Un grupo de socios independientes, preocupados por la situación del club y que buscan un cambio en el modelo de conducción, organizó una reunión entre representantes de agrupaciones de la oposición para intentar acercar las partes y poder consolidar “un bloque opositor” de cara a las elecciones del 5 de diciembre.

Formaron parte de la reunión representantes de Sentimiento 1891, Generación 129, Compromiso CAP, Viví Peñarol, Triunfo Aurinegro, Podemos + Peñarol, Peñarolenses y Peñarol es Más.

Según explicaron los organizadores de la reunión, el principal objetivo fue abrir las puertas, y generar movimientos y lazos entre las personas que manejan los mismos pilares y buscan los mismos cambios en cuanto a la gestión deportiva, a lo social, a la transparencia de números, entre otros. La intención fue que se conocieran e intercambiaran, en un ámbito mucho más íntimo; juntar a los que piensan de la misma manera y se manejan con valores similares, aunque con algunos matices.

Uno de los temas polémicos fue la invitación o no a los grupos (ahora unidos) de Evaristo González y Marcelo Areco (Espacio Siglo XXI y Movimiento 2809). 6 de los 8 grupos entienden que no deben conformar la alianza opositora porque actualmente manejan la Secretaría General y Tesorería del club, y por ese motivo no fueron invitados a la reunión.

Si bien se habló de nombres para un candidato único, ese no fue el motivo principal de la reunión y no depende de este grupo independiente de socios que funcionó de nexo. Todos los candidatos de la oposición están dispuestos a bajarse de la candidatura si se encuentra a esa persona que reúna todos los requisitos y características que entienden las agrupaciones que son fundamentales.

Más allá de esto, las agrupaciones se comprometieron a armar un documento con los puntos que sí o sí deben ser fundamentales para la nueva gestión, en una especie de contrato sobre los procesos que hay que cambiar en Peñarol. Sabiendo que posiblemente haya un consejo directivo muy heterogéneo a partir de 2021, la prioridad es trazar lineamientos en común para el futuro, independientemente de cómo termine las elecciones y de quién gane.