20 marzo, 2020
31 de octubre de 1987
Peñarol vs América de Cali. Peñarol no podía hacer el gol para proclamarse campeón. Mi viejo estaba en el almacén de unos viejos amigos de la familia (Q.E.P.D.), todos hinchas de Nacional. Estaban burlándose de que Peñarol no iba a ganar la quinta. Minuto 120: gol de Aguirre. Mi viejo no contuvo la alegría, les gritó el gol en la cara, y salió a la calle a gritarlo completamente loco. Fue la última vez que gritó un gol de esa forma. Me contaba que lo querían sacar de allí. Inolvidable para él, inolvidable para todo el pueblo carbonero.
El Sótano de Nayer
El partido lo miré en mi casa, con mi abuela y mi primo, ambos enfermos de Nacional. Me aguanté 119 minutos de burlas y sarcasmos, sobretodo por parte de mi primo. El banana la gozaba como buen gallina que es, y en eso apareció el Diego y se rompió todo. El gol que grité más en mi vida. Estuve tres minutos gritando el gol y veinte puteándolo en la cara al plumífero. Obviamente que se fue, perdiendo las plumas por el camino, cabizbajo y con una calentura para cinco mil. Es que Dios no quiere cosas chanchas, y le dio la lección de su vida. Qué horrible que ha de ser, ser hincha de Nacional.
El Potrillo
Mi viejo era un tipo cero fútbol. Jugábamos la final del 87, yo tenía 20 años y la miré solo, en mi cuarto, por TV -un Phillips blanco y negro de 12 pulgadas -. Los minutos pasaban y pasaban, el alargue se esfumaba y en medio de una cuenta regresiva coreada por todo el banco del América, Aguirre clava aquel zurdazo. No pude gritar, solo llorar sin poder salir del trance. Bombas en todo el barrio, y mi viejo entra al cuarto a preguntarme que me pasaba. El tipo cantaba en el coro del Sodre y no entendía nada de esta pasión. Secándome los mocos le grité: ”¡Peñarol, me pasa!”. Algo creo que entendió. Salí volando a buscar mi barra, y juro que hasta bolsos se adhirieron al festejo. Un pedo amarillo y negro, bañado en andá a saber cuánto alcohol. Volví sin voz, mareado y orgulloso. Al otro día, lo que me pasó fue el reto de mi viejo. ¿Pero eso qué importa?.
NG65
Tirado en la cama,parecía que me tragaba,que me hundía…..se terminaba…..ya no me quedaban uñas……y como un milagro lo indescriptible……me pareció llegar al techo del salto que di ….quedar afónico…….por un gol que nunca antes ni nunca después grité de esa manera
Yo les cuento que me estaba por bañar ya resignado porque los bolsos de al lado tiraban bombas y gozaban, pero cuando Aguirre la clavo la Felicidad me invadió y obviamente casi desnudo salí a gritar el gol para los bolsos sobre todo y con el vecino de enfrente saltabamos y gritabamos Peñarol Nona, en el medio de la calle. Que recuerdo imborrable siempre estará presente en mi.
Haber visto el gol de Morena frente al Cobreloa a un minuto del final, fue increíble, algo que pocas veces se da , aún para la gente de Peñarol.
Pero el gol de Aguirre, al final del alargue, donde además se sumaba la indignación de perder la copa por un empate porque así lo disponía el reglamento, sumado , a la hinchada contraria, que nos cargaba y nos contaba la «cuenta regresiva» en los instantes finales, y ver a nuestros muchachos ir a todas con desesperación y a la heroica, a puro corazón, …. .
No se veía por donde, pero todos esperábamos que de alguna manera , algo iba a pasar, porque de ese grupo de jugadores, todos teníamos la certeza que preferían morir que perder, tenían la mística ganadora y ya habían ganado partido imposibles, y de tanto ir a buscar, una pelota se la llevó Aguirre, pasó entre varios, ( nunca sabremos cómo pudo pasar entre tantas piernas contrarias) y la cruzó al palo izquierdo de Falcioni.
El resto, es historia.
Peñarol pudo más que toda la plata del cartel de Cali.
¿Ve lo que le digo? No es cuestión de plata, es mentalización en el objetivo, amor por los colores, defensa de la honra, pundonor en las difíciles, no bajar los brazos. A excepción de la mentalización, ninguna de las otras cualidades tienen los europeos y eso nos hace diferentes.
Cualquier parecido con personas o hechos actuales es mera coincidencia.
En lo personal fue el gol que más grite en mi vida. El partido lo vi en un club social a través de la Red uruguaya, que dicho sea de paso se cortaba a cada rato, en ese momento estaba en el interior y ver un partido de Peñarol no era cosa sencilla. Jamás voy a olvidar el ruido que causó en ese club el gol de Aguirre, fue como una explosión y la posterior caravana fue impresionante . Me emociona de sólo recordar. Pensar que algunos ingratos por acá lo insultan a Aguirre….por favor!!!
Yo lamentablemente llegué tarde, pero me contó mi tío que estaban escuchando el partido por radio, él, su hermano y su padre. Mis tíos eran gurises chicos y lloraban porque parecía que Peñarol se perdía la quinta copa. De repente, gol de Aguirre y locura total. El padre estaba recién operado, gritó tanto el gol que se le abrieron los puntos (según cuenta mi tío).
Como me hubiese gustado vivir eso.