Diogo Silvestre anotó anoche su primer gol con la camiseta de Peñarol. Fue un golazo, peleó una pelota que parecía perdida, se la llevó entre sus dos marcadores, y de zurda y tres dedos la colocó al segundo palo. El brasilero se emocionó hasta las lágrimas gritando el gol, y nos emocionó a nosotros.

Hay que decir la verdad, cuando se anunció su contratación, había mucha desconfianza y dudas sobre la llegada de este jugador. Un futbolista que había jugado en las selecciones juveniles de Brasil pero que luego había prácticamente desaparecido del mapa desembarcaba en Peñarol. Lo cierto es que desde que llegó le ha rendido de muy buena forma a Jorge Fossati, y parece que será inamovible en el carril izquierdo.