diego-alonso-DSC_0084 (Copiar) (Copiar)«A Peñarol casi siempre que le fue bien, fue jugando con dos volantes de marca” repetía un amigo más veterano el otro día en la tribuna cuando la eliminación por esta Sudamericana se hacía inminente. Daba casos que él tuvo la suerte de ver de gestas importantes siempre nombrando dos volantes de marca, ¿es esta entonces la única forma de jugar? Claramente no, pero en este momento repaso los últimos equipos que tuvimos que lograron algo y podemos encontrar un factor común; Cristóforo – Novick / Píriz recientemente, Aguiar – Freitas 2011, Arévalo – Orteman 2010, Césaro – Rotundo 2003 y así podría seguir con alguna pareja más que vi para el aspecto defensivo en la mitad del terreno de nuestro querido Peñarol.

Creo que ahí fue donde más se falló y se partió el equipo. La defensa no es brillante e incluso dista mucho de la que tuvimos en el Campeonato Uruguayo pasado pero desde mi punto de vista la misma se ve aún más perjudicada por un mediocampo que no estuvo fino en la contención. Los partidos que Peñarol realizó en la gira fueron con dos volantes de marca, Píriz y Novick en ese caso, con una figura táctica que claramente cambiaba por la gran cantidad de variantes que permiten estos partidos de pre temporada pero que al menos deberían mostrarnos la intención que van a tener los jugadores titulares de la escuadra. Cuando jugamos en Antofagasta, Píriz fue sacado del equipo titular e ingresó Cristóforo. Creo que una buena parte de los carboneros veía previsible que este sector del mediocampo fuera conformado al menos inicialmente por dos de estos tres jugadores, ya que como mencionamos antes, fueron los que jugaron juntos hasta hace poco tiempo. Sin embargo, la dupla Cristóforo – Novick no fue lo efectiva que se podía esperar en ese primer partido. Si bien el resultado fue medianamente bueno para jugar de visitante, nos vimos avasallados en cuanta a tenencia de balón y jugadas de gol, a pesar de jugar un porcentaje importante del partido con un jugador más.

El problema no pasó sólo por el sector central de la mitad de la cancha. El DT quiso apostar a un esquema similar al que utilizaba el Polilla, con dos jugadores netos de ofensiva por las bandas como fueron el Japo Rodríguez y el Lolo para ambos partidos. Es evidente que no cumplieron lo que entendemos que les pidió Alonso, ni ofensiva ni defensivamente, lo que implicó que el trabajo que tuvieran los laterales fuera considerable.

Si hasta aquí sumamos que tuvimos problemas en la contención jugando con dos volantes de marca netos y dos por afuera, el planteamiento del último partido hizo un trámite previsible para algunos. Un solo volante de marca, Píriz, acompañado por un improvisado Tony Pacheco de doble cinco: el resultado fue regalar la mitad de la cancha, el partido y por ende la clasificación.

De aquí en más podemos discutir el resto de la conformación del equipo, defensa o delantera, pero al menos en estos dos sectores, que también distaron bastante de tener un buen rendimiento, sí se quiso dar la misma intención inicialmente en ambos partidos tácticamente y no hubo mayores sorpresas.

La pregunta ahora sería si es bueno seguir con el mismo planteamiento y mover las caras que conformen el once inicial o ir directamente a un nuevo esquema y ver qué se puede armar. Creo que es posible ganar el Uruguayo con la formación que puso el «Tornado» (ya lo hizo el Polilla) tanto en Chile como en el Centenario pero no creo que sea factible jugar internacionalmente así (también quedó afuera Da Silva). El problema que me surge ahora es que si bien la situación en nuestro fútbol es cambiante, se va a intentar mantener la base y si se logra el Apertura con esa idea, se va a intentar reforzar la misma para la Libertadores… Tanto Mier como Corujo no eran jugadores mejores que Japo Rodríguez y Fabián Estoyanoff respectivamente en lo ofensivo pero  en lo defensivo sí tenían mucho más sacrificio lo cual internacionalmente nos valió mucho más y creo que si nos ponemos a buscar en el plantel jugadores de similares características, al menos naturalmente no los tenemos.

Se puede intentar poner a Aguiar por izquierda para tener generación y marca pero, ¿quién puede oficiar a lo mismo por el sector derecho? El Vasquito ya no está y lo de Albín de volante neto (jugando varios partidos) es una incógnita, entonces ahí entran las dudas, los cuestionamientos. ¿Seguimos como estamos para intentar llegar al Uruguayo número cincuenta o ganamos el Apertura buscando un plantel que pueda dar pelea para la Copa?, ¿y en este último caso cómo puedo conformar el equipo? Un 4-4-2 con Aguiar y Albín por afuera en la mitad de la cancha o un 4-3-1-2 con los tres jugadores de contención siendo Píriz, Novick, Aguiar y un enganche que podría ser Jorge Rodríguez o «Tony» Pacheco. Visto y considerando lo escrito hasta aquí, apostar a un 4-3-3 o similar no tendría, al menos con lo plasmado en la cancha hasta aquí, mucho sentido por los problemas mostrados en los partidos oficiales.

También hay que notar que las dos alternativas que dimos para la mitad de la cancha dejan a esta parte del equipo bastante desguarnecida en cuanto a variantes, pero da más posibilidades en ofensiva. Sólo el tiempo y los partidos que pasen nos dirán a qué va a apuntar Diego Alonso.

Roberto M. Assandri