Rodrigo Piñeiro no deja de sorprender a propios y extraños. Con apenas 90 minutos (aproximadamente) jugados en 3 partidos, anotó dos tantos en el amistoso ante Progreso y fue clave en uno ante Delfín y otro ante Nacional en la pasada jornada.

El goleador de la Segunda División llegó al club como una apuesta a futuro. Se debatió mucho sobre si estaba al nivel del primer equipo o si debería jugar en Tercera División. Con la ’17’ de Zalayeta en la espalda se encargó de terminar el debate en estos partidos, demostrando con la pelota en los pies, que tiene ‘pasta’ para formar parte de este plantel y en el mejor de los casos ser titular o pelear por un puesto.

La competencia es dura, el carbonero cuenta con al menos 2 jugadores de nivel por posición y en ofensiva hasta 3 por puesto. Pero el hincha ya se ilusiona con el joven que ha mostrado destellos de su calidad en ambos encuentros, siendo decisivo su pase a Gabriel Fernández para cerrar el Clásico.

El Clásico

Precisamente en este último encuentro haremos énfasis en sus minutos. Lógicamente no fueron muchos, pero sí muy importantes para el partido y seguramente para él.

Tras un tiro de esquina que despeja Guzmán Pereira, el ‘Loly’ agarró el balón unos metros antes de mitad de cancha y comenzó a correr hacia el arco rival (en una jugada similar a la del penal ante Delfín), cerca del área recortó por el medio y la cruzó por bajo para su compañero Fernández, quien remató cruzado contra el palo derecho del meta, cerrando el marcador.

Con poco tiempo en cancha, y además de aprovechar la que tuvo para habilitar al Toro, intentó ayudar en la marca y con su velocidad fue preocupante para Nacional.

El hábil delantero ilusiona al hincha con su juego, y en poco tiempo demostró estar a la altura del plantel que dirige Leonardo Ramos.