

A lo Peñarol; ayer, hoy y siempre…