cronica de viaje 2 Lima

Día 2: Segundo día en tierras incaicas. Luego de descansar más de 6 horas nos levantamos con todas las pilas para recorrer la ciudad. Desayuno y a pasear por el centro de Lima por la zona histórica.

Perú ha perdido mucha de su historia por culpa de la gran cantidad de terremotos que ha sufrido el país, pero muchas cosas se mantienen. Salimos desde Miraflores y nos tomamos el Metropolitano, un ómnibus que se mueve con el mismo sistema del metro, en un carril solo para bus en las autopistas, algo parecido al corredor Garzón pero que realmente es útil y rápido. El boleto costó 2,5 soles, que serían algo así como 25 pesos uruguayos.

La primera parada fue en la Plaza de Armas, donde se encuentra la casa del ejército. Al mediodía hay cambio de guardia y se puede ver un lindo espectáculo con los militares haciendo el cambio de guardia al mejor estilo de los blandengues uruguayos. En dicha plaza se encuentra la Catedral de Lima, que es la principal iglesia de Perú.

Cronica de viaje 2 Lima (4)Luego de pasar por la plaza fuimos rumbo a la Basílica y Convento San Francisco de Lima, donde nos hicieron un tour por la Iglesia de San Francisco de Asís. Por 10 soles una guía te lleva a recorrer todo el lugar donde hay cientos de pinturas, esculturas y al finalizar uno puede ingresar a las catacumbas subterráneas, lugar donde cientos de años atrás estaban los cementerios sagrados. Pudimos ver cómo al día de hoy hay miles de huesos, desde cráneos hasta los fémur que son los huesos más resistentes del cuerpo humano. Una experiencia única, fría pero real, de lo que se vivía en aquellas épocas. En todo el recorrido no se puede sacar fotos ni filmar videos.

Llegó el momento del almuerzo y caminando encontramos un bar bien peruano para turistas donde pudimos almorzar un rico pescado acompañado de ensaladas a tan solo 8 soles (algo así como 80 pesos uruguayos). Por otra parte, el calor agobiante, alrededor de 35 grados de sensación acompañados de humedad, hacen que las caminatas y paseos sean más pesados.

Fuimos al recorrido con la camiseta de Peñarol. En todo el trayecto los peruanos reconocen al club y es constante el “Peñarol” o “Uruguay” para saludarte y frenarte para hablar de fútbol. Es muy grande la admiración que sienten por el gigante de América.

Para cerrar el paseo fuimos al Cerro San Cristóbal (costo del paseo 5 soles en un minibús). Si querés ir más cómodo y con un ómnibus de dos pisos sale 10 soles. Como buenos uruguayos fuimos en el barato. El ómnibus recorre parte del centro histórico, para luego meterse en el barrio Rimac y comenzar a ascender a la cima del cerro. Nos subimos al bondi y estaba colmado de carboneros, la gente de Salto, Playa Pascual y más carboneros y carboneras que estaban haciendo el paseo. En la cima del cerro hay una gran cruz hecha en madera y desde ahí se puede ver gran parte de la ciudad de Lima. Desde lo alto se puede ver lo precarias que son la mayoría de las casas, ya que uno se acostumbra a pasear por Miraflores y la realidad de Lima no es ese barrio.

Finalizada la jornada de visita del barrio histórico volvimos al hostel, baño para recomponer y de ahí en taxi al Estadio Nacional donde el Decano haría el reconocimiento del campo de juego. ¡En el lugar había muchos hinchas ya haciéndole sentir a los jugadores que vamos a ser locales y que esta noche solo importa ganar!