Que estaba viejo, que venía a retirarse, que se iba a arrastrar en la cancha. En la previa al desembarque de Forlán en el aurinegro, estos comentarios se repetían. Algunos por parte de nuestros propios hinchas, otros por parte de veredas ajenas. Un profesional 100%. Lo cierto es que Diego Forlán ha jugado todos los partidos completos de Peñarol en el Torneo Apertura (990 minutos).

En la tarde de hoy fue nuevamente desequilibrante. Anotó uno, participó en los otros tres y pudo hacer otro con un bombazo que estrelló en el palo. Es el cerebro del equipo. Cuando la pelota pasa por él, el equipo crea peligro. Recibe, levanta la cabeza y entrega. Corre, se desmarca y siempre se muestra como una opción libre. No tenía que demostrar nada, pero igual lo demuestra. El domingo tiene que coronar su llegada a Peñarol. ¡Gracias Diego!