Peñarol volvió a los entrenamientos en Los Aromos con un panorama sanitario poco alentador. Luego del empate ante Defensor Sporting, el cuerpo técnico lamentó más las lesiones que los dos puntos que dejó el carbonero en el Estadio Luis Franzini.

El principal inconveniente es el de Alejandro Silva, el volante sufrió un duro golpe de Nicolás Olivera y tiene un esguince muy complicado. Ya sin yeso, se presentó en el Complejo Washinton Cataldi y comenzó su tratamiento de recuperación. El futbolista será baja entre dos y tres semanas.

Jonathan Rodríguez recibió un puntapié en el pie derecho y el músculo tibial anterior (cerca de la tibia), se vio sentido. Es muy probable que no juegue el viernes ante la IASA. Lo de Carlos Núñez no es alentador, el delantero tuvo una molestia en el piramidal (glúteo), está a la orden para el encuentro con los buzones, pero preocupan sus constantes molestias musculares.

Pablo Migliore terminó bien luego del juego ante los violetas. En la semana había sido tratado por una molestia en el recto anterior del cuádriceps. Damián Macaluso tiene posibilidades de retornar a la zaga titular. Joe Bizera y Jonathan Sandoval ya entrenan con normalidad y podrán ser utilizados por Jorge Fossati si así lo entiende el DT.

Diogo Silvestre sigue con inflamación en el codo pero podrá estar ante la IASA y Andrés Rodales está recuperado del golpe en la rodilla sufrido ante Tacuarembó. Además, ya queda habilitado luego de la expulsión.

Por otro lado en Peñarol preocupa la violencia que ejercen los rivales con los futbolistas mirasoles. En cuatro fechas los contrincantes han lastimado a cuatro jugadores carboneros. Los dirigentes del Decano deben estar más atentos.

Escrito por Wilson Méndez