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El libro reza: «Al club decano lo componen: F. Fabre; G. Davies y R. Ríos, Buchanan, L. Mazzucco, J. Davies; J. Pena, Steward, T. Lewis, Woord y G. Loys».

El 15 de julio de 1900 se disputó el primer clásico en la historia del fútbol uruguayo. Peñarol ganó 2 a 0 con dos goles de Aniceto Camacho para la alegría del Pueblo Carbonero, pero la derrota no fue tomada a mal por el tradicional rival, sino que se tomó como algo digno al enfrentarse a un rival tan poderoso como Peñarol.

librodelagalli1El primer libro de historia del Club Nacional de Football, escrito en 1924 por el Sr. Arturo Fourquet (primer historiador de Nacional), homologado y con un extenso prólogo del ex presidente de Nacional, José María Delgado, relataba y felicitaba a Nacional por el buen partido disputado:

Poco tiempo más tarde, el Club Nacional de Football debía medirse con el que poco tiempo después fuera su rival tradicional: el Peñarol.

Este memorable partido realizándose el 15 de Julio, y de su importancia, como así mismo del comportamiento de las huestes del Nacional, nos da acabadas noticias un periódico de aquella época, en el suelto que transcribimos a continuación: “los muchachos del Nacional merecen un aplauso. El partido jugado ayer contra uno de los “teams” más fuertes del Plata, que últimamente venció a Belgrano, el Peñarol, resultó de todo punto interesante. Parecía completamente imposible que un partido en las condiciones del de ayer se revistiera de tanta importancia, y que el triunfo fuera tan disputado. Conocíamos la excelente combinación que posee el Club Nacional, adquirida tras larga y concienzuda práctica, y no vacilábamos en pronosticar, sino un triunfo de los uruguayos, que sería mucho pedir, una derrota honrosa, pero una derrota que sería difícil de infligir; tal era lo sabiamente poseído que estaba Nacional, de ese conocimiento tan elemental en el football, que es casi su parte esencialísima. Pero ese optimismo estaba lejos de la realidad. El equilibrio de la fuerza llegaba muchas veces a ser tan perfecto que los del Nacional, delgados, chicos, pero agiles, se llevaban en precipitadas corridas la pelota hasta el “goal” contrario olvidados quizás en su entusiasmo del empuje vigoroso de los ”forwards” y los “halves” contrarios, y especialmente de los quites magistrales de los “backs”, Buchanan y Ríos, arrancando estruendosos aplausos a la concurrencia que asistió al partido. Ballesteros, el “goal-keeper”, estuvo imponderable, atajando uno tras otro “shots” que parecía imposible detener y repetían paso a paso los “forwards” de Peñarol con todas las fuerzas de sus atléticas piernas.

Peñarol marcó un “goal” en cada etapa del “match”. Felicitamos a Nacional por su partido de ayer, que vino a demostrar que es digno de colocarse a la altura de los principales clubs del Río de la Plata. Peñarol, como siempre, en consonancia con sus méritos.

Los teams fueron estos:

Peñarol: Fabre; Ríos y Buchanan; Ward, Mazzuco y Jackson; Davies, Acevedo, Lewis, Camacho y Lindemblat.

Nacional: Ballesteros; Carve y Arímalo; Nebel, Vallarino y M. Romero; B. Daglio, Leopold, S. Puppo, C. Daglio y F. Gianetto.

La historia está escrita por los contemporáneos de la época y es una sola, nadie puede borrarla ni ocultarla. Hoy nuestro clásico cumple 115 años y es el más antiguo fuera de las islas británicas.