Yuri Rafael Fuentes Labrada «Acción y reacción»

Luego de una larga abstinencia de escritura, he decidido volver a todos ustedes motivado por el último episodio referente a un problema ya comentado por mi persona, sí queridos amigos, una vez más debemos referirnos a la envidia, a la falta de vida propia, al complejo de inferioridad, al querer ser y no poder y en esta oportunidad se suma un nuevo ítem a los problemas de nuestro hijo preferido, el complejo del tamaño.

En primer lugar, comencemos por entender el título de esta columna analizando qué es acción y qué es reacción. Una de las definiciones que se pueden tomar del término Acción es que corresponde al “ejercicio de la facultad de hacer o realizar alguna cosa que tiene que ser”. El origen latino de la palabra Reacción nos remite al vocablo “re” que significa de nuevo, y “actio” que quiere decir acción, por lo cual debe definirse como acción que se produce como consecuencia de otra.

Partiendo de esta explicación, estamos en condiciones de diferenciar y comprender las distintas conductas que desde sus propios orígenes han caracterizado al Club Atlético Peñarol  y al denominado “primer cuadro criollo”, llamado oficialmente Club Nacional de Football.

Un ejemplo de Acción, fue lo que hicieron los ingleses al instalar su industria ferroviaria a finales del siglo XIX y crear en la Villa Peñarol un club de fútbol que por su popularidad y sus sorprendentes actuaciones dentro del field, trascendió más allá de su lugar original para ser el preferido de todo el país.

Un claro ejemplo de Reacción, es lo que hicieron un grupo de personas pertenecientes a la Elite social de aquellos tiempos, que vieron con rencor y envidia como un cuadro inglés era adoptado por todo el pueblo Oriental y se convertía en el más popular de todos los cuadros, y decidieron crear un cuadro de criollos en respuesta al formado por los ingleses.

Estas actitudes de Acción y Reacción, son los pilares de dos linajes, el de Peñarol y el de Nacional, y como tales, son la explicación para tantos episodios generados a lo largo de la historia del Fútbol Uruguayo.

El último de los episodios en donde se refleja quién es quién, es en la confección y presentación en este año 2013, de la denominada “La bandera más grande del mundo”, Reacción por parte de los hinchas del club históricamente segundo,  a la Acción de presentar y denominar de la misma manera, solo que dos años antes por todos nosotros, la bandera que representa la historia del Club Atlético Peñarol.

¿Se puede ser tan poco original? ¿Se puede caer tan bajo? ¿Se puede demostrar a través de un nuevo episodio tanta envidia? ¿Se puede desear con tantas ganas ser algo que nunca se va a poder ser? Según parece, la respuesta a tantas preguntas es SÍ.

Nacieron del resentimiento mirando para el costado con recelo y envidia, cuando vieron que no podían igualarse, comenzaron a tratar de desmerecernos y cuestionaron nuestro propio nacimiento. Después empezaron a menospreciar nuestras conquistas deportivas, ya no saben cómo correr los años ni las estadísticas para adjudicarse más victorias clásicas y campeonatos uruguayos. Luego quisieron convencerse de que tienen más hinchas, después viéndose en su propio espejo, proyectaron sus mentiras y nos las quisieron traspasar, que la “v” de Primavera es una “b”, inventaron que nuestra bandera no la hizo la gente y la de ellos sí y que en 1999 ellos habían promocionado la bandera de PEPSI como la más grande del mundo (quizás las nuevas generaciones que no vivieron aquellos días no lo puedan comprobar, pero los que en aquellos días ya disfrutábamos y nos divertíamos con los papelones a los que esta gente nos tiene acostumbrados, sabemos muy bien que eso es MENTIRA. No fue promocionada de esa forma porque la de Racing de Avellaneda era groseramente más grande).

A las preguntas planteadas más arriba le agrego, ¿Se puede vivir una vida mirando al otro, intentando poseer su identidad y obviamente fracasar una y otra vez no aceptando la realidad ni la frustración y seguir intentando hasta el cansancio?!!! Increíblemente la respuesta nuevamente es SÍ.

Los que actúan sistemáticamente por reacción ante una acción, son pobres de espíritu, carecen de alma y vida propia ya que viven bajo la sombra de ese espejo que les presenta la imagen de lo que desean ser y no saben cómo llegar a ser, lamentablemente desperdician su propia vida, se alimentan de mentiras y no se desarrollan…

…Si no lo creen así, basta con mirar a la pobre gente del C.N.deF.