El arbitraje nuevamente perjudicó a Peñarol en la igualdad frente a Progreso. Los errores arbitrales siguen presentes fecha tras fecha sin solución.

José Burgos nuevamente tuvo un partido polémico arbitrando a Peñarol. Las fechas pasan y parece que no habrá un partido en el cual el plantel aurinegro no se vaya del terreno de juego enfadado con la terna.

La lluviosa tarde en el Capurro tuvo 3 polémicas principales: Un brazo arriba de un defensor que da en el rostro de Bentancourt dentro del área (el árbitro le sanciona falta a Elizalde por una jugada similar en la mitad de la cancha), un cruce de piernas que destabiliza también a Bentancourt en el área chica y principalmente, una clara mano de Gonzalo Andrada en el punto penal, teniendo a Burgos perfectamente ubicado para ver la jugada.

Burgos, quien es el mismo que en la última fecha del Apertura cobró un penal que no era a favor de Sud América frente al decano teniendo el VAR y que no hizo repetir por invasión, hoy no cobró la clara mano del defensor de Progreso que tenía enfrente. Un árbitro que no le sancionó penal a favor del decano pero si fue cómplice de Cunha para inventar uno en contra. Vergonzoso.

Siguen pasando las fechas, en un campeonato donde inició la decimocuarta fecha sin conocerse el fallo de un pedido de puntos de la primera y donde en cada jornada Peñarol es perjudicado.

Todavía nos seguimos preguntando qué pasó con tantos audios del VAR que no salieron a la luz, o de varios editados y que demoraron tanto, o qué cobró Matonte para no sancionar penal a favor de Peñarol ante River Plate, o cómo hizo Ostojich para ignorar 3 penales a favor del carbonero y un gran etcétera.

Para colmo, los árbitros no están solos en su guerra con el carbonero, sino que tienen un gran aliado: La prensa blanca.

La misma dejó pasar más de 10 penales sin cobrar para empezar a mencionar errores arbitrales en contra de Peñarol. Sin contar que ignora los que beneficiaron al tradicional rival y tantos otros episodios en el último tiempo. Como atacar constantemente a los dirigentes aurinegros, manejar las entrevistas con la convicción de dejar mal parado a Peñarol y tantos otros más.

«Hagan goles» piden en los micrófonos, evitando mencionar tantas veces que Peñarol los pudo hacer y un silbato lo evitó.

El campeonato está llegando a su fin, con el fallo en el horizonte y la última fecha a la vuelta de la esquina, Peñarol deberá estar unido para afrontar el final todos juntos, y estar firme antes del inicio de la siguiente temporada.