gordofabianHoy 27 se setiembre se cumple un año que no está con nosotros el gordo. Querer explicar quién fue Fabián mediante unas líneas sería casi imposible. Era una persona absolutamente diferente a todos. Un niño en cuerpo de grande que te hacía calentar 10 veces por día y después te ablandaba con su voz chillona diciéndote «no te enojes cuentillo». Quería hacer todas las locuras que a alguien se le pueden ocurrir hacer por Peñarol, pero quería hacerlas todas juntas y a cualquier hora.

Nunca vi a Fabián de mal humor y quizás por eso lo extrañamos tanto. Tenía todos los códigos de un Manya de ley. Si lo necesitabas a las 3 de la mañana el gordo estaba. Era capaz de reírse de casi cualquier situación porque era un niño grande. Si me pongo a contar historias de Peñarol relativas a Fabián podría estar horas escribiendo.

Fabián fue un Manya como pocos y gran parte de su vida diaria era todo en 2 colores. Fue un gran hijo para sus padres, un gran hermano de sus 3 hermanos, un gran esposo de su Peti y un gran papá de Carucha. Para nosotros fue un inmenso amigo de esos que Peñarol genera. Dedicó muchos años a los botijas del Club y su dedicación se vio siempre reflejada en el Amor que los jugadores de formativas le tenían. Andaba todo el día con los gurises. Yo no recuerdo ver su casa sin 3, 4, 5 o 7 gurises del Club durmiendo ahí. Las apuestas a los gurises de sus categorías. «Che gurises, los clásicos se hicieron para ganarse y si lo ganan va un asado para todos». Allá terminábamos en un asado pa´ 25 gurises y Fabián hablándoles a ellos en ronda.

Las veces que me han dicho que contemos “la máxima de Fabián” pero nunca puedo saber cuál fue. Era un tipo capaz con una empresa propia y un hombre inteligente para los negocios, pero ese mismo hombre de a ratos era un niño y siempre por cosas relativas a Peñarol. Fabián vivió en dos colores y nos llenó de alegría siempre. El Gordo con sus defectos y virtudes era PEÑAROL y por siempre va a estar con nosotros con su risita chillona y sus locuras únicas.

Fabián: en nuestros corazones serás eterno como el tiempo.

Abrazo Amigo. Se te extraña.

Juan Ignacio «Nacho» Ruglio