Peñarol goleó 3-0 a Cerro en el Estadio Luis Tróccoli y se mantiene como único líder del Torneo Apertura. De cabeza, Formiliano, el Toro Fernández y Canobbio sellaron el triunfo mirasol luego de la derrota en la copa. Sin respiro, ya hay que pensar en Atenas. 

En un flojo primer tiempo, el Carbonero sacó la diferencia con la pelota quieta. Tiro de esquina ejecutado por Lucas Hernández y cabezazo de Fabricio Formiliano para poner a Peñarol en ventaja en el partido.

En esos 45 minutos iniciales, el mediocampo no funcionó, ya que el cambio de bandas de Canobbio y Giovanni no dio resultado. La contención con muchos errores de imprecisión en los pases, factor común en otras zonas de la cancha.

Se extrañó y mucho al Cebolla. El Toro Fernández -que sorpresivamente comenzó como titular en lugal de Fidel Martínez- no gravitó para nada en el área rival en la primera etapa. Atrás, el más sólido una vez más fue Formiliano, que coronó su actuación con el gol inicial.

El local tuvo un par de chances claras, una de arranque con una buena jugada colectiva, y otra que se generó por un blooper con rebote incluído al intentar despejar el balón fuera del área. Afortunadamente los locales resolvieron mal y en esa nos salvamos.

Además del gol, Peñarol tuvo un remate de afuera del área de Maxi Rodríguez y un terrible contragolpe que terminó muy mal Giovanni González.

No hubo intensidad como en otros partidos, no hubo juego por las bandas, no hubo esa presión que este equipo ejerce sobre el rival. Poca cosa en los primeros 45, sobre todo porque todos sabemos que este equipo puede dar más.

En el complemento, los goles ayudaron a mejorar el rendimiento y a acomodarnos en el partido. Primero, tiro libre de Corujo y cabezazo del Toro Fernández a la red, y luego centro de Giovanni González y palomita de Agustín Canobbio para cerrar el partido. Era el gol más esperado, por todo lo que había hecho el pibe desde su llegada al club, y porque tenía el arco cerrado. Festejo de desahogo y beso al escudo más glorioso del mundo.

Peñarol en pocos minutos del complemento resolvió el pleito y luego manejó el trámite a su conveniencia. Por si fuera poco, las veces que Dawson fue llamado a actuar, lo hizo de muy buena manera. Dos terribles atajadas para ponerle un candado al arco mirasol.

El centro y el cabezazo fue la formula para liquidar a Cerro y seguir primeros e invictos en el campeonato.

La preocupación es la salida de Gargano, sentido en su rodilla derecha. Fue atendido por la sanidad y nunca retornó al campo de juego. A esperar el parte médico.