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Gabriel Leyes habló en Las Voces del Fútbol (1410 AM) sobre su situación sanitaria y repasó su estadía en Peñarol. El delantero dijo que está a la orden para el partido ante Wanderers. Además, se refirió a la curiosidad de su nombre, que es en homenaje al gran Eduardo Hohberg.

Hober: “Es mi primer nombre, el segundo es Gabriel. Me acostumbré al nombre pero a lo primero como todo niño, te tomen al pelo con el nombre. Yo empecé a decir que era Gabriel y quedó”.

Llegada a Peñarol: “Finaliza el campeonato 2013 y me fui para Paysandú. Yo había escuchado que había interés de Nacional. Todos te llaman a tu casa. Uno estaba contento porque era para mejorar y un día me llama un amigo para decirme que me quería Peñarol, le digo que habría escuchado mal. Al otro día me llama mi contratista (Gabriel Morales) y me pregunta en qué cuadro quería jugar de los dos y le dije Peñarol enseguida. Entonces me dijo que me felicitaba, que ya era jugador de Peñarol. Él ya había arreglado todo porque sabía donde quería jugar yo”.

gabriel-leyes-aromosPrimeros tiempos: “Venía para suplantar a Marcelo (Zalayeta) cuando él no estuviera. Se fueron dando cosas, tuve un problema en un brazo que me fue alejando, me costó retomar pero fueron pasando los técnicos y no tuve minutos o jugaba cada tanto. Es muy difícil. Luego se termino yendo Jonathan Rodríguez y Carlos Nuñez y pensé que no iban a tener mas remedio que ponerme a mí (entre risas)”.

Inactividad: En el último Torneo Apertura no había jugado ningún minuto. Creo que había jugado con Danubio en el Clausura anterior en Jardines. No quedaba más remedio que ir a entrenar, y estar con buena cara por los compañeros”.

Posible ida: “Esperaba ver si podía ir a otro lado para poder jugar y si cambiaba la situación. Yo lo había hablado con Pablo cuando llegó, tuvimos una conversación y opté por quedarme. Se me estaba haciendo incontrolable la situación de estar mucho tiempo sin jugar. Sentía que estaba echándome a perder.  Uno si no juega no puede demostrar nada, y entrenar no es lo mismo que jugar. Pablo me dijo que iba a contar conmigo, que no me aseguraba un lugar en el equipo, pero que me quedara y que las oportunidades iban a estar. Quedé mucho más tranquilo, la cabeza me cambió mucho, y no es lo mismo ir a entrenar sabiendo que estás en la consideración que siendo el último orejón del tarro”.

2015: “Jugué los dos clásicos de verano y contra River argentino. No salió bien porque perdimos pero en lo personal me fue bastante bien. Necesitaba ritmo de partido. Uno puede entrenar al 100% pero a la hora de jugar no es lo mismo. Me pasó cuando jugué contra El Tanque que a los 60 minutos me acalambré y no es por estar mal entrenado. Son muchos factores que hace que uno se desgaste mucho más (…) Uno está para colaborar y hacer lo que el técnico mande. Tuve la suerte de poder convertir en dos partidos y que pudiéramos ganar”.

Con Danubio: “Pablo me dijo que iba al banco y está bárbaro, él es el que decide. Cuando me dijo que yo iba a jugar no pedí explicaciones, así que tampoco en ese caso. Me sorprendió el cambio durante el partido, pensé que Urreta se había sentido pero era un cambio táctico y había que estar pronto”.

Con Atenas: “Sufrí mucho, pensé que lo íbamos a dar vuelta porque lo empatamos enseguida pero lamentablemente pasó lo que pasó”.

Pérdida de la punta: “Estamos tristes por eso pero tenemos 6 partidos por delante y el campeonato está al alcance todavía”.

Presión: “Es diferente a los otros equipos. Sabemos que tenemos que pelear el campeonato. Yo siempre quiero jugar por el campeonato esté en el cuadro que esté, pero en Peñarol son muchas más las responsabilidades, todos sabemos que tenemos que jugar para salir campeón. Cuando perdemos se nos hace complicado”.

Recta final: “Yo estoy bien, queremos ganar el Clausura y creo que tenemos las armas necesarias para hacerlo”.

Clásico: “Es un partido muy importante pero tenemos dos partidos antes. No nos sirve de nada ir a jugar el clásico si no tenemos estos 6 puntos que se nos vienen ahora”.