Escribe Guillermo Varela:

Escribir en PadreyDecano ha sido un privilegio desde el comienzo de mi nexo con este portal.

Hablarle al hincha y escucharlo, fue una fuente de inspiración durante los años que le dediqué tiempo y esfuerzo a estas páginas.

Y en los últimos años, la hospitalidad de PyD se convirtió en una catarsis para mí, un lugar donde desahogarme de tanta frustración, de tanta inoperancia al conducir nuestro Club. El único espacio donde señalar qué cosas estaban mal, qué cosas estaban bien y explicar la diferencia entre unas y otras.

Con libertad, con cuidado pero sin presiones.

Hace ya algunos meses descubrí que mi estado de ánimo no soportaría otra elección perdida, una vuelta al pasado más oscuro del Club que es este presente.

No estaba en condiciones de ser testigo de nuevo, de la misma improvisación de esta última década y media, de los mismos de siempre echándole culpas a los mismos de siempre.

De oficialistas y de opositores. De opositores y oficialistas. De manyas que odian más a un directivo que perder los campeonatos, de manyas más embanderados con sus números de lista que con Peñarol.

Todos rehenes de una lucha innecesaria entre carboneros, de una batalla de la cual no han podido salir casi por una década, y de la cual ya no podrán hacerlo hasta que nuevos carboneros vengan a imponer un alto el fuego.

Entonces, amparado por el aliento de unos pocos, me animé a dejar de criticar y me motivaron a proponer.

A salir de este letargo de una desesperanza que empezaba a hacerse crónica. Me propuse trabajar por Peñarol sin la compañía de ninguno de los actuales dirigentes, que ya sea por acción u omisión, son los responsables de este pozo donde estamos estancados.

Me pasé dos meses enteros reuniéndome con casi todos, ex dirigentes, actuales directivos, ex futbolistas, actuales futbolistas, directores técnicos, contratistas, empresarios, prensa, jueces, autoridades de la AUF, dirigentes de otros clubes, directores deportivos extranjeros, etcétera.

Quería confirmar mi diagnóstico sobre Peñarol. Cómo nos ven desde todos lados. Quería planificar mi propuesta para Peñarol, preguntarles y aprender de todos.

Una vez que me hice de docenas de notas, me puse a trabajar con un equipo de personas que no paró de crecer desde entonces, y lo sigue haciendo hoy mismo, a una semana de las elecciones.

Entonces el proyecto dejó de ser de pocos y pasó a ser de muchos.

Los mejores publicistas del medio se sumaron, y sugirieron el nombre Generación para este movimiento que se inicia en nuestros 129 años. Porque somos una generación de personas de todas las edades, estratos sociales, lugares geográficos, religiones, credos, colores, etcétera.

Tenemos solo dos cosas en común, una es que nos cansamos de esperar soluciones para Peñarol.

Para nosotros ya está, queremos un cambio.

Un cambio de todos, de los que dirigen y de los que no han conseguido formar una alternativa a esa dirección, de los que nos prometieron la gloria y fracasaron y de los que prometieron ser una opción y nunca han conseguido sustituir a los mismos gobernantes de siempre.

Nos cansamos de creer. Ya sabemos que los actuales dirigentes no lograrán el éxito que no consiguieron en casi 20 años. Ya sabemos que los actuales opositores no conseguirán sustituirlos como no lo han hecho en esta última década, aun siendo años de derrotas.

El otro punto en común de la Generación es que todos, además de pedir a gritos aire fresco, nueva gente y otras formas de gestión, es que priorizamos a Peñarol por encima de cualquier otra cosa.

No estamos ni para canjear cargos por votos, ni para renunciar a nuestras obligaciones, ni para improvisar en el gobierno del Club, ni para ocultar información.

No nos creemos más que nadie, no andamos alardeando de nada, no tenemos hacia otro manya ningún sentimiento que no sea el de ser todos parte de una misma cosa.

Votar a Generación 129 es darle poder a esta nueva voz que aparece en la escena política del Club. Una voz genuina de la gente, que no tiene que contratar encuestas para convencerse de trabajar por Peñarol.

Una voz profesional, que cuenta qué hará y cómo lo hará todas las veces que tiene esa posibilidad.

Una voz que no odia a ningún otro manya, ni tiene tiempo ni energía para otra cosa que no sea sacarle a Peñarol este pesado manto oscuro de individualismos y derrotas que hoy son el vestido de nuestra gloriosa institución.

Esta será una elección donde el Presidente electo no tendrá mayorías.

Si pensamos en la salud de Peñarol, la Generación es el grupo que mejor puede articular el plan obligado de volver a reunirnos todos, de gestionar un trabajo en común, de darle espacios a cada uno de los mejores carboneros que tiene cada lista. Sin revanchas, sin chicanas.

En la mesa del Consejo la Generación será la nueva forma de gestionar el Club, con un plan detallado de todos los temas (pueden leer su versión resumida aquí).

Nuestras propuestas de base son conocidas:

  1. Profesionalizar la gestión (basta de improvisaciones)
  2. Scouting y Scoring de jugadores (basta de paquetes)
  3. Uso de Big Data para la toma de decisiones (basta de contratar y echar DT´s sin sentido)
  4. Prohibición de dirigentes prestamistas (basta de negocios personales)
  5. Transparencia hacia el socio vía participación digital (basta de cosas ocultas)
  6. Presupuestos previamente aprobados (basta de contratos millonarios sin rendir)
  7. Conformación del plantel con 27 profesionales (basta de 45 contratos vigentes)

Y decenas y decenas de temas que no sólo son una expresión de deseo sino que están explicados, auditados profesionalmente y pensados para ejecutarlos al día siguiente de la elección.

Para finalizar mi mensaje se lo dirijo a todos, sean cuales fueren de estos tres grupos en que se encuentra quien ahora me lee.

Aquel lector que es militante de otro grupo político, y que lo votará sin importar que pueda explicarle o pedirle en estas líneas, va mi saludo con la tranquilidad que no he emitido juicio alguno hacia su candidato y que prometo seré un buen aliado de él si sus decisiones son a favor de Peñarol.

Desde el 6 de diciembre me comprometo a zurcir todo lo posible las relaciones intrapersonales de los dirigentes para conseguir los mejores resultados.

Hay otro lector, que duda entre la confianza que genera nuestro plan, visión y equipo y el juego electoral de votar por conveniencia.

Estimado, esta es una elección bisagra, es para sentar en el Consejo Directivo del Club a dirigentes por otros tres años y Peñarol no puede permitirse perpetuar el mismo error una y otra vez.

Son años difíciles los que vienen, si usted ve en nuestra agrupación el mismo diagnóstico que usted tiene, si está en parte conforme con las soluciones que planteamos y le generamos algo de confianza por nuestro camino recorrido sin contratiempos, por favor denos el apoyo de su voto.

Son horas de hacer cambios y se los estamos proponiendo de una manera responsable, únase a la Generación que producirá una mejor versión de Peñarol de aquí en más.

Y finalmente, querido socio que apoya o milita en la Generación.

Les prometo (como lo hice hasta ahora con cada uno de los compromisos que asumí en setiembre) que no voy a vender mi voto a nadie, que obraré siempre con los principios que ya son públicos, que los mantendré informados de todo aquello que pueda y deba ser compartido públicamente, que voy a cuidar cada dólar sabiendo las dificultades que tiene el equipo de la gente.

Que no voy a renunciar a nada mientras mis facultades me lo permitan, que estaré dando cuenta de mis actos permanentemente, que no perseguiré ni pondré obstáculos a ningún manya que aporte al Club venga de la lista que venga, que premiaré a los funcionarios productivos y competentes, y que cuidaré cada declaración pública que haga para que ustedes se sientan bien representados y no tengamos que volver a sentir la vergüenza de ver a nuestros directivos enjuiciándose entre sí o a terceros.

Que cumpliré todo el programa que elaboramos y ahora está a vuestra disposición y que siempre, en todo momento y lugar, estaré pensando solamente en lo que es lo mejor para Peñarol.

Les mando un fraterno abrazo manyas queridos sean cuales fueren de estos tres grupos.

Ya quiero que venga el 5 de Diciembre de una vez, para abrazarnos entre todos y al mirarnos a los ojos podamos sentir que despertaremos de esta pesadilla que ya duró mucho y que floreceremos una vez más, como manda nuestra historia.

Una Generación triunfadora.

Viva siempre Peñarol!!

Guillermo Varela

Generación 129