Leonardo Crossley

Este golero fue considerado como revolucionario en el fútbol uruguayo; el que marcó un cambio sustancial entre los goleros de principios del siglo XX. Leonardo Crossley, arquero del CURCC (Peñarol), llegó a Montevideo en 1908. Ciudadano inglés, había jugado al fútbol en su país y fue contratado por la “Central Uruguay Railway” (empresa de ferrocarriles) como técnico en administración.

En Inglaterra había sido jugador en la segunda división del Everton londinense pero fue descartado porque consideraban que para jugar en la primera división del club, necesitaba diez centímetros más en su estatura. Tras el ofrecimiento de venir a América a trabajar, concretamente a Buenos Aires, Crossley dejó atrás sus sueños de arquero y emprendió viaje hacia nuestro continente.

En Montevideo comenzó todo

Luego de Argentina, es trasladado a Montevideo por la compañía. Aquí se encontró con la grata sorpresa que la empresa había creado un equipo de fútbol, el CURCC. Al observar los arqueros, Crossley vio que aquellos colegas solo rechazaban las pelotas con los puños o los pies y pasaban esquivando las duras embestidas de los potentes delanteros que eran capaces de meterlos con pelota y todo dentro del arco.

No bien comenzó a jugar, Leonardo Crossley fue llamativo para todos, ya que mostró una nueva y eficiente técnica, hasta entonces desconocida en estas latitudes. Crossley no alejaba casi nunca la pelota como los demás arqueros. El inglés retenía el balón entre sus manos y como agregado la “sacaba jugando”, es decir, pasaba de la defensa a un ataque rápido colocándola con buena dirección hacia alguno de sus compañeros. Cambió radicalmente aquel saque violento del arquero que alejaba el balón con destino incierto y que significaba además pegarle con los puños o los pies hacia donde cayera.

Su técnica

Aquella novedosa técnica de Crossley, tenía riesgos y complicaciones. Predominaba todavía el fútbol inglés de choques y embestidas y aquel golero técnico era una tentación para todos los delanteros de entonces. Al emplear sus manos conteniendo la pelota, éste les obligaba a tener mayor habilidad en sus entradas, lo que se fue transformando en un ataque más técnico y no solo de embestida.

Lo cierto es que la evolución que mostraba Crossley en el arco, se extendió de inmediato hacia otros arqueros que lo comenzaron a imitar en su técnica por resultados en el marcador y también por razones de supervivencia.

Una lejana anécdota cuenta que en un partido del CURCC (Peñarol) contra el Teutonia (ex Deustcher), se llegó a difundir que Crossley luego de un encontronazo con un atacante había fallecido, pero esto no fue así, Crossley siguió controlando balones por mucho tiempo más. La crónica de época decía textualmente: “el caballeresco arquero británico Leonardo Crossley del CURCC falleció luego de una embestida de un centrodelantero del Teutonia”.

Por diez centimetros…

Según lo narrado por José L. Buzzetti en su “Crónica y comentario del Club A. Peñarol”, Crossley decía: “Estoy aquí en Uruguay por diez centímetros. Yo jugaba en segunda división profesional en Londres y un sábado después de un match, se me apersonó un caballero de galera de felpa y me expresó: lo felicito por su juego y lamento que no tenga usted diez centímetros más de altura pues debutaría inmediatamente en la primera división del gran Everton”. Continúa diciendo en su crónica Buzzetti: “Crossley perdió de jugar en el Everton y el Uruguay pudo consagrar a su mejor golero”.

En definitiva, Leonardo Crossley, señor inglés, técnico en administración del ferrocarril fue el responsable de transformar la técnica de los goleros de este país.

Los señores del arco (César Groba)