Transcurría el sexto minuto del segundo tiempo cuando Royón se escapa muy bien de Mac Eachen, ingresa en el área y Carlos Valdez llega tarde a marcarlo cometiéndole un claro penal. El carbonero estaba apenas un tanto por encima del conjunto buzón y, de haber sido gol, el partido se hubiera tornado muy complicado con la obligación que tenía el aurinegro de ganar.

El propio Royón fue el encargo de ejecturarlo, pero Guruceaga se hizo inmenso y, luego de haberse tirado hacia su palo derecho, tapó con los pies el remate del delantero rival que iba bajo y al medio. Tan importante como la tapada del juvenil aurinegro fue el posterior despeje de Diogo hacia la línea de fondo cuando arremetían dos rivales.

Esto provocó un envión anímico y Peñarol salió en busca de ampliar la ventaja, lo que logra pocos minutos más tarde con el gol de Nández.