El carbonero se despidió de las Finales pero consiguió el pasaje a la Champions League Americas 2023. Una temporada muy buena donde se superaron los objetivos.

El primer cuarto comenzó parejo, los dos equipos encontraron gol y se alternaron el marcador. Sin embargo, llegaron muchas fatalidades. Expulsión de Flowers y el equipo se malhumoró por completo. Incluso Pablo López y Borsellino sufrieron una falta técnica cada uno. El juego se condicionó demasiado y todo se volvió cuesta arriba, en ataque y en defensa. Los minutos finales fueron una tortura. El primer cuarto lo ganó Biguá 32-16.

El segundo comenzó fatal. Rápido parcial de 4-0 de Biguá y minuto de Pablo López. El aurinegro no encontró respuestas y quedó impactado. No hubo muchas mejoras, incluso Biguá tuvo altísimos porcentajes de tres puntos. Pablo López intentó y movió el equipo, pero todo estuvo muy complicado. El primer tiempo fue victoria para Biguá 60-28. En la segunda mitad no hubo partido. El carbonero no tuvo reacción y su rival lo aprovechó. Los minutos pasaron y Biguá fue justo campeón.

Queda el sabor amargo por cómo se dio el partido final, todo se desdibujó muy rápido. No hay dudas de que Biguá podía ganar claramente. También, me hago a un lado sobre la teoría en que Peñarol fue perjudicado, lo de Flowers fue una inocencia pocas veces vista en un profesional. Su expulsión está perfectamente decretada.

Agradecimiento a todo el staff de Peñarol Básquetbol, superando las expectativas iniciales para esta temporada. Se ganaron los dos clásicos del año, se alcanzó una final de Liga y la clasificación a la Champions League Americas.

Lo positivo

El carbonero volvió al primer plano del básquetbol nacional. Clasificándose a una semifinal después de muchos años y coronándolo con barrida a Aguada. Club que si bien tuvo muchos problemas, se armó con el claro objetivo de ganar la Liga. Se consiguió el pase para competir internacionalmente, lo cual en principio no estaba en los planes. Las formativas siguen en ascenso y en un par de años Peñarol tendrá jugadores puramente nacidos de su cantera.

Lo negativo

Era el principal problema en el comienzo y lo es en la actualidad. Peñarol tiene a su propio enemigo en casa. En la actual temporada, el carbonero sufrió más de cinco denuncias. Las cuales repercuten en la temporada que viene, con varios cierres de cancha y dos puntos menos.

Todo eso sin contar el papelón en el Antel Arena, donde hubo tres denuncias más. Agresión de Flowers, escupitajos a la terna arbitral en el entretiempo y dos botellas de vidrio lanzadas al campo de juego en pleno partido.

Sin dudas el club corre mucho riesgo de cara al futuro, son muchos actos de violencia acumulados en una sola temporada. Se sabe públicamente que Peñarol es el equipo que más gasta en seguridad, claramente no es suficiente. Se deberán tomar medidas severas en estos meses previos a la próxima Liga. Hoy en día, el club está al borde de la desafiliación. Duele por los hinchas de bien y que extrañaron al Club todo este tiempo.

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