Se repite la historia. No aprendemos más. Sobran los negados, sobran los que dan para atrás. Sobra la impaciencia, sobra hablar por hablar, sobra la falta de memoria, sobran las críticas, sobra el teclado fácil, sobran los labios llenos de palabras desubicadas.

A vos que te cansás de dar para atrás, que en cada publicación que haya de nuestro equipo sos el primero en comentar “estos jugadores son horribles”, “Alonso no servís para nada” “Pacheco no podés jugar 90 minutos”,  “que entre Lerda, saca a Castillo” y no sé cuántas incoherencias más, te digo: pensá!!!

Hace falta coherencia en los comentarios, hace falta inteligencia para saber cuándo y qué decir. Hace falta aprender de los errores. Vos de seguro sos el mismo que pedías la cabeza de Da Silva y de los jugadores luego de haber perdido con Defensor por el Clausura de este mismo año. Y también sos el mismo que te diste vuelta como una tortilla y festejaste con liviandad de memoria. ¡Volvé para atrás! ¡Entrá a la columna que yo mismo redacté “Puede un momento amargo ser tan dulce consuelo” y reflexioná!  ¡Aprendan de los errores! Cambien la mentalidad. Cierren un poco la boca. No hagan públicas sus molestias. Charlen con sus amigos de lo mal que jugó el equipo en privado. Pero en público (redes sociales o la cancha) den para delante. Cada situación negativa es una nueva oportunidad para demostrar el aguante, y el respaldo de la hinchada para con el equipo que nos sacó campeón hace 2 meses.

Con respecto Alonso, como entrenador no te puedo decir nada, y nadie puede decir nada. Tres partidos no son material suficiente para evaluar su rendimiento. Podrás estar en desacuerdo con cambios o planteos, pero mientras tanto –por lo menos– lo tolerás (sin insultar) publicamente. En tu casa comentá, y sacate la bronca. En la cancha mantenete en silencio, o reinvertí esas cantidades enormes de energía que derrochás para quejarte del equipo en alentarlo.

Que te quede grabado en la memoria. Peñarol es como un enfermo,  cuando más enfermo está más tenés que estar a su lado. A vos te gustaría estar malherido, y que te hagan saber lo mal que estás?  No. Entonces no hagas lo que a vos no te gustaría. Y menos que menos con el equipo que –supuestamente- amás.

Respaldo, apoyo, aguante, compañía, respeto, silencio, inteligencia, memoria… Palabras que hacen falta en muchos hinchas. Pequeñas acciones de cada uno cambian una hinchada.

Ya lo dije mil y una vez, en vez de mirar todo tan negativo, cambiá el chip, y mirá este momento magro del equipo como un trampolín para demostrar tu incondicionalidad al equipo. Y esto no quita que estés disconforme con su rendimiento, sino que seas inteligente y controles tus impulsos negativos que no aportan nada  a esta familia que es Peñarol.

El domingo todos a alentar a nuestro equipo. A pensar dos veces lo que sale de nuestra boca porque nuestras actitudes hablan por nosotros, y en este caso, hablan por la hinchada de Peñarol.

Vamos arriba Peñarol, cuando la noche es más oscura se viene el día en tu corazón. Y si el domingo, no se da, voy a ser el primero en respaldarte por amor y porque así lo siento.

Agustín P.L.
Quien lo siente lo sabe.