Enrique Santos Discépolo en su tango Cambalache decía una frase que es una gran verdad de la vida: “el que no llora no mama”. Dicha frase proviene de una reacción natural de los bebés, cuando tienen hambre tienen que llorar para que las madres los alimenten.

El asunto es que la frase se ha convertido en ley en nuestro fútbol uruguayo. En estos tiempos es una herramienta para presionar en cada circunstancia que se pueda hacerlo. No hay club que no utilice la prensa para presionar, seríamos necios si solo vemos un club utilizando este método.

Todos lo utilizan pero hay un club que lo trabaja de forma sistemática. Hablamos del tradicional rival y su presión a los arbitrajes antes de que lleguen los clásicos. Siempre que se aproxima un clásico salen en todos los medios los dirigentes, técnicos (por ahora este nuevo técnico no se sumó a esta metodología), jugadores, funcionarios y allegados al club.

Hace más de una semana vemos cómo Ache (Presidente de Nacional) se pasea por todos los programas deportivos hablando de los arbitrajes. Luego de la derrota dijo: “Quiero ver qué hace el Presidente de la AUF. Hay gente que se equivoca y esto fue adrede por el arbitraje de Falce en el partido Nacional – El Tanque Sisley, partido que llegaron al empate gracias a una falta mal cobrada, o sea hasta fueron favorecidos.

Ante este ataque AUDAF (Asociación Uruguaya de Arbitros de Fútbol) no dice nada pero cuando el vicepresidente de Peñarol Werlker le dijo a Prudente que tenía problemas psicológicos, casi suspenden el fútbol porque exigían que se retracte. Acá no dicen nada, Ache tiene vía libre para decir lo que quiere y en donde quiere.

A este circo se sumaron los jugadores del tradicional rival. Qué mejor para hacer el trabajo que jugadores como Damonte y Bava, ambos adictos a las cámaras y al cucurucho. Damonte comenzó a través de Twitter, donde dijo “Me tienen podrido cobrando cualquier cosa los árbitros”. Al principio pensamos que hablaba del penal gigante que hizo contra Barcelona de Ecuador que no cobraron pero después nos dimos cuenta que era otra voz dentro de este sistema de presionar a los jueces para el clásico. Finalizado el partido, al tener un micrófono cerca aprovechó nuevamente para presionar y quejarse de los arbitrajes.

Pero no todo Nacional está haciendo este juego. El nuevo cuerpo técnico fue autocrítico al hablar y no entró en el sistema de lloriqueo constante. Arruabarrena dijo que “el árbitro no incidió en el resultado, se equivocó para los dos lados”. Dentro de tanta presión y llanto hay que resaltar la sensatez del técnico rival, con esa declaración dejó regalado a todos estos personajes que quieren presionar a los árbitros. Ahora hay que ver si va a poder seguir siendo sincero o lo van a obligar a actuar como la «Cultura Nacional » lo indica.

A todo esto, desde Peñarol se escuchó la voz del Gerente Deportivo Carlos Sánchez, que cansado de tanto llanto salió al cruce y calentó el ambiente: Hay mucho chanta en la vuelta, muchos que quieren ser protagonistas y los protagonistas son los técnicos y los jugadores. Que fue offside, que esto, que lo otro, opinan de todo durante toda la semana. No podemos andar llorando. Hay que dejarse de llorar y ganar dentro de la cancha. El juez estuvo perfecto. Era un juez que me gustaba para el clásico, pero como arbitró ante Racing, no nos puede arbitrar en el clásico. ¿Por qué? Así seguimos en la mediocridad”. Después de estos dichos no hay nada más para agregar.