Foto: @Uruguay

El Estadio Campeón Del Siglo recibirá por primera vez a la Selección Uruguaya, algo que es motivo de orgullo para el pueblo peñarolense, pero que no deja de ser una anécdota. De todos modos hay quienes elucubren una idea de complot al estilo de las películas de espías.

La camiseta celeste debería ser el símbolo que una al fútbol uruguayo en su conjunto. Sin importar de qué equipo seas hincha, querés que gane el combinado. Obvio que el seguidor fanático prefiere al cuadro antes que al seleccionado. Pero no debería ser algo que divida.

La historia de Peñarol y la representación de la Asociación en partidos internacionales es muy extensa. Fueron el decano junto al desaparecido Albion, Deutscher y Uruguay Athletic los encargados de fundar “The Uruguay Association Football League”, hoy Asociación Uruguaya de Fútbol.

La división del fútbol uruguayo hizo que que el club mirasol entre otros, no pudiese participar de los logros de los Juegos Olímpicos de 1924. Esa gran conquista siempre intentó ser apropiada por un club, tratando (con el paso de los años), de vender que esa institución es lo mismo que la celeste. Lejos de serlo, pruebas hay muchas. La última: el altercado del avión para llevarse a los jugadores celestes de Brasil, cuando aún la derrota de la Copa America estaba caliente. Fue este año. Hace poco.

El Estadio Centenario está teniendo unas necesarias reformas para poder estar a la altura de la modernidad. Entonces la AUF buscó el mejor escenario disponible: el Campeón Del Siglo. ¿Es un orgullo para Peñarol recibir a la celeste? Sí. ¿Es el sueño de la parcialidad carbonera? No. ¿Lo necesita el Club? No. ¿Está bueno ayudar a la celeste? Sí.

El Club Atlético Peñarol no necesita “colgarse” de las hazañas celestes o intentar apropiarse de logros que son de todos para ser grande. “Peñarol es el dueño de las hazañas”, dijera Raúl Castro. Por algo es el Campeón Del Siglo, el cinco veces campeón de America y el tres veces campeón del Mundo (contra el primero de Europa, no el segundo).

Si hay un jugador mirasol citado a la Selección Uruguaya, nos ponemos contentos, si hay dos más, y así sucesivamente. Pero no es nuestro desvelo, nosotros nos desvelamos por ganar el campeonato o la Copa. Eso es lo que tenemos en la cabeza. No apropiarnos de algo que es el símbolo de todo el fútbol uruguayo. Para el recuerdo o la broma, sí. “Che, Maracaná se ganó con una mayoría de jugadores aurinegros”, nos da orgullo, pero hasta ahí, hacemos un chiste, pero hasta ahí.

Otros no, quieren hacer creer a los distraídos que son la representación del combinado, o quizás necesiten triunfos de todos para no sentirse menos que Peñarol. No es algo que nos desvele, pero siempre es bueno recorda quién es quien. Hoy la Selección tiene a muchos ex Peñarol, formados en el club, porque los carboneros han logrado un trabajo de divisiones formativas muy bueno.

Cuando eso no sucedía y los citados al seleccionado eran de otros clubes, la institución aurinegra tuvo la autocrítica de reconocer no tener jugadores para aportar según el criterio del seleccionador. Pero otros, viven la realidad paralela de creer que el Maestro Óscar Washington Tabárez, urdió un plan maligno para promocionar futbolistas de Peñarol. Ni en Hollywood.

La Selección Uruguaya es de todos, siempre lo mejor es que le vaya bien, el beneficio común por encima de todo. Por eso el hincha carbonero se siente feliz de que haya muchos jugadores que representen a la celeste y que se jueguen dos partidos en el Estadio Campeón Del Siglo. Pero nada más. No nos creemos los dueños del fútbol uruguayo, solo una parte importante. Sino, caeríamos, como otros, en apropiación de identidad.