julio-maldonado-maldini-peñarolJulio Maldonado es un prestigiosísimo periodista español. Muchos lo conocerán, entre otras cosas, porque hace los comentarios para el PES (videojuegos de fútbol). Yo admiro a este tipo, que viviendo en el otro lado del mundo, sabe muchísimo de fútbol sudamericano, y en particular, de fútbol uruguayo. Si bien la mayoría de los europeos solo consumen su fútbol, la globalización ha permitido ver en  vivo cualquier partido del planeta, desde cualquier punto del planeta.

Este tipo es un enfermo, tiene personas que se dedican a grabarle todos los partidos, para luego sentarse y poder ver. A mi criterio es gran analista de fútbol. El primer partido de Peñarol que vio fue la final de la Copa Libertadores de 1982 ante Cobreloa. En esta última Libertadores ha seguido de cerca a Peñarol y ha escrito tweets refiriéndose, por ejemplo, a Jonathan Rodríguez. Sin dudas es un caso especial, un bicho raro en un mundo donde solo existen el Real Madrid, el Barcelona, la Champions League y el Mundial.

En su programa Fiebre Maldini hay un hincha de Peñarol que “atomiza bastante” y ahí surgió su admiración por la amarilla y negra.

Maldini (así lo apodan) visitó Uruguay para recoger unas cuantas entrevistas previas al Mundial Brasil 2014. Alcides Ghiggia era su máximo anhelo; el autor del gol más importante de la historia de los mundiales era LA nota para él. Sin embargo, no iba a ser su única peripecia por Montevideo. Tras enterarme que visitaría el museo de Peñarol, decidí arrimarme para conocerlo. Su intención era hacer un recorrido por la historia de Peñarol y grabar un informe para la televisión española. Lo que nunca me hubiera imaginado es que yo iba a terminar haciéndole de guía. Por conocimiento, por experiencias y por vivencias, otros carboneros hubieran calzado mejor la talla pero por las circunstancias totalmente inesperadas me tocó a mí. Fue un desafío enorme, sabiendo que este informe iba a ser presentado no solo en España, sino que todo el mundo. Es el museo con más gloria del mundo, donde cada foto, cada copa y cada camiseta tienen una historia y un significado atrás. Esta pasión, este interés por la historia y el gusto por estudiarla me animaron y ayudaron a hacer esto, que recorrió el mundo.

Maldini se llevó una muy buena impresión del museo y de la historia de Peñarol, aquella que empezó en 1891 con los obreros del ferrocarril en la Villa Peñarol. Se llevó una camiseta, un libro y la película del club. Además, se hizo socio. La diferencia fue que mientras que otros clubes lo hicieron socio, él pidió para hacerse socio de Peñarol.

Rodrigo Misa