El público está volviendo a los escenarios deportivos en forma gradual y hay que cuidarlo. Antes del partido entre Boston River y Peñarol, la demora en el ingreso, la falta de previsión y algunos riesgos que se tomaron, fueron innecesarios.

Más de un año y medio de pandemia, muchas personas perdieron la vida, el trabajo. De a poco se intenta recuperar la vieja normalidad y entre esas cosas está volver a la cancha. Peñarol fue el primero en tener su escenario en condiciones, y se le pide cumplir con todas las normas. Para los demás debería ser igual.

El domingo en el Parque Artigas de Las Piedras hubo muchos inconvenientes. Se exhorta al público a concurrir con antelación a los estadios, y así llegó la hinchada de Peñarol. Cumpliendo con las normas, llevando el certificado de vacunas, etc. Primero, las cámaras de identificación facial no estaban operativas y ahí comenzaron las demoras, con dos cuadras de fila, al sol. El personal de AUF, la seguridad de Peñarol y la policía hicieron lo posible para minimizar los inconvenientes pero había una sola puerta de ingreso, otro error.

En el corto plazo se debe permitir la venta de agua en los escenarios, ya que se vienen tiempos de mucho calor. Hubo otros inconvenientes, como el sufrido por las radios que no pudieron transmitir en el Parque Artigas y debieron retirarse de la cancha. Otro error fue el de cerrar el ingreso habitual de los periodistas; los colegas debieron pasar por adentro de la tribuna de Peñarol. El comportamiento de la gente fue muy bueno pero hay que evitarles esa exposición a los trabajadores. Fue innecesario.

Cuando las parcialidades de los equipos populares se equivocan, los clubes son sancionados (ya le pasó a los grandes en este Torneo Clausura), pero cuando son afectados los hinchas, también hay que informarlo. La Asociación Uruguaya de Fútbol debe intentar mejorar estas cuestiones. Al hincha hay que cuidarlo.