Foto de archivo

El fútbol uruguayo presenta desprolijidades una vez más en el arranque de la temporada. El campeonato comenzó hace una semana, y varias etapas ya se vieron alteradas por cambios de fechas a último momento.

Los problemas comenzaron con la fijación del escenario para la disputa de la Supercopa entre Liverpool y Nacional. Los negriazules pretendían jugarla en el Estadio Centenario, o sino en el Franzini, debido a que trasladarse hasta Maldonado perjudicaría a su parcialidad, que se nuclea en los barrios Belvedere, Nuevo París y Paso Molino.

El mismo día del sorteo de la competición, llegó una nota a la Mesa Ejecutiva de la Liga de la Primera División comunicando que se realizarían obras en el Estadio Centenario, desde el 22 de enero al 5 de marzo. La directiva presidida por José Luis Palma insistió entonces por la fijación del estadio de Defensor Sporting, mientras que los albos realizaron gestiones para jugar el partido en el Campus de Maldonado. Ya sabemos qué sucedió al final.

El presidente de CAFO, Ricardo Lombardo, declaró después que el partido pudo haberse jugado en el coloso de cemento el 1º de febrero. A su vez, hace unos días Rentistas y Nacional disputaron allí el partido correspondiente a la primera fecha del Apertura. Polémico. La directiva negriazul no disimuló su descontento y emitió un comunicado al respecto, pidiendo explicaciones.

Entrando en la disputa del Campeonato Uruguayo, el comienzo estaba fijado para el fin de semana del 8 de febrero. Finalmente se postergaría una semana. ¿Los motivos? Nacional tenía pactado un amistoso en Japón. De los 18 jugadores que viajaron al oriente asiático, solo Brian Ocampo, Felipe Carballo, Ayrton Cougo y Pablo García fueron titulares frente a los bichos colorados en el debut por el torneo local, mientras el grueso del plantel se quedó en Uruguay siguiendo con los preparativos del comienzo de la temporada oficial.

Luego de sorteado el fixture, y con la variante de que el clásico no sería digitado, el mismo quedó fijado para disputarse el 8 de marzo, en la cuarta fecha. Ante la imposibilidad de jugar en el Estadio Centenario por un recital, y la negativa eterna de Nacional de fijar el Parque Central, se generaba un nuevo problema. Primero se amagó con un paro de jugadores antes del debut, lo que correría todas las fechas una semana. Luego, se utilizó la marcha del 8 de marzo por el Día Internacional de la Mujer, como argumento para que el encuentro no se dispute ese día. Finalmente, la solución vino por el lado del Ministerio del Interior, que suspendió la fecha fijada para los días 28/2, 29/2 y 2/3, porque no podía asegurar la presencia de efectivos policiales debido a la asunción del presidente Luis Lacalle Pou.

El 2/3/2000, un día después del comienzo del mandato de Jorge Batlle, Peñarol enfrentó a Blooming en el Centenario por la Copa Libertadores de América. Lo mismo sucedió en el año 2010, cuando Peñarol venció 3 a 2 a River Plate por el Torneo Clausura, en un partido disputado el 28/2, la jornada previa a que asuma José Mujica; demostrando que el cambio de mando no tiene por qué ser necesariamente un impedimento para la disputa del fútbol uruguayo.

Finalmente el 8 de marzo, en vez de jugarse el clásico que podía fijarse temprano en la tarde y separarlo de la marcha, se jugarán 4 partidos, todos a la noche, impidiendo que las mujeres que quisieran concurrir a ambos eventos puedan hacerlo. Claramente, el motivo para querer postergarlo por parte de las autoridades no era ese.

Con el problema solucionado, el encuentro clásico debería jugarse el fin de semana del 14 y 15 de marzo. Al tener actividad internacional ambos grandes, uno el 12/3 y el otro el 17/3, esto resulta imposible. Nueva postergación. El clásico finalmente se disputará el miércoles 1º de abril a la noche. ¿Dónde? En el Estadio Centenario, por supuesto.

Muchas desprolijidades y acomodos, que tienen un único factor común, el cual dejo a criterio del lector.