En 1961 Peñarol derrota al Benfica portugués y de esa manera se convierte en el primer equipo sudamericano campeón del mundo, continuando de esta manera con ser el pionero, dado que el año anterior se había convertido en el primer campeón de América. En aquel entonces, los partidos se disputaban en la modalidad de ida y vuelta, y en el caso de empatar en puntos (no se tenía en cuenta la diferencia de goles), se debía jugar un tercer encuentro.