El Campeón del Siglo es una adquisición histórica para Peñarol, que perdurará en el tiempo. Su construcción fue impulsada por la dirigencia comandada por Juan Pedro Damiani, y fue inaugurado el 28 de marzo de 2016. Su valor institucional y deportivo es indiscutible, y sin dudas las alegrías seguirán llegando al escenario ubicado en el cruce de las rutas 8 y 102. En lo económico, aunque está registrado bajo el nombre de otra sociedad, compone más de la mitad del pasivo del club. Los gastos de mantenimiento, los pagos a proveedores y la cancelación de las cuotas del préstamo del BROU, son números que quizás no sean tan conocidos por el socio aurinegro, por lo que Padre y Decano se comunicó con los diversos involucrados en el tema para conocer mejor la situación.

Un poco de historia

16 de agosto de 2012: La Junta Departamental de Montevideo aprueba de forma unánime el pasaje de zona rural a zona urbana del terreno de la Ruta 102 en el que construiríamos el estadio.

28 de setiembre de 2012: Se realiza la presentación del proyecto del Estadio de Peñarol, con una estrategia innovadora que busca que los socios sean inversionistas directos, mediante la venta de palcos y butacas.

25 de abril de 2013: El Directorio del Banco República aprueba el crédito que permite que Peñarol construya su nuevo Estadio para 40 mil personas. El crédito aprobado es de 20 millones de dólares, aunque Peñarol lo había pedido por 25 millones.  El Banco accedió al pedido del aurinegro de estirar el plazo a 15 años en vez de 10 años, como suelen ser la mayoría de los préstamos. El Banco busca que se incluya el contrato de televisión con Tenfield, o sino las recaudaciones.

14 de junio de 2013: La Asamblea Representativa vota ampliamente a favor de la construcción del Estadio del Club Atlético Peñarol. Además, se aprueba poner de garantía el Palacio Peñarol, Las Acacias y el terreno de construcción; y afectar el flujo de caja hasta el 10 % del líquido. Estuvieron presentes 97 de 99 asambleístas y alrededor de 110 socios oyentes.

3 de octubre de 2013: El Movimiento 2809 da a conocer su posición sobre el proyecto del Estadio.

10 de octubre de 2013: La Asamblea Representativa aprueba con 73 votos (se necesitaban 62) la moción que plantea aceptar las condiciones exigidas por el BROU. Cabe destacar que los 21 votos restantes no eran para que no se haga el estadio, sino que se planteó una nueva moción que pretendía topear la cesión de garantías subsidiarias al BROU en 5 millones de dólares, y eso implicaba pasarle la pelota nuevamente al banco para seguir con más negociaciones.

31 de octubre de 2013: La IM autoriza la implementación del proyecto Estadio Arena Peñarol en ruta 102 entre camino Mangangá y camino de los Siete Cerros y crea un grupo de trabajo para el seguimiento de la iniciativa.

19 de diciembre de 2013: Tras una atractiva ceremonia en el terreno de la ruta 102, se coloca la piedra fundacional del Estadio de Peñarol. “El lunes 10 de febrero a las 7 de la mañana empieza la locomotora” fueron las palabras del presidente Juan Pedro Damiani, con las que este sueño entraría en la recta final.

Paso a paso de las obras:

El 10 de febrero de 2014 se convirtió en una nueva fecha histórica para el Club Atlético Peñarol: oficialmente comenzaron las obras para la construcción del estadio aurinegro. Casi 26 meses más tarde, lo inauguraríamos frente a River Plate de Argentina.

La concreción del sueño

El 28 de marzo de 2016 quedará marcado como la fecha donde se comenzó a escribir una nueva historia. Desde muy temprano, miles de carboneros comenzaron la peregrinación rumbo al terreno sagrado, quienes vivieron una fiesta que quedará para siempre en el recuerdo. Colas y colas de autos llegando por las rutas hacia el escenario deportivo, un mar de personas caminando sin importar el barro o la trancadera. Se respiraba un ambiente festivo, Peñarol inauguraba su nueva casa. Como anécdota, el aurinegro venció 4 a 1 a River Plate de Argentina.

Con un espectáculo de primer nivel, Peñarol cumplió al día siguiente la segunda jornada de festejos por la inauguración del Estadio Campeón del Siglo. La noche incluyó todos los condimentos: repaso por la historia, artistas de primera línea, producción, coordinación, calidad, música, mapping 3D, el calor de la gente, la participación de las glorias, los pibes de las divisiones formativas y un cierre con un show de fuegos artificiales a pura potencia.

Un paso gigantesco en lo deportivo

El Campeón del Siglo se ha convertido en un reducto prácticamente inexpugnable para Peñarol. De 74 partidos disputados en ese escenario, el aurinegro triunfó en 52, empató 12 y perdió solamente 10, obteniendo más del 75 % de los puntos en disputa. ¡Una locura! Por Campeonato Uruguayo no pierde allí desde el 31/5/2018 frente a Torque. Pasaron 600 días y 25 partidos desde aquella noche, de los cuales el mirasol ganó 18, y 7 finalizaron igualados.

Desde su construcción, se disputaron 5 Campeonatos Uruguayos, de los cuales Peñarol conquistó 3. Además, el empuje de su gente ha sido fundamental para levantar partidos complicados, logrando varios triunfos en los últimos minutos. 

Campeonato Uruguayo: 60 partidos jugados, 43 ganados, 10 empatados y 7 perdidos. 125 goles a favor y 45 en contra.

Copa Libertadores: 10 partidos jugados, 8 ganados, 1 empatado y 1 perdido. 22 goles a favor y 8 en contra.

Copa Sudamericana: 4 partidos jugados, 1 ganado, 1 empatado y 2 perdidos. 5 goles a favor y 7 en contra.

Top 3 goleadores: Cristian Rodríguez 19, Cristian Palacios 15, Lucas Viatri 9.

Aspecto económico

Además de Juan Pedro Damiani, una de las personas que puede hablar con mayor propiedad de la construcción del Campeón del Siglo es Alejandro Ruibal, director de la empresa constructora SACEEM y actual integrante del Consejo Directivo de Peñarol. Con él dialogamos para conocer mejor la situación:

«El estadio es una vieja obsesión de Juan Pedro. Cuando lo conocí, allá por el año 2009, lo charlamos y yo mismo me lo tomé como un objetivo personal. Costó mucho hacerlo, nos vetaron varios lugares. Primero fuimos al Parque Roosevelt, que hice un diseño muy lindo creyendo que era por Giannatassio, pero nos tiraron para el norte, pasando Paso Carrasco. Ahí está el aeropuerto, no podíamos poner un estadio donde termina una pista de avión, era una locura. También nos pasó con el predio de Coraceros, incluso nos reunimos con Bonomi. Otra opción era en Garibaldi y Bvar. Artigas. Nos propusieron lugares más lejanos incluso que el CDS, hasta que nos ofrecieron el predio actual porque querían engrandecer la zona. Con la tierra comprada, ahí largamos, pero fue una gran batalla.

La realidad es que plata no había, por lo que había que ingeniarse, e hicimos un plan de negocios. El mismo incluía la venta de palcos y butacas, publicidad y un préstamo bancario. Más adelante surgió el negocio con Tenfield, al que se le vendió el pack del partido inaugural, la explotación económica del museo de Peñarol en un entrepiso del CDS, como hay en el Real Madrid, el nombre comercial del Estadio, y otros negocios a desarrollar. Surgió la idea de hacer un fideicomiso por afuera del Club. Es una estructura legal independiente, con un agente que lo administra, un fiduciario. En el fondo el propietario es el club, pero la plata que entra para el estadio no se puede usar para pagar otra cosa. Esto asegura el préstamo, blinda el negocio y da confianza.

Primero se vendieron los palcos, donde se recaudaron 14 millones en una sola noche. Eso dio otro empuje. Luego se comercializaron las butacas, el arreglo con Tenfield y finalmente el préstamo del BROU. El Banco nos solicitó como garantía afectar el 10 % del flujo de caja, lo que fue aprobado en Asamblea Representativa, y U$S 5.000.000 que los puso Saceem. Ahí logramos las condiciones para que nos prestaran el dinero necesario para encarar la obra.

El costo total fue de 40 millones de dólares, te lo puedo asegurar. Se hizo muy prolijo, con una consultora independiente; y se hizo por fuera, para que no contaminara la plata del club, con un fiduciario que lo controla el Banco Central. La obra costó unos 36 millones de dólares, la tierra la compró Juan Pedro a 2 millones, y algún gasto más, que termina de redondear los U$S 40.000.000″.

Préstamo con el BROU

La deuda que se mantiene con el BROU puede chequearse en la página del Banco Central del Uruguay, ingresando con el número de RUC 000000216627230015, correspondiente a «Complejo Deportivo y Cultural Peñarol S. A.». A fecha 31 de diciembre de 2019, lo adeudado ascendía a U$S 16.766.448,11, y la situación del préstamo se ubicaba en la categoría 3, donde se agrupan los deudores con capacidad de pago comprometida, aquellos «cuya situación crediticia  evidencia problemas importantes, presentan atrasos de menos de 120 días en los pagos, o en la remisión de información a la institución. Ésta es la mínima calificación que pueden tener los deudores con pérdidas significativas en los últimos 3 años o que presenten mala calificación en otra institución». En un momento, el préstamo se encontraba en categoría 4, por lo que se ha mejorado de cierta manera.

Según lo charlado con Ruibal, «la cuota está al día. Estamos bien con el Banco República. El banco nos debe haber puesto en esa categoría más baja solo para cubrirse, al venir del fútbol y conociendo las finanzas del Club. Esa es la impresión que yo tengo. Nunca nos llegaron a ejecutar las garantías, lo cual prueba que siempre pagamos antes. Los ingresos para pagar la cuota se obtienen de la venta de butacas, del acuerdo con Tenfield, de los gastos comunes que pagan los palcos. De butacas anuales nos ingresan aproximadamente $ 15.000.000 por año. Cuando los ingresos no alcanzan para pagarle al BROU, se debe recurrir a la caja del club».

Una nota del Semanario Búsqueda, con fecha enero 2017, señalaba:

Expirado el período de gracia, el Club Atlético Peñarol empezó a hacer frente a los pagos de capital por el crédito de U$S 20 millones contraído con el Banco República (BROU) para construir su nuevo estadio. Hasta ahora abonó dos cuotas, que son trimestrales; la próxima es en febrero.

Una fuente del BROU dijo a Búsqueda que los primeros pagos se realizaron total o parcialmente mediante la cesión de derechos y otros flujos de fondos , un mecanismo de garantía previsto en el contrato del préstamo. Desde el club dijeron que, más allá de eso, se “está al día 100%”, también con los intereses.

La financiación del Campeón del Siglo se hizo a través de un fideicomiso de administración y una sociedad anónima —propietaria del nuevo complejo— separado de la caja de Peñarol, lo que garantiza que los fondos captados por la venta de butacas y palcos se vuelcan exclusivamente a la cancelación del crédito con el BROU. Una vez que pague todo el crédito el club pasa a ser dueño del estadio y el resto de las instalaciones.

Desde Peñarol acotaron que por un “tema práctico y de flujos” de caja del club, con fondos de la garantía se pagó toda la primera cuota del capital y el 60 % en el caso de la segunda. Explicaron que, dada la floja campaña que tuvo el equipo en la última temporada y el bajo “momento espiritual” de los hinchas, se optó por no ofrecer a la venta palcos y butacas. “Aguantamos esas promociones” y el pago se hizo con las garantías subsidiarias, que son “sobradas”, dijo el informante. 

Con la perspectiva de una nueva campaña en la Copa Libertadores y el torneo local, el club programó un plan de comercialización y otra “batería de acciones para generar ingresos”, dijo.  

El pago de febrero está previsto que se realice con dineros del complejo surgidos del partido inaugural y derechos de publicidad, entre otros fondos. “Puede que no sea lo ideal para el BROU, pero sí lo es para el club por su manejo financiero. Debe verse a Peñarol como un todo”, apuntó.

En 2019, cuando se cumplieron 3 años de la inauguración, Juan Pedro Damiani aseguró en la Sport 890 que Peñarol cumplía rigurosamente con la cuota del Banco República y aseguró que «con la venta de los próximos palcos, prácticamente, se va a cancelar deuda». Tres meses más tarde indicó que «el club tiene más del 40 % de la obra paga», en una entrevista realizada por www.futbol.com.uy.

El gran problema radica en lo que señalaba Referí en enero de este año: «el fideicomiso que se aprobó para la construcción del Estadio Campeón del Siglo, supuestamente no iba a interferir con las cuentas de la institución. Sin embargo, desde Peñarol informan que esto no es así. ‘La amortización y los intereses del Banco República por el fideicomiso del Estadio Campeón del Siglo, lo paga Peñarol. Son casi U$S 2 millones por año’, indicaron las fuentes consultadas».

Al no alcanzar los ingresos que genera el mismo Campeón del Siglo, se utiliza parte de la plata que Peñarol dispone para el ámbito deportivo, acotando muchas veces las aspiraciones en los períodos de pases y negociaciones de salarios con los jugadores. Y así será hasta que se termine de pagar el préstamo, o hasta que se consigan nuevas formas de inyectar dinero al fideicomiso creado para el estadio.

Venta de palcos y butacas

La venta de palcos fue un éxito, y se recaudaron 14 millones de dólares en una noche. La venta de butacas no fue tan exitosa. Ruibal indica que tomando en cuenta los asientos vendidos en todas sus categorías (anual, doble quinquenio y eterna), «aproximadamente el 50 % están libres», y que «hay que dar un golpe fuerte con la Henderson y monetizar todo lo que ya está instalado. Ahora con la Libertadores seguramente se harán promociones y campañas de venta de butacas».

La tribuna Henderson cuenta con 18 sectores de butacas, de los cuales únicamente 2 están agotados. Se comercializan en el Palacio Peñarol o en Tickantel (donde puede observarse la disponibilidad), con los siguientes precios:

  • Lateral Anual (Sectores A, I, J, H, Q y R): $ 6.290.
  • Central Anual (Sectores P, O, N, M, L, K, G, F, E, D, C y B): $ 10.490.
  • Doble Quinquenio: $ 61.700.
  • Eterna: $ 114.500.

Saceem

Alejandro Ruibal señala que «la plata al final no alcanzó porque no se vendieron tantas butacas. Al final yo (Saceem) quedé un poco para atrás con la deuda, sino no se terminaba el estadio. O paraba la obra y era todo una cagada, o tenía que financiar. Opté por esto último. Recién ahora estamos haciendo un plan de pagos, tres años después, que consiste en pagarlo de acá a 10 años, sin intereses. Se votó en un consejo».

Además comentó que «los palcos que quedaron sin vender están como garantía para que cobre Saceem; el día que se vendan se empieza a pagar la deuda. La plata que entraba de palcos y butacas en su momento era para pagar la obra».

Tenfield

Ruibal indicó que «es erróneo incluir a Tenfield entre los acreedores, porque es al revés. El negocio con Tenfield fue un ingreso más. Compraron el pack del partido inaugural, el museo, el nombre comercial y otros, por U$S 7 millones. Tienen un contrato con Peñarol a 10 años, donde le pagan cuotas anuales de U$S 700.000, y tienen el derecho a explotar esos negocios que fueron comercializados. No sabría decirte si están al día con el Club, no quiero cantar errado».

Juan Pedro Damiani

El terreno del Estadio fue comprado por el ex mandatario aurinegro. El costo fue de aproximadamente U$S 2.000.000. Según lo manifestado por Damiani en varias oportunidades, va a ser «el último en cobrar», luego de que se hayan pagado todo el resto de las obligaciones del Campeón del Siglo.

Gastos varios y pago a proveedores

Distintas fuentes consultadas por Padre y Decano, pertenecientes al Movimiento 28 de Setiembre, manifestaron que «desde el inicio del proyecto manifestamos preocupación pues entendíamos que el CDS no se podría financiar con sus propios ingresos y por ende la caja del club iba a verse afectada para dar cumplimiento a las obligaciones asumidas» y que ellos de un tiempo a esta parte «salvaron al estadio de una catástrofe, ya que estaban por cortar los ascensores, se le debía a los yeseros, a los pintores, a los de la cerrajería, etc. Hoy en día hay un fondo de U$S 400 mil anuales, destinado a mantener el Campeón del Siglo. Se compraron vallas por U$S 30.000 – cuando antes se pagaban U$S 200.000 de alquiler anual -, y se bajó el costo de luz por partido, de $ 200.000 a $ 10.000, con una inversión en un equipo que costó caro pero que se amortiza en 2 años»; pero que eso «ya es historia pasada. Una vez que el CDS es una hermosa realidad, lo que corresponde es que todos hagamos los máximos esfuerzos de gestión para cumplir las obligaciones, buscando que el estadio genere mayores ingresos y detraiga menos recursos del club».

Alejandro Ruibal nos comentó lo siguiente al respecto:

«El estadio hay que mantenerlo. Una obra de esa magnitud, en 7 u 8 años, si no lo cuidás, pierde valor. Se están destinando 300 mil dólares anuales para eso. Genera ingresos con los gastos comunes de los palcos, con venta de entradas, etc. El gasto en seguridad es pesadísimo. Cada vez hay más exigencias, que generan gastos que no están previstos, como las cámaras. El CDS podría funcionar como una unidad de negocio, que genere sus propios ingresos, pero ahí dependeríamos de aportes de los socios, pagando una entrada mínima por ejemplo, algo que hasta el momento no hemos hecho. Quizás habría que verlo nuevamente más adelante. Te hablo de $ 100 a reventar, una cosa mínima, para mantener el estadio, que no se pueda usar para otra cosa. Se pensó en aumentar la cuota de socio con una “tasa de mantenimiento estadio”, pero nos dijeron que era inviable porque ya se había subido, y no estaba bueno. Hay que buscarle la vuelta».

El 7 de enero de 2018, Ovación señalaba que «los gastos de mantenimiento y seguridad rondan en el millón de dólares anuales» y que «la idea es buscar la manera de que el estadio genere más ingresos».

Hoy esa cifra es bastante menor, pero aún así representa un gasto importante para Peñarol, que se suma a lo abonado para cancelar las cuotas del préstamo del BROU.

Relación entre ingresos y egresos

Ingresos anuales:

  • Cuota de Tenfield: U$S 700.000. Restan 6 cuotas, tomando en cuenta que la primera fue en 2016, y asumiendo que Tenfield se encuentra al día (desconozco el dato).
  • Venta de butacas: U$S 400.000 aprox. El dato corresponde al 2019, puede variar dependiendo la temporada y la demanda existente.

A partir del 2027 deberían renovarse los contratos de los palcos y las butacas Doble Quinquenio, obteniendo grandes ingresos y muy probablemente cancelando la deuda total. Recordemos que se le otorgó un año más a estas modalidades, por las suspensiones impuestas al Campeón del Siglo en el año 2016, impidiendo que Peñarol fuera local en su reducto.

Egresos anuales:

  • Cuota de Saceem: U$S 480.000 aprox. Restan 10 cuotas, ya que la financiación se arregló hace algunos meses.
  • Cuotas del BROU: Entre U$S 1.500.000 y U$S 2.000.000 aprox. Restan 11 años del préstamo, tomando en cuenta que se hizo a 15 años.

La diferencia es de unos U$S 900.000 – 1.400.000, que deben traspasarse anualmente desde la caja del club hacia el fideicomiso creado para el Campeón del Siglo. Otras fuentes consultadas manifestaron que Tenfield no está al día con su cuota, por lo que esos U$S 700.000 también deben utilizarse del presupuesto de Peñarol, ascendiendo la cifra a U$S 1.600.000 – 2.100.000 anuales.

Todo esto sin contar el fondo destinado a mantenimiento que oscila entre U$S 300.000 y U$S 500.000 anuales, y el pago a empleados del CDS – unos U$S 200.000 al año -; gastos que seguirán existiendo una vez que termine de pagarse el estadio.

Agregando esos egresos, son aproximadamente U$S 200.000 mensuales que se utilizan de la caja del club para pagar deudas y gastos generados por el Campeón del Siglo.

Nulo apoyo exterior

El Campeón del Siglo tiene varias cuestiones a mejorar. Algunas por temas económicos, algunas proyectadas a futuras etapas, y otras que dependen de un apoyo de las autoridades, que no ha existido. Los accesos y el transporte aparecen como los problemas principales en este aspecto.

Ruibal manifestó:

«El gran punto débil son los accesos y el transporte. La Intendencia nos habilitó el lugar, pero no nos ha ayudado con obras. Se precisa ensanchar camino Siete Cerros y camino Mangangá, eso no lo puede hacer Peñarol. Hicimos una obra de 40 millones que es un bien social, con algo mínimo nos tienen que ayudar; ni siquiera han pavimentado. Lo hemos hablado mil veces. Planteé hacer una carretera que una Siete Cerros con Camino Carrasco y que se pueda entrar por atrás al Campeón del Siglo, incluso los ómnibus. También hemos hablado por el tema del transporte y hasta el momento no hemos obtenido resultados. Peñarol hizo un esfuerzo gigante, hay que ayudarlo. Nos ayudaría mucho a desarrollar el negocio, son cosas que no dependen solo de Peñarol. En los partidos prácticamente vamos a pérdida con los gastos que tenemos que hacernos cargo».

Rodolfo Catino, vicepresidente del club, también opinó sobre el tema:

«El CDS tiene muy corta edad y no tuvo el apoyo de las autoridades, ese es el principal problema. Hay que preguntarse por qué le dan U$S 1000 millones a UPM para una inversión de 4.000, y a nosotros que invertimos 40 millones de dólares no nos hicieron ni una calle, ni nos ponen transporte desde Colón al CDS, directo por la perimetral. Ya a esta altura, el estadio debería tener una avenida que lo circunvale, y transporte masivo para toda la zona oeste. Yo personalmente me he reunido con el intendente y con el ministro de transporte, y nos tienen en stand by. En las inspecciones nos exigen cosas que no le exigen a ningún otro club. Son cuestiones básicas que harían crecer enormemente la convocatoria, y por consiguiente, la venta de butacas».

Nuevas formas de obtener ingresos

Más allá de que se está al día con el BROU, el Campeón del Siglo representa una dificultad económica para Peñarol. Al no poder hacer frente a las obligaciones del préstamo con los ingresos que genera el estadio, la caja del club le transfiere fondos constantemente al fideicomiso creado para la ocasión, y para la manutención del recinto. Ésta situación va a durar algún tiempo, hasta que llegue el momento de renovar los palcos y las butacas vendidas a 10 años.

El hincha de Peñarol, que es el que disfruta del CDS, y el que tantas veces ayudó al club en momentos complicados, debería tener más maneras de apoyar económicamente el proyecto, además de las ya establecidas.

  • Venta de butacas

Actualmente es la única vía que el hincha de Peñarol puede aportar dinero. Las diferentes opciones y precios que se manejan, están indicadas más arriba en la nota. Desde Padre y Decano, exhortamos e incentivamos a que cualquier aurinegro que tenga la posibilidad económica, analice la compra de una butaca. Además de colaborar con el pago del Campeón del Siglo, que es algo que todos deseamos – y necesitamos -, podrán observar los partidos desde la tribuna con mejor visión y comodidades, por un año, 10 o durante toda la vida.

  • Socio CDS

Una de las formas que se me ocurre para obtener ingresos, es la creación de una nueva categoría de asociados: el socio CDS. De esta manera, aquellos hinchas que se inscriban, pagarían una cuota extra destinada únicamente a gastos referidos al Campeón del Siglo.

De esta manera, además de colaborar económicamente, podrían obtener beneficios tales como entradas gratis para invitados a determinados partidos de la temporada.

  • Sobrecuota

Una manera quizás algo menos «democrática», sería decretar un aumento en la cuota social, y que lo recaudado se destine enteramente al estadio. Esta opción ya fue manejada por la Comisión Directiva en su momento.

  • Cobrar entrada al socio

El socio aurinegro actualmente ingresa de forma gratuita a las tribunas Cataldi, Damiani y Güelfi. Cobrando una entrada mínima de $ 50 o $ 100, no afectaría el bolsillo del hincha, y sería una buena forma de que los partidos en el Campeón del Siglo no vayan a pérdida, y de esta manera no tocar la caja del club para gastos del estadio. También ayudaría a la venta de butacas, ya que el margen de diferencia sería menor.

El Campeón del Siglo es un orgullo para todos los peñarolenses. El club no ha contado con apoyo exterior y se encuentra solo en su emprendimiento. Vos, yo y cada uno de los socios e hinchas, tenemos la misión de ayudar a dar los últimos empujones, para que el estadio sea 100 % propiedad de Peñarol, podamos disfrutarlo durante décadas y para que una noche nos encuentre festejando la sexta Copa Libertadores en nuestra cancha.