El Ingeniero Alejandro Ruibal, vicepresidente comercial y de operaciones de Saceem habló esta mañana en 100% Deporte (Sport 890 AM) sobre el avance de las obras del Estadio de Peñarol a 22 meses de haber comenzado. “Tengo mucha ansiedad, se mezclan muchos sentimientos”.

Inauguración: “Como siempre he declarado, la fecha concreta y final la va a poner Peñarol que es el cliente y quien tiene que fijar las condiciones en las que quiere inaugurar el estadio. En nuestro cronograma estamos llegando en febrero. Vamos a depender un poco de la lluvia que haya en estos dos meses. En las obras exteriores, estacionamientos y accesos, se trabaja con movimiento de tierra y la lluvia impacta mucho. Pero si llueve lo normal, sobre mediados de febrero podríamos tener eso terminado. Lo que va a quedar son las terminaciones y el alhajamiento. Eso no está en nuestro alcance pero Peñarol está definiendo el nivel de alhajamiento que va a considerar para la inauguración. Luego vendrán otras etapas donde Peñarol podría seguir invirtiéndole al estadio”.

Los obreros: “Son fechas complicadas porque tenemos la licencia de la construcción. Nosotros igual vamos a trabajar, hicimos convenio con el personal. Hoy están trabajando en el orden de 240 obreros. Vamos a ajustar la cifra pero en la licencia será la mitad. La licencia de la construcción empieza en vísperas de Noche Buena hasta el 11 inclusive de enero”.

Cosas que faltan: “No hay antecedentes en Uruguay de una obra de este tipo. Todos estamos haciendo un poco de experiencia en esto. Lo más parecido a este tipo de infraestructura podría ser un shopping center. En una obra con una superficie tan grande, como tiene el edificio de palcos y servicios, hay una cantidad de locales comerciales, plaza de comidas, ahí tendrá que ver Peñarol con cada uno de ellos en qué condición van a estar cuando se llegue a la inauguración. Eso es normal, pasa siempre. Los shopping no se inauguran con todos los locales abiertos y todos prontos. Por supuesto que lo que es accesos, estacionamientos, iluminación, tribunas, servicios higiénicos, ascensores, tiene que estar 100% terminado. No vamos a inaugurar esta obra, con todo el esfuerzo que se hizo, con chapas en las ventanas. No está en la cabeza de nadie. Eso va a estar todo funcionando cuando yo se lo entregue a Peñarol. Por decirlo de una manera simbólica, no va a ser una inauguración atada con alambre. Pero hay que definir las condiciones que quiere poner Peñarol en otras cosas. Peñarol tiene que analizarlo tranquilamente. El presidente, que hizo un esfuerzo titánico para llevar esta obra adelante, tendrá que pensarlo y ver en qué momento y condición quiere inaugurarlo desde el punto de vista del alhajamiento y servicio”.

Alhajamiento: “Está el equipamiento de los palcos, y ahí está la decisión de cada palquista. Peñarol ha hecho una cosa muy criteriosa, que es generar un único proveedor con distintas tipologías de palco. Lleva un tiempo de trabajo, luego de elegir el diseño del palco. Ya hay previstas más cosas para hacer, como las butacas de la tribuna familiar. También eso sería motivo de otro evento o inauguración”.

La fecha indicada: “Yo sigo diciendo que en febrero el alcance nuestro va a estar, más/menos lo que pase con el clima. Seguimos sosteniendo eso. La fecha es una cuestión de afinar más cerca. Las previsiones daban una primavera y un verano lluvioso. Por suerte no se está dando. Si tenemos un verano lluvioso, estaremos complicados con el barro en los estacionamientos y las terminaciones exteriores. Por más que uno quiera apurar, si el tiempo no lo permite, eso no se puede porque es al aire libre”.

Torres de iluminación: “Las dos que se ven ya se probaron, se alinearon los focos, se midió la intensidad en la cancha. Cada foco es motivo de una alineación particular. Es una obra de ingeniería con un asesor contratado especialmente para eso. Falta colocar la línea luminaria encima del edificio de palcos. En estos días se empieza a colocar y la alineación”.

Cancha: “Es un punto fundamental. Podemos tener un estadio muy lindo pero si no tenés un buen piso, habrá que hacerlo de nuevo. Tomamos todas las medidas, se hizo un buen diseño del paquete drenante. Se trabajó con los mejores asesores en plaza. Hoy en día se está trabajando muy bien, arrancado de yuyos, fertilización, tipo de cortes. Se demoró un poco porque la primavera fue fría, no entraba el calor. Ahora que empezó y el sistema de riegos está funcionando muy bien, no va a haber problemas. Vamos a tener un excelente piso, de muy buen nivel”.

Visita de la familia Forlán: “Yo les hice una visita guiada. Diego quería ver hasta el más mínimo detalle, preguntó absolutamente todo, me tomó examen. La vio bien a la cancha, la recorrimos, fuimos hasta el arco que daría contra la Ámsterdam. Quedó encantado. Dijo que era como los estadios que había jugado por el mundo (…) Forlán me decía que esto va a ser una caldera”.

Vestuarios: “Son bastantes parejos. Peñarol ha tenido un acto de grandeza y las instalaciones que se le van a ofrecer a los visitantes son de primerísimo nivel y simétricos. Habla muy bien de la forma que Peñarol encara el espectáculo. Hay cuatro vestuarios, también hay de Tercera. Tienen amplitud, una sala de calentamiento para cada uno de ellos. Fue objeto de alguna mejora propuesta por Ahuntchaín. Desde el punto de vista de servicio para los jugadores, va a estar en un altísimo nivel”.

Magnitud de la obra: “Todavía no cayó la ficha. Un poco cuando se empezó a ver la magnitud desde la carretera. Cuando entran y ven desde adentro, y miran lo imponente que es la estructura, la proximidad con la cancha, el ángulo que tiene cada espectador –quiero reconocer el diseño del arquitecto Luis Rodríguez Tellado, le dio forma a este estadio, ha sido fundamental para tener este estadio que va a ser único y con una calidad que va a ser comentada-. Creo que la ficha no cayó todavía. Cuando la gente entra se queda con la boca abierta. Me pasa hasta mí, cuando voy cada 15 días”.

Costo del Estadio: “No hubo muchas variaciones, afortunadamente. Quiero rescatar que esto no se pudiera haber hecho sino hubiéramos trabajado entre Peñarol, Saceem y la consultora CPA Ferrer, que fue quien armó toda la estructura de fideicomiso. A partir de ese fideicomiso es que se está administrando los fondos de la obra, independiente a lo que son el manejo de las finanzas del club. Eso ha permitido tener un flujo independiente y darle ritmo a la obra. El presupuesto tiene una paramétrica que son fórmulas de ajustes. Esa evolución de la paramétrica estaba dentro de lo previsto y al final el Estadio va a terminar saliendo exactamente lo que se previó al comienzo. Simplemente hay que considerar que el Estadio se amplió. Agregamos 50 palcos más. Del estadio que arrancamos al que terminamos construyendo se agregaron unos cuantos metros más. Como pasa en cualquier obra de estas características. Uno empieza a ver el proyecto y se le hacen ajustes y ampliaciones. El Estadio va a tener alrededor de 170 palcos”.

Profesionalismo para trabajar: “Soy muy de Peñarol. Soy socio de Peñarol. En el directorio de Saceem estamos divididos, dos de Peñarol y dos de Nacional. Hay que entender cómo encaramos el proyecto. La pasión la tenemos y la ponemos pero acá nos jugamos al desafío de la obra, como lo hemos hecho en otras. Son parte del perfil y la entidad de la empresa que tiene 65 años y más de 1500 contratos. En Uruguay, para hacer un estadio de cero con más de 40.000 personas, ésta es la oportunidad. Después es muy difícil que se vaya a hacer nuevamente. Probablemente se harán reciclajes. Resalto el profesionalismo con que se trabajó. Hoy en día los hechos hablan por sí solos. La gente de Peñarol va a vivir esta infraestructura. Para nosotros es un proyecto grande, obviamente que para mí, no es una obra más”.