Franco Martínez, volante creativo de la Quinta División de Peñarol, realizó su primer entrenamiento con el plantel que orienta Pablo Bengoechea. El futbolista artíguense habló con padreydecano.com sobre su experiencia al lado de los jugadores a los que antes veía desde la tribuna.

Los que se levantan temprano y van a Las Acacias a observar a los botijas de formativas lo conocen bien al espigado mediocampista artíguense. De gran visión de campo, pase certero, ascendencia sobre sus compañeros y una pegada espectacular, fue seleccionado para practicar en el Complejo Washington Cataldi.

¿Cómo te enteraste de que ibas a entrenar con el primer equipo?

“Hace un mes atrás recibí un llamado de Carlos “Tío” Sánchez, para que fuera a entrenar, pero me lesioné la rodilla y no pude ir. Esperé a recuperarme y ahí sí pude estar en Los Aromos”.

¿Fue un momento difícil? Porque quedaste afuera de la Selección Sub 17 y además la lesión impidió que entrenaras con el primer equipo.

Más o menos la tenía clara con lo de la Selección. Después dejé de pensar en eso. Ahora estoy muy contento por todo lo que está pasando, estar con los grandes, estoy motivado.

Este llamado a estar con el plantel de Bengoechea, ¿es un aliciente para seguir trabajando?

Hace unos años que estoy en el club y que me llamen ahora para estar en Primera con 16 años es una alegría inmensa, ni yo me la esperaba. De a poco vamos a integrarnos, esto recién comienza.

¿Qué te dijeron en tu familia cuando les avisaste que ibas a Los Aromos?

Me felicitaron, mi padre estaba orgulloso, se acordó de mi madre que hoy no la tengo. Estaban muy contentos. Mi hermano que está en Montevideo conmigo, me da consejos y está al tanto de todo. Va todos los fines de semana a verme jugar.

¿Qué te dijeron tus compañeros?

Algunos se enteraron enseguida y otros hace poquito. Me embromaron un poco, pero los gurises me dieron toda la confianza y el respaldo del grupo. Está generación 98 está compuesta de muy buenas personas.

¿Cómo llegaste a Los Aromos?

Silvia me llevó, ella está siempre con nosotros. Agradecido a ella, es la encargada de los muchachos del interior en la casa de Peñarol, está pendiente de todo lo que hacemos. Es como una madre para nosotros. Nos aguanta todo.

¿Cómo fue entrar al vestuario de Primera y cambiarte al lado de Antonio Pacheco, Marcelo Zalayeta y Carlos Valdez?

Estaba muy nervioso, no sabía ni qué decirles. Después cuando empezó el entrenamiento comencé a soltarme y ellos me trataron de la mejor manera. Estoy agradecido, al Hormiga muy buena persona, Luis Aguiar una fiera. No pude hablar con Pacheco y Zalayeta porque trabajaron aparte.

¿Bengoechea y Oscar Aguirregaray qué te dijeron?

Muy bien, me estuvieron hablando y explicando que ellos querían que conociéramos el trabajo y el ritmo de Primera. Pero de a poco.

¿Mostraste algo de lo que habitualmente vemos que haces en Quinta?

Sí. No es nada del otro mundo, aunque el ritmo de Primera es muy superior. Tiré paredes con Marcel Novick y Gonzalo Viera.

Justo les tocó ir un día en que el entrenamiento era abierto a los socios.

Sí, totalmente diferente, ver a toda esa gente es muy impresionante. Pero nos sentimos cómodos, sin ninguna responsabilidad. Casi nadie nos conocía, hicimos nuestro trabajo.

Escrito por Wilson Méndez